La rotura de diques a lo largo del río Yangtsé, tras las peores indundaciones en décadas en China, provocó la muerte de más de 1.200 personas a partir del fin de semana.
La mayoría de las víctimas, soldados, trabajadores y autoridades locales, trabajaban reforzando los diques cuando fueron arrastrados por las corrientes de agua.
La agencia estatal Xinhua informó que unos 3.200 diques del Yangtsé están al borde del colapso y que 1.800 sitios serían muy afectados.
"El control de las inundaciones a lo largo del Yangtsé continúa siendo extremadamente serio y se mantendrá así en el futuro", anunció Xinhua citando a un funcionario del Centro Estatal de Control de Inundaciones y Alivio de la Sequía.
Las autoridades decidieron el lunes dinamitar ciertos diques, sacrificando tierras arables y poblados enteros para salvar fábricas y ciudades.
En la provincia de Hubei, 11 diques fueron dinamitados, con pérdida de casi 50 millones de dólares, para proteger la ciudad de Wuhan, importante centro industrial de siete millones de habitantes.
La inundaciones de este año en el valle del Yangtzé afectaron a cinco provincias, dejando a millones de personas sin hogar, según cifras del Ministerio de Asuntos Civiles.
La cosecha de granos del verano (boreal) cayó a 11 por ciento y el costo económico hasta ahora se estima en unos 4.800 millones de dólares.
Cientos de miles de personas en las provincias de Hubei, Hunan y Jiangxi dependen ahora de la asistencia del gobierno y la entrega de arroz y medicinas.
Las aguas sitian la localidad de Huangpi, en la provincia de Hubei, a unos ocho kilómetros de la ciudad de Wuhan, y el nivel continúa elevándose tras el colapso de un dique la semana pasada.
En algunas áreas, sólo los techos de casas sumergidas y ramas de unos pocos árboles se ven en la vasta extensión de aguas amarillentas.
Las inundaciones en el Yangtsé tras la estación de los vientos monzones han sido especialmente dañinas este año, evocando recuerdos de las peores inundaciones del siglo en 1954, cuando unas 33.000 personas murieron y otros 10 millones resultaron afectadas.
"Tenía siete años entonces. El Yangtsé había subido tanto como ahora, pero los diques no eran tan altos ni tan sólidos y no pudieron resistirlo. Se rompieron y muchos murieron en Wuhan", recordó el campesino de Huangpi Deng hengli, de 51 años.
Este verano (boreal), alrededor de un millón de civiles y soldados fueron movilizados en la provincia de Hubei para luchar contra las crecientes aguas y evitar la repetición del desastre de 1954.
Pero después de un mes de continuas lluvias torrenciales, un pequeño aumento en los diques podría causar una catástrofe en la ciudad de Wuhan, que se ubica a ambas márgenes del Yangtsé.
Tras las intensas lluvias de la semana pasada, tres de las cinco principales avenidas de la ciudad quedaron inundadas, paralizando el tráfico y dejando aislado a Wuchang, parte de la triple metrópolis de Wuhan. (FIN/IPS/tra-en/ab/js/lp/en/98