Los incendios, en su mayoría provocados por especuladores inmobiliarios, devoraron unas 100.000 hectáreas de bosque en Italia desde julio, el doble que el año pasado en el mismo período, reveló un informe oficial difundido hoy.
El fuego, que afecta todas las regiones del país y es calificado desde el gobierno y organizaciones políticas y ambientalistas de tragedia nacional, se ve agravado por el caluroso verano europeo.
Miles de hombres luchan contra las llamas, en una guerra sin cuartel ni tregua que están perdiendo, porque a diario se inician nuevos incendios. Una vez que apagan uno, se enciende otro.
El ministerio del Interior informó que solo en julio se registraron 3.323 incendios que destruyendo 67.653 hectáreas, más del doble que en julio de 1997, cuando fueron 32.461.
Las autoridades calculan que los incendios constituyen en Italia un negocio de 1.200 millones de dólares anuales, en manos sobre todo de especuladores inmobiliarios que pretenden construir en los terrenos de hermosos bosques presa de las llamas.
Los incendios a menudo se producen en zonas estratégicas para el turismo.
En Liguria, región cuya capital es Génova, al norte de Italia, se estaban extinguiendo sólo este lunes varios incendios que afectaron a parte importante de su zona montañosa durante cuatro días.
El presidente de esa región, Giancarlo Mori, sostuvo que los incendios son producto de una precisa estrategia "terrorista" que tiene el fin de demostrar que "el sistema democrático no es capaz de hacer frente ni siquiera a los incendios".
Italia cuenta con un total de 43 aviones y helicópteros para hacer frente a los incendios, casi el doble que los 27 con los que contaba el año pasado. Francia dispone de la misma cantidad para cubrir el doble de territorio, señaló el ministro del Ambiente, Edo Ronchi.
El ministro dijo que la inmensa mayoría de los incendios son provocados por el "crimen organizado, como la camorra o la 'ndrangheta", las mafias de las regiones de Nápoles y de Calabria.
Ronchi planteó la necesidad de cambiar la legislación para endurecer las penas contra los que provocan los incendios.
Las leyes vigentes prácticamente no se pueden aplicar porque para mandar a la cárcel a alguien es necesario que se verifiquen al mismo tiempo dos condiciones que se excluyen entre sí: el delito flagrante y el daño grave.
Por lo tanto, "o se detiene a la persona antes que haya provocado el fuego, y entonces no existe el daño grave, o el daño es grave pero el pirómano ya ha huido".
En teoría, una persona que provoca un incendio corre el riesgo de ser condenada a seis años de cárcel, pero en la práctica el riesgo es nulo, pues todos los que han sido detenidos salen en libertad en pocas horas, reconoció Ronchi.
El portavoz del partido ambientalista los Verdes, Luigi Manconi, dijo que los incendios de bosques son una "gran tragedia nacional" que merece toda la atención del gobierno.
Manconi coincidió con el ministro del Ambiente en la necesidad de aumentar las penas contra los incendiarios, que cometen "un atentado contra cada uno de los habitantes del país, contra el patrimonio nacional, contra una riqueza nacional y contra la vida de toda la sociedad".
"Creo que el crimen organizado está detrás de muchos de estos incendios por sus intereses por la especulación inmobiliaria", manifestó. (FIN/IPS/jp/mj/en ip/98