ECUADOR: Gobierno evitará salvar a bancos insolventes

La liquidación en Ecuador de un banco privado puso en evidencia que el gobierno instalado el día 10 no cargará el peso de malos manejos bancarios y que cada entidad deberá responder ante sus clientes.

El Banco de Préstamos, el séptimo entre los privados que operan en este país, no logró sumar 17 millones de dólares a su capital antes del día 21, como lo había prometido, lo cual llevó a la estatal Junta de Bancaria a disponer el martes su liquidación forzosa por insolvencia.

La institución privada tampoco logró un acuerdo de fusión con el estatal Banco Continental.

El Banco de Préstamos arrastraba un déficit de 1,26 millones de dólares. La Junta también había constatado la existencia de cheques sin respaldo interno por 400.000 dólares y compromisos externos sin respaldo por 20 millones de dólares.

Los clientes del banco que acudieron a buscar sus fondos se encontraron con sus puertas cerradas este martes.

Solo los pequeños ahorristas con depósitos de menos de 13.180 dólares, tendrán la seguridad de que recibirán la totalidad de su dinero cuando comience a operar en los próximos días el mecanismo de liquidación del banco.

El resto de los ahorristas deberán esperar la liquidación del patrimonio del banco.

En una posición que fue calificada de ortodoxa por analistas económicos, el ministro de Finanzas, Fidel Jaramillo, evitó, como en un caso anterior, el del Banco Continental, conceder a la institución un millonario préstamo para evitar su bancarrota.

Ninguna institución financiera ecuatoriana se ha visto arrastrada en la caída del Banco de Préstamos, como sí ocurrió en Venezuela.

El presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador, Ernesto Chiriboga, manifestó que ya es tarde ya para que se produzca un "efecto dominó", el cual, explicó, debe registrarse de inmediato.

Si eso no ocurrió fue gracias a los últimos esfuerzos de la banca ecuatoriana por incrementar su capital y reservas y por tomar previsiones para reducir el riesgo de pérdida por cartera vencida, agregó Chiriboga.

Entre julio de 1997 y julio de 1998 el incremento real de capital y reservas de los bancos ecuatorianos fue de 22 por ciento, cifra que resulta de incremento nominal en el período (56 por ciento), menos el porcentaje de inflación anual (34 por ciento).

Por otro lado, en julio de 1998, las provisiones de la banca sobre deudas vencidas alcanzaron 98,42 por ciento. Este sistema de provisiones reduce las utilidades de los bancos ecuatorianos, pero son una garantía de que podrán hacer frente a los créditos irrecuperables.

Los principales propietarios del Banco de Préstamos pertenecen a la familia Peñafiel, también dueña del mayor imperio petrolero ecuatoriano, que ha extendido sus operaciones hasta Rusia.

El principal portavoz de este banco, Alejandro Peñafiel, anunció que apelará la decisión de la Junta Bancaria y promoverá la capitalización y reapertura de su institución.

El sistema financiero ecuatoriano fue testigo hace pocos meses de la reversión de la liquidación del pequeño Solbanco, al lograr los accionistas la capitalización necesaria para su reapertura.

La caída del Banco de Préstamos se produce poco después de la cración en julio del nuevo Fondo de Seguro de Depósitos, que comenzará a funcionar dentro de dos años, lapso necesario para su capitalización con aportes de bancos, financieras y fondos mutuales.

El Fondo reembolsará a los pequeños ahorristas su capital en casos como éste. (FIN/IPS/mgm/mj/if/98

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