China no disimula el interés por disminuir la influencia de Taiwan en el Caribe anglófono, pero algunos países como Granada siguen determinados a mantener su fidelidad a Taipei.
China logró un triunfo cuando Santa Lucía y Bahamas decidieron cambiar de bando y dejaron de respaldar a Taiwan, que acusó un duro golpe, pues su estrategia en la región consiste en acumular respaldo para ingresar a la Organización de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales.
Pero para países como Granada, que mantienen estrechos vínculos con Taiwan, el cambio de posición de otras naciones del Caribe significa que los recursos procedentes de ese país asiático serán repartidos entre un grupo más pequeño.
Taiwan tiene un claro interés por mantener sus relaciones con los pequeños estados del Caribe, y lo demuestra mediante la inyección de millones de dólares destinados a programas de cooperación.
La misión de Taiwan para el Caribe tiene sede en Granada, desde donde se distribuyen recursos hacia la región con el fin de financiar una gran diversidad de iniciativas, entre ellas el desarrollo de infraestructura.
Por su parte China, que en el pasado no fue tan generosa, cambió de actitud y aumentó su cooperación con el Caribe.
La rivalidad es palpable, y lo fue más aún a fines de julio en Granada, hasta donde llegó una delegación cultural china invitada por el opositor Partido Laborista Unido. El gobierno de Keith Mitchell, que recibe gran cantidad de ayuda de Taiwan, trató de hacerle la vida imposible a esta misión.
A la llegada tuvieron problemas de aduanas, y luego las autoridades prohibieron el uso de un centro de negocios de la capital para la actuación de los chinos, dado que el edificio "fue construido gracias a una sustancial ayuda de Taiwan".
"No aprobamos el uso de ningún edificio o recinto oficial, esa fue nuestra decisión", confirmó la portavoz del gobierno, Nancy McGuire, al referirse a la delegación cultural china, que finalmente se presentó en escenarios no gubernamentales.
Este "incidente diplomático" se produjo apenas un par de semanas después que el viceprimer ministro chino, Qian Qichen, visitó varias naciones del Caribe, donde firmó convenios de cooperación por 20 millones de dólares.
En Guyana, donde la delegación cultural china realizó sus presentaciones sin ningún problema, Qichen tuvo entrevistas con altos representantes del gobierno de Janet Jagan y firmó acuerdos por seis millones de dólares para una fábrica de bicicletas y proyectos agrícolas.
"Este gobierno agradece la ayuda económica, técnica y financiera que ha recibido de China durante los últimos años", declaró el primer ministro guyanés, Sam Hinds. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/lc-ml/ip/98