La economía de India tiene pocos augurios de crecimiento tras la inestabilidad política, la alta inflación y la pobre gestión empresarial registradas en el primer trimestre de este año.
A la vez, el Banco Mundial advirtió en su memorando anual sobre este país que la caída de la economía podría empeorar sin un nuevo ímpetu en las reformas económicas centradas en el equilibrio fiscal.
"Los desequilibrios fiscales continúan siendo un alto riesgo para la estabilidad macroeconómica", destacó el Banco Mundial.
Paralizada por divisiones políticas, la coalición de gobierno liderada por el Partido Nacionalista Hindú (BJP, Bharatiya Janata) tiene pocas posibilidades de hacer grandes avances en su agenda de reformas.
A la vez, la creciente intestabilidad política que pone en duda la supervivencia del gobierno no estimula a los inversores extranjeros, y seguramente impida el ambicioso programa de desinversiones de empresas del sector público.
El Consejo Nacional de Investigación Económica Aplicada descartó la recuperación económica en el segundo trimestre y predijo un crecimiento industrial de 5,5 por ciento, menor que el 6,5 por ciento de 1997-98.
No obstante, las autoridades del país de Asia meridional sostienen que el cambio es posible. El ministro de Finanzas, Yashwant Sinha, anunció una mejor fortuna económica a partir de septiembre.
El secretario de Finanzas, Montek Singh Ahluwalia, dijo que "hay suficientes noticias positivas. La producción industrial en el primer trimestre creció 5,2 por ciento, de modo que podremos cerrar el año con un crecimiento de cinco por ciento en el ingreso nacional".
El asesor económico Shankar Acharya afirma que el actual aumento de la inflación es momentáneo y fue desatado por el aumento de los precios de alimentos selectos como vegetales fuera de estación.
A pesar del optimismo, el índice de inflación basado en precios mayoristas creció constantemente a partir de cuatro por ciento en marzo de este año a 8,3 por ciento ahora.
El nivel de precios computado sobre la base de aumentos de precios al consumidor registró una inflación mucho más alta, de 12,5 por ciento a fines de julio.
Las exportaciones, que cayeron 17 por ciento en mayo en relación al mismo mes en 1997 continúan en descenso.
Los últimos datos revelan que la caída, que se desaceleró marginalmente, fue 11 por ciento en junio, provocando un retroceso económico de siete por ciento en el primer trimestre finalizado en junio de 1998-99.
Expertos sostienen que no hay motivos para creer que la actual tendencia se revertirá en los siguientes meses de este año.
Los países en crisis del sudeste de Asia, con sus monedas extremadamente devaluadas, podrían apoderarse de mercados de exportaciones de India. A esto se suman señales que sugieren que la economía mundial se encamina a una gran recesión.
El colapso de la economía japonesa y la mala actuación de la economía de Estados Unidos en el primer trimestre del año han reforzado esos temores.
A la vez, los gastos continúan creciendo por encima de los niveles presupuestales, debido al hecho de que el gobierno continúa acomodando favores y dividendos para políticos y representantes de la coalición liderada por el BJP.
El último gasto es el aumento en los precios del arroz en la actual cosecha, lo cual creará una salida de 125 millones de dólares extra en el presupuesto de subsidios de alimentos. (FIN/IPS/tra-en/pn/rdr/lp/if/98