El primer paso de la política de paz del nuevo gobierno de Colombia será ordenar el repliegue militar de cinco municipios exigido por la guerrilla para iniciar el diálogo, anunció el funcionario responsable de la negociación.
"El despeje será ordenado en los próximos 90 días", aseguró el Consejero de Paz, Víctor Ricardo, quien impulsó el primer contacto entre el presidente Andrés Pastrana y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor organización guerrillera del país.
Ricardo, quien asumió sus funciones este lunes, está a cargo del "Consejo de ministros para el proceso de paz", un organismo clave en la que se tomarán decisiones concretas para la solución del conflicto armado.
El consejero anunció que las iniciativas de paz serán estudiadas por el propio presidente, pero "todas las entidades del gobierno están comprometidas en la misma causa", por tratarse de una "política integral del Estado".
Pastrana afirmó el viernes pasado, al asumir la Presidencia, que la paz "será el hilo conductor" de su plan de desarrollo, que aspira sea una especie de "Plan Marshall", con el que Estados Unidos contribuyó a la reconstrucción de Europa tras la segunda guerra mundial.
Luego de su reunión con la cúpula de las FARC el 9 de julio pasado, Pastrana anunció que ordenaría el retiro de las fuerzas militares de cinco municipios del sudeste de Colombia, en los 90 días siguientes a su toma de posesión como presidente, como solicitaron las FARC para iniciar el diálogo con el gobierno.
Esta solicitud de las FARC fue respaldada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza guerrillera del país, que declaró abierto el proceso de paz el 15 de julio, con la firma del Acuerdo de la Puerta del Cielo.
"Lo que el presidente Pastrana prometió lo va a cumplir", aseguró Ricardo, en alusión al despeje militar, en una zona de 42.139 kilómetros cuadrados que comprende los municipios de La Uribe, Mesetas, Vistahermosa y La Macarena, en el departamento de Meta, y San Vicente del Caguán en el de Caquetá.
La ley colombiana prevé habilitar "regiones desmilitarizadas para efectos de paz". Pero la oposición de la cúpula del Ejército al despeje de una zona en la que confluyen guerrilla y narcotráfico, fue el mayor obstáculo que tuvo el ex presidente Ernesto Samper para iniciar la negociación con las FARC.
El tema del retiro del Ejército de la zona abrió un debate nacional en el que los opositores a Sanper subrayaban el "riesgo político" que corría el gobierno, al ceder de entrada a la guerrilla el control de una parte del territorio nacional.
En las Fuerzas Armadas se temía que las FARC aprovecharan el despeje militar para recuperar zonas actualmernte bajo control del Ejército, como La Uribe, donde tenía su sede el comando de la organización guerrillera, como se lo comunicaron los altos mandos a Pastrana antes de que asumiera la Presidencia.
Pero el investigador Alejo Vargas, de la estatal Universidad Nacional, dijo que el "capital político" con el que comienza Pastrana su gobierno evitará que se repita en el Ejército "el ruido de sables" que impidió la negociación con la guerrilla durante la gestión de Samper.
El ministro de Defensa, Rodrigo Lloreda, dio a conocer el domingo la nueva cúpula militar, que según el analista Luis Valencia, de la privada Universidad de los Andes, tiene un perfil más acorde con la política de paz que pretende impulsar el nuevo gobierno que la anterior.
Como comandante de las Fuerzas Armadas se nombró al general Fernando Tapias, experto en inteligencia militar, con una sólida formación intelectual. Tapias reemplaza al polémico general Manuel Bonett, quien durante el gobierno de Samper se opuso al repliegue militar.
El nombramiento de Tapias, quien tendría gran aceptación entre los mandos medios según analistas, buscaría también "elevar la moral de la tropa" tras los duros golpes recibidos durante la escalada guerrillera de la semana pasada, que dejó más de 200 muertos entre militares, guerrilleros y civiles. (FIN/IPS/yf/ag/ip/98