Estados Unidos recibió hoy con cauto beneplácito los informes de que el gobierno de Tanzania detuvo a tres grupos de sospechosos del bombardeo de la embajada estadounidense en Dar es Salaam.
Así mismo, Washington anunció una recompensa de dos millones de dólares a cualquiera que brinde información conducente a la captura de los culpables de los atentados contra las embajadas en Kenia y Tanzania, perpetrados el viernes en forma simultánea.
"No sabemos con precisión la identidad de los sospechosos ni si su captura es un hecho importante en la investigación. Queremos saber los resultados de su interrogatorio", declaró la subsecretaria de Estado para Asuntos Africanos, Susan Rice.
La secretaria de Estado, Madeleine Albright, anunció posteriormente una recompensa de dos millones de dólares "a cambio de información que conduzca a la detención y condena de los responsables" por el bombardeo de las embajadas en Dar es Salaam y Nairobi.
Doce estadounidenses figuran entre las 192 víctimas fatales de ambas explosiones.
Funcionarios de Washington se negaron a especular sobre la identidad de los culpables, pese a la difusión de informes de prensa sobre la participación de grupos radicales islámicos de Sudán financiados por Osma bin Laden, un millonario saudí.
El nombre de Bin Laden estuvo vinculado con ataques anteriores a instalaciones de Estados Unidos, entre ellos un atentado con bomba en 1995 en Riyad, Arabia Saudita, en el que murieron cinco estadounidenses, y el bombardeo de un complejo habitacional cercano a Dhahran, Arabia Saudita, que causó la muerte en 1996 a 19 funcionarios militares.
La base de Bin Laden se encontraría en Afganistán, donde este año fue entrevistado por un equipo de la televisión estadounidense.
"Creemos que los mayores ladrones del mundo, y los mayores terroristas, son estadounidenses. La única manera que tenemos para defendernos de estos ataques es utilizando medios similares", declaró entonces.
El portavoz del Departamento de Estado, Jim Foley, se negó a mencionar, en una conferencia de prensa este lunes, si otros países participan en la búsqueda de los responsables de los atentados en Kenia y Tanzania.
"No estamos divulgando públicamente con quiénes estamos discutiendo la investigación. Es evidente que esta es una cuestión muy delicada y que sería una irresponsabilidad hablar al respecto", señaló.
Albright reiteró ante funcionarios del Departamento de Estado que Estados Unidos debe encontrar y castigar a "los cobardes que perpetraron este acto".
"Aunque el terror puede convertir a los edificios en ruinas y a la risa en lágrimas, nunca podrá, nunca desviará a Estados Unidos de su propósito o presencia en el mundo", sostuvo.
Albright informó que viajará a Alemania este miércoles para volver con los 11 cadáveres de los funcionarios de las embajadas que murieron por los atentados y se encuentran en una base de la fuerza aérea estadounidense. La otra víctima estadounidense será enterrada en Kenia. (FIN/IPS/tra-en/mk/ml-aq/ip/98