El conservador Andrés Pastrana se convertirá este viernes, tras lograr la mayor votación de la historia de Colombia, en el presidente de un país en el que la principal función de un mandatario "es conjurar crisis", según el saliente Ernesto Samper.
"Si pudiera aconsejar al nuevo presidente le diría: gaste su capital político el primer año" para sacar adelante una reforma constitucional que regule los partidos, facilite la gobernabilidad, flexibilice el manejo presupuestal y dé orden público, dijo Samper, del Partido Liberal.
Todos esos puntos integran el programa de gobierno de Pastrana, del Partido Conservador. La diferencia es el enfoque, que en el caso de la administración que concluye tuvo cierto tinte socialdemócrata y para la de Pastrana se vislumbra claramente neoliberal.
A fines de junio, en medio de la euforia que le produjo el triunfo con 6,4 millones de votos frente a los 5,4 millones del candidato del partido de gobierno, Horacio Serpa, Pastrana anunció que jugará sus principales cartas "en los primeros cien días de gobierno".
Ese es el período en el que prometió empezar a negociar con las beligerantes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con cuyo máximo comandante, Manuel Marulanda, conocido como "Tirofijo", sostuvo un encuentro el 9 de julio, alentando las promesas de paz.
La misma organización guerrillera desató en los días previos a la transmisión de mando una ofensiva en 17 de los 32 departamentos colombianos, con 40 ataques a bases militares de contrainsurgencia y antinarcóticos y estaciones de policía.
El resultado: 100 soldados retenidos, 40 muertos y 54 heridos solo en la base antinarcóticos de Miraflores, en el departamento del Guaviare (sudeste). En todo el país, los ataques habrían dejado 250 muertos entre soldados, policías y guerrilleros.
Por eso Samper, que el 7 de agosto de 1994 dedicó más de la mitad de su discurso de posesión a la paz y le ofreció a la insurgencia, como concesión, negociar en medio del conflicto, se muestra escéptico sobre lo que pueda lograr su sucesor en este complejo país de 37 millones de habitantes.
De hecho, él no logró nada en materia de paz. Al contrario: durante su gobierno se recrudeció el conflicto.
Resultado de la confrontación entre guerrillas de izquierda, grupos paramilitares de derecha y fuerzas armadas, los desplazados internos pasaron de 900.000 a casi dos millones, en los últimos cinco años.
El suyo fue el único gobierno de las dos últimas décadas en el que las aproximaciones con la guerrilla se paralizaron, como consecuencia de los cuestionamientos de ilegitimidad por la financiación de la mafia del cartel de Cali a la campaña que lo condujo a la presidencia.
Del narcoescándalo que rodeó el triunfo de Samper sobre Pastrana en 1994 se derivó la polarización de la sociedad colombiana, lo cual dejó en evidencia fisuras en la cúpula de la dirigencia nacional.
Así, el nuevo mandatario conservador, que ha prometido un gobierno de reconciliación, llega al poder acaballado no sólo en los votos de su partido sino, de manera decisiva, en los de los liberales que se distanciaron del gobierno de Samper.
Las recriminaciones entre los liberales que detentaron el poder 12 años consecutivos se han agudizado a raíz de las componendas para la conformación de las Mesas Directivas del Congreso.
Alentados por lo que puedan obtener del nuevo gobierno, muchos legisladores liberales declinaron el llamado a hacer "oposición patriótica", como les pidió Serpa, con lo que Pastrana lograría con relativa facilidad acuerdos con el Congreso.
Del legislativo depende que se apruebe una reforma política y el anunciado plan de ajuste económico para reducir el déficit fiscal que equivale a cinco por ciento del producto interno bruto.
En lo que calificó como índices "terribles', el ex presidente de la Bolsa de Bogotá, Carlos Caballero, se refirió este miércoles a al aumento del desempleo que pasó de 7,6 por ciento en 1994 a 15,8 por ciento en junio de este año.
"No solo se perdieron en el tiempo cuatro años. El país se deterioró en todos sus frentes", dijo Caballero, proclive al plan económico del nuevo gobierno.
De acuerdo con los análisis del economista, "el crecimiento mediocre de la economía colombiana en su conjunto señala que se requerirán ahora 23 años para duplicar el valor de la producción y algo así como 70 para duplicar el ingreso por persona".
Samper reconoce que el desempleo fue el gran fracaso de su período, que sus publicistas bautizaron en la campaña electoral de 1994 como " el tiempo de la gente".
Sin embargo, el presidente saliente reivindica el aumento de la cobertura de salud a 22 millones de personas y planes de capacitación, vivienda y suplementos alimenticios para 3,5 millones de los 20 millones de pobres que reconocen las estadísticas oficiales.
Otro de los puntos de contraste entre el gobierno que termina y el nuevo es el manejo de la política internacional.
Samper supeditó su gestión a la crisis política interna, a pesar de que asumió en un momento excepcional para Colombia, que coincidió, incluso, con un año del país en la presidencia del Movimiento de Países No Alineados (NOAL).
Las presiones y el aislamiento impuesto a Samper por Estados Unidos, que en julio de 1996 le retiró el visado de ingreso, contrastan con el manifiesto beneplácito por el triunfo de Pastrana, que a inicios de esta semana se entrevistó con el presidente Bill Clinton en Washington.
Pastrana y Samper tienen similitudes en su origen social, en la generación que representan e, incluso, en el signo del zodíaco (ambos son Leo), pero están distanciados por concepciones ideológicas diametralmente opuestas y llegaron al poder en momentos políticos muy distintos.
A favor de Pastrana juega el voto de confianza para que cumpla la lacónica consigna de su campaña, "El cambio es Andrés", y las ofertas de la comunidad internacional para apoyar, con mediación y dinero, un eventual proceso de paz.
En contra, una compleja realidad según la cual "cuatro años de gobierno en Colombia equivalen a 40 años en cualquier otra parte", como afirma, con conocimiento de causa, el saliente Ernesto Samper. (FIN/IPS/mig/mj/ip/98