La Conferencia de Desarme acordó hoy iniciar negociaciones para la concertación de un tratado de prohibición de la producción del material fisible que se emplea para la fabricación de armas nucleares.
Las potencias que poseen armas nucleares afirman que el veto debería establecerse a futuro, lo cual, según expertos, fortalecería la posición de Estados Unidos y Rusia, mientras los países no alineados reclaman que la prohibición se extienda también a la producción pasada.
Un comité especial se encargará de negociar la redacción del tratado multilateral, que deberá ser no discriminatorio y verificable internacionalmente mediante un sistema de vigilancia.
La decisión de este martes, adoptada por consenso de los 60 estados miembros del organismo, responde a las aspiraciones del grupo de los países occidentales, que en materia de desarme coinciden por lo general con las posiciones de las cinco potencias nucleares.
Sin embargo, la creación del comité ad hoc solo fue posible por una concesión del bloque de países no alineados, que en la Conferencia de Desarme actúa bajo la denominación de Grupo de los 21 (G-21).
El vocero del G-21 y embajador de Argelia, Mohamed-Sala Dembri, dijo que el grupo había mostrado su flexibilidad al aceptar la propuesta de establecer el comité.
Pero el objetivo primordial del bloque de no alineados continúa siendo el desarme nuclear, insistió Dembri.
Los no alineados pretenden que las cinco potencias nucleares (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia) acepten como prioridad la negociación de un programa para la eliminación de esas armas en un plazo determinado.
Por el contrario, las potencias pretenden, al parecer, aplazar el tratamiento de la eliminación del arsenal atómico y prefieren que la Conferencia de Desarme se concentre en otros asuntos, como las minas antipersonales y el empleo de las armas nucleares en el espacio extraatmosférico.
En atención a las demandas del G-21, el presidente de turno de la Conferencia de Desarme y embajador de Ucrania, Mykola Maimeskoul, se comprometió en una declaración a proseguir las consultas para encontrar enfoques comunes sobre el cese de la carrera armamentista nuclear y sobre el desarme nuclear.
Pero el comité especial encargado de negociar la prohibición del material fisible se enfrenta a una tarea ardua.
Rebecca Johnson, directora ejecutiva de The Acronym Institute de Londres, estimó que los problemas de las reservas de material fisible, del desarme nuclear y de la verificación anticipan que el comité tendrá que afrontar una serie de negociaciones prolongadas y difíciles.
El documento base de las negociaciones, un informe preparado en 1995 por el entonces embajador de Canadá ante la Conferencia de Desarme, Gerald Shannon, ya había adelantado las divergencias entre los países en relación con el material fisible.
Algunas delegaciones (las potencias nucleares) sostienen que el comité ad hoc solo deberá ocuparse de la producción futura del material fisible (plutonio, uranio altamente enriquecido y tritio).
En cambio, una mayoría de países, representados por el G-21, entiende que el alcance de un tratado de prohibición debe extenderse también a la producción pasada.
La prohibición de la producción futura congelaría las reservas de las tres potencias nucleares menores (China, Francia y Gran Bretaña), de las dos que desarrollaron esas armas este año (India y Pakistán) e Israel, que es capaz de producirlas, dijo Harald Muller, director del Peace Research Institute de Francfurt.
En cambio, tendría efectos insignificantes en las dos grandes potencias nucleares (Estados Unidos y Rusia) que disponen de enormes reservas y pueden emplear también el material fisible de las armas nucleares desmanteladas.
La complejidad de los intereses en juego se reflejará en las primeras sesiones del comité, cuando se negocie la designación del primer presidente del organismo, una posición clave para el futuro de las negociaciones, comentó una delegada latinoamericana.
El panorama de las negociaciones del desarme se complicó cuando India y Pakistán efectuaron en mayo pruebas con armas nucleares y alteraron el equilibrio entre las potencias.
Johnson comentó a IPS que la actitud de India, de mostrar intención de unir sus intereses a las cinco potencias nucleares pero trabajar al mismo tiempo con el G-21 "creará tensiones entre los no alineados". (FIN/IPS/pc/mj/ip/98