Las Fuerzas Armadas de Honduras pidieron hoy la amnistía para los militares prófugos acusados de violar los derechos humanos en la década pasada, por considerar que actuaron bajo presión externa, en tiempos de la guerra fría.
El general Mario Raúl Hung Pacheco, jefe de las Fuerzas Armadas, aseguró que los oficiales prófugos "no se esconden por temor, sino porque no confían en la justicia, y creemos que es tiempo ya de poner fin a este enfrentamiento ideológico que sólo divide a la sociedad y la familia hondureña".
"Nosotros creemos que la amnistía debe darse a todos los hondureños que de una u otra manera se vieron involucrados en la guerra fría", que "nos impuso una política ajena a nuestros intereses y que hoy lamentamos por la factura que nos están cobrando", dijo el general.
"Es bueno recordar estas situaciones (los hechos de los años 80), pero no para hacer justicia parcial, sino para estar seguros que nunca se volverán a repetir", agregó.
De esa forma, Hung abogó por Billy Joya, un ex militar prófugo de la justicia y residente en España, cuya extradición fue solicitada el viernes por un tribunal hondureño a través de la cancillería.
El juez Eidelman Mejía, responsable del caso, dijo que por no existir un tratado de extradición con España, la deportación de Joya se haría por aplicación de una figura legal conocida como "extradición pasiva".
Joya, localizado en España por el no gubernamental Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), huyó hace tres años del país, luego de confesar públicamente sus delitos, pedir perdón y dar a conocer en un libro la versión de los militares sobre las desapariciones forzadas en los años 80.
También dijo que se entregaría a la justicia, pero huyó cuando la Fiscalía del Estado lo acusó ante los tribunales. En total, hay 14 militares prófugos.
El gobierno informó que Joya se encuentra en España con visa de turista, y ordenó a la embajada hondureña en Madrid no renovar el pasaporte del ex militar, que vence la próxima semana. También solicitó a las autoridades españolas que eviten la salida del ex oficial.
"Quien intente hacerle un favor este señor renovando su pasaporte o extendiéndole uno nuevo, incurrirá en delito y será automáticamente despedido y puesto a la orden de los tribunales para ser juzgado y sentenciado", advirtió el canciller, Fernando Martínez.
Pero las Fuerzas Armadas arguyeron que debe ampliarse a Joya la amnistía promulgada en 1990 para permitir la desmovilización de grupos armados de izquierda.
Esa amnistía, otorgada por el entonces presidente Rafael Callejas (1990-1994), habilitó también el retorno de unos 300 hondureños exiliados en Cuba, México y Nicaragua.
"La amnistía también abarca a Billy Joya. Que venga o no venga, que lo extraditen o no, ese no es el problema. El problema es que esa amnistía debe aplicarse a todos los militares prófugos, para que acabemos de una vez por todas con heridas que nos hacen vivir una paz caliente", dijo Hung.
Por su parte, los grupos de derechos humanos sostienen que la amnistía otorgada por Callejas tuvo de únicos beneficiarios a los guerrilleros de izquierda, fue dictada en respaldo de los acuerdos centroamericanos de paz y para permitir la salida de los ex contras nicaragüenses del territorio de Honduras.
Hung afirmó que las Fuerzas Armadas no dejarán "solos" a los militares acusados de violar los derechos humanos, porque ellos "obedecieron consignas impuestas desde afuera y su responsabilidad no es absoluta. Les daremos todo el apoyo que esté a nuestro alcance para que se defiendan".
La represión ilegal de la década pasada determinó el secuestro y desaparición de 187 personas por causas político ideológicas. La responsabilidad por esos hechos es atribuída oficialmente a militares y civiles y a asesores argentinos y de la Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.
La Fiscalía del Estado reanudó la investigación de esos casos hace cuatro años y fueron enjuiciados los primeros uniformados, mientras se localizaban cementerios clandestinos. (FIN/IPS/tm/ff/ip hd/98