EE.UU.: Wal Mart cuestionada por operaciones en el extranjero

Un grupo defensor de los derechos laborales iniciará una campaña para obligar a Wal Mart, la cadena de tiendas más grande de Estados Unidos, a aceptar una investigación independiente de sus fábricas en el extranjero.

El Comité Nacional del Trabajo anunció que a partir del 3 de octubre empezará una serie de protestas y actividades de divulgación en el marco de una campaña titulada "El derecho del pueblo a estar enterado", con el objeto de llamar la atención sobre los mecanismos de producción empleados por Wal Mart.

"Wal Mart es muy poderosa", advirtió el director ejecutivo del Comité, Charles Kernaghan, y recordó que en 1997 esa cadena registró ventas por 118.000 millones de dólares, cifra superior al producto nacional bruto de 155 países.

"Si logramos que Wal Mart asuma una responsabilidad en materia de derechos humanos, podríamos cambiar toda esa industria", añadió.

El Comité estima que 85 por ciento de todas las líneas de productos de ropa y calzados que posee Wal Mart son confeccionadas en el exterior, principalmente en países como China e Indonesia, donde los salarios son tan bajos como 10 centavos de dólar por hora.

Los productos son elaborados en un total de 49 países, desde América Central hasta el Lejano Oriente, y el Comité solicita que en todas esas naciones, organizaciones independientes o religiosas puedan inspeccionar las condiciones laborales y los salarios recibidos por los obreros.

Sin embargo, Wal Mart se rehusa a revelar cuáles son las fábricas o talleres que tiene contratados para fabricar sus prendas de vestir, argumentando que se trata de secretos comerciales mantenidos en reserva por todas las empresas.

"Pero si no están construyendo bombas ni misiles, están fabricando ropa interior y pantalones vaqueros", recordó el reverendo David Dyson, de una iglesia presbiteriana de Nueva York, miembro del grupo activista de los derechos laborales Red de Gente de Fe.

El Comité Nacional del Trabajo estima que Wal Mart utiliza 1.000 fábricas en China y unas 30.000 en todo el mundo. El grupo investigó la oferta de la cadena de tiendas y comprobó que la mayor parte está hecha en el extranjero, en países donde se pagan salarios extremadamente bajos.

Kernaghan consideró que una empresa con las ganancias de Wal Mart debería poder pagar salarios dignos y suficientes para afrontar el costo de la vida en los países donde fabrica sus productos.

Al mismo tiempo rechazó acusaciones de algunas de las empresas investigadas por el Comité, que lo tildan de "proteccionista" por atacar la contratación de mano de obra fuera de Estados Unidos.

"Esta no es una campaña de 'compre cosas fabricadas en Estados Unidos', y de ninguna manera pretende disminuir la oferta de empleos en el mundo en desarrollo", aseguró Kernaghan, y comentó que la actividad está coordinada con grupos de los países donde están ubicadas las fábricas.

El objetivo, destacó, es que las operaciones de Wal Mart y otras empresas similares en el extranjero sean transparentes y puedan ser objeto de supervisión pública, para comprobar las condiciones laborales de los trabajadores.

Wal Mart aún no responde a los comentarios del Comité, pero los comunicados del grupo defienden a la empresa como el principal empleador del sector privado de Estados Unidos, alegando que el año pasado creó 41.000 nuevos empleos en este país.

La empresa también asegura que cuando los precios y la calidad son comparables prefiere los productos hechos en Estados Unidos, donde en 1995 realizó adquisiciones por 59.000 millones de dólares. Sin embargo, es poco probable que las fábricas de este país puedan competir en precios.

El reverendo Dyson comentó que empresas como Wal Mart "tienen la capacidad de sobrevolar la economía mundial" hasta encontrar el lugar donde pagan los salarios más bajos, con las condiciones laborales más baratas.

Las protestas organizadas por el Comité incluyen manifestaciones fuera de las tiendas y entrega de información sobre las condiciones de los trabajadores en China, Indonesia y América Central.

Kernaghan prevé una larga contienda, pero aseguró que no se recurrirá al boicot de productos, dado que esa medida podría afectar los puestos de trabajo en el extranjero si la empresa decide cancelar los contratos para resolver sus problemas. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/lc-ml/lb/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe