El ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) no logró el fin de semana definir su candidato a la Presidencia de El Salvador, en una instancia a la que sus adversarios exhiben como muestra de descalabro político.
El partido izquierdista se dio un plazo de 30 días para recibir nuevas propuestas de candidatura con el fin de que su Convención las considere de nuevo.
La gobernante Alianza Republicana Nacionalista (Arena) pretendió capitalizar la tormenta que revuelve las aguas de su principal oponente.
"Si no pueden ponerse de acuerdo sobre su candidatura presidencial, no podrán manejar una tarea mucho más importante como es hacer gobierno", afirmó el jefe del bloque parlamentario de Arena, Walter Araujo.
"Esa es una conclusión superficial que puede venderse a una parte de la sociedad", dijo a IPS Norma Guevara, diputada e integrante de la Comisión Electoral del FMLN.
Según Guevara, el grupo está dando una lección de democracia a mediano y largo plazo que los demás partidos tendrán que imitar en el futuro, porque sus bases lo reclamarán.
"Cualquier convencional del FMLN, aunque viva en un departamento remoto y en una casa muy humilde, sabe que su voto tiene valor ante el partido, porque el soberano es el gran elector. Es natural que tengamos dificultades, pero no nos arrepentimos", afirmó.
La primera ronda de la convención del FMLN para designar candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia se celebró el día 15 y en ella participaron el alcalde de San Salvador, Héctor Silva, y Victoria de Avilés, ex procuradora de Derechos Humanos.
Pero ninguno de los dos superó el férreo requisito que el mismo partido se impuso. Para lograr la designación, los candidatos deben conseguir la mayoría simple de los convencionales inscritos en el padrón, no solo de los asistentes.
La Convención tiene 1.034 integrantes, por lo que el ganador debía lograr 518 votos, pero ninguno de los dos lo logró, aunque Avilés logró mayoría simple de asistentes y Silva no.
Tras este bloqueo, los sectores internos del FMLN habían acordado que en la segunda ronda cualquiera de los dos precandidatos que ganara por mayoría simple de asistentes recibiría el apoyo de la mayoría.
Pero el rompecabezas se cayó cuando, en una aparente maniobra política, el alcalde Silva renunció a su candidatura la semana pasada y dejó sola a Avilés, candidata de la llamada "ala ortodoxa" del partido.
"Al quedar sólo la doctora Avilés como candidata, no podíamos elegir por mayoría simple de asistentes. Debíamos obtener la mayoría de padrón", explicó Guevara.
Esta es la razón por la cual algunos diarios salvadoreños dijeron que Avilés "fue derrotada por nadie" en esta ronda, pues no logró los 518 votos que necesitaba.
Arena y el FMLN son los dos principales partidos que participarán en las elecciones presidenciales del 7 de marzo de 1999. El movimiento gobernante está a la cabeza de las prerencias del electorado, seguido por los ex guerrilleros, apenas cuatro puntos porcentuales atrás.
A diferencia del FMLN, única organización que realiza elecciones internas para designar candidatos, Arena tiene definido que Francisco Flores encabezará su papeleta presidencial en las elecciones de 1999.
Ahora, el FMLN debe partir casi de cero para escoger de nuevo a sus candidatos mientras Arena hace campaña política desde marzo.
El reglamento aprobado en mayo por el FMLN abre la posibilidad de ciudadanos ajenos a al partido participen como candidatos en la elección interna, pero a propuesta de al menos 10 concejales y de una de las 14 convenciones departamentales del país, explicó Guevara.
Es decir que todo candidato debe pasar por el tamiz de una convención en primera instancia, agregó la dirigente.
En las próximas dos semanas se realizarán las propuestas de las 14 convenciones y en la tercera y cuarta semanas se efectuaría la campaña de los postulantes y las elecciones.
Guevara indicó que para esa fecha podría bajarse la exigencia de los 518 votos, si es necesario, para desbloquear la designación.
No obstante, indicó, esa no es una fórmula que satisfaga a quienes apoyan a Avilés, que considerarían "una injusticia que a otros candidatos se les exija menos de lo que se le exigió a esta mujer". (FIN/IPS/mso/mj/ip/98