BRUNEI: La crisis asiática llega al sultanato

La crisis económica asiática llegó al pequeño sultanato de Brunei, rico en petróleo y hasta ahora habituado a ser noticia por su riqueza.

Además de la amenaza de recesión económica, se produjo un espectacular colapso de las corporaciones. De pronto, la situación ya no es color de rosa para los 350.000 habitantes del noroeste de la isla de Borneo.

La crisis entre el sultán Hassanal Bolkiah y su hermano menor, el príncipe Jefri, centró la atención sobre acusaciones de nepotismo en Brunei.

El mes pasado, la Amedeo Development Corp, que Jefri controlaba a través de su hijo Hakim, quebró en medio de rumores de enormes deudas. El fin llegó poco despúes que el gobierno dejara de volcar fondos para proyectos de infraestructura que Amedeo no logró finalizar.

Se estima que las pérdidas de Amedeo alcanzan 16.000 millones de dólares. El centro de sus negocios son el transporte y la construcción, pero también se dedica a la pesca, las telecomunicaciones y posee hoteles en el exterior.

Un anuncio oficial dijo el 2 de agosto que el sultán había desplazado a Jefri, ex ministro de Finanzas, de su puesto en la presidencia de Amedeo.

Una semana antes, el príncipe había perdido el control del brazo de inversiones en el exterior del Sultanato, la Agencia de Inversión de Brunei (BIA), y de un imperio de telecomunicaciones. La riqueza de de BIA se estima entre 40.000 y 60.000 millones de dólares.

Una audiencia ordenada por el sultán reveló este año desvío de fondos, pero los críticos afirman que las autoridades abandonaron el caso debido a los aristócratas involucrados.

El principal rival de Amedeo en Brunei es el grupo QAF Brunei, dirigido por el segundo hermano del sultán, Mohamed, quien es ministro de Relaciones Exteriores.

La distinción entre la riqueza de la familia real y los fondos del Estado no es clara, y la información sobre las finanzas de Brunei es difícil de obtener.

Pocas cuestiones sobre transparencia se planteaban durante los tiempos prósperos. Pero las señales de problemas como el colapso de Amedeo despiertan inquietud entre ciertos grupos, entre ellos contratistas y banqueros. Tras la caída de Amedeo, la construcción y la inversión se detuvieron.

La economía se ha apoyado en las altas ganancias del petróleo. Pero el precio del crudo cayó más de 30 por ciento en los últimos 12 meses, mientras la demanda cayó y muchos de los aliados más cercanos de Brunei en Asia están en problemas económicos.

Economistas extranjeros prevén que Brunei se sumerja en la recesión este año, debido a la caída de los precios del petróleo. Pocos turistas llegan al sultanato, y la renta de propiedades se debilitó a medida que más expatriados regresan al país.

La situación plantea preguntas sobre cómo la monarquía de Brunei haría frente a los efectos de la crisis asiática, que desató cambios económicos, financieros y políticos entre sus vecinos.

Pero la discusión pública y abierta sobre estos temas es escasa. El gobierno del sultán Bolkiah, cuyo 52 cumpleaños fue celebrado en julio con los mismos festejos exhorbitantes que tienen lugar cada año, deja poco espacio a la oposición política.

"La familia real domina la escena en un sistema muy feudal", dijo el analista Fan Yew Teng.

El político opositor malasio Syed Husin Ali, sostuvo que en Brunei "hay una negación total de la actividad política, sin democracia, y con el control autocrático absoluto del sultán y su familia".

El sultán es primer ministro, ministro de Defensa y ahora ministro de Finanzas.

Pero no muchos ciudadanos se quejan en medio de la buena vida. Con un flujo libre de petróleo y crecientes niveles de vida ubicadso en un producto interno bruto (PIB) por habitante de 23.000 dólares.

Los ciudadanos no pagan impuestos, y el empleo está prácticamente asegurado. Casi todos son funcionarios públicos, con acceso a préstamos para vivienda y automóviles libres de interés, y servicios médicos y educación gratuitos.

El sultán Hassanal figura en el tercer puesto de la lista de la revista Forbes de personas más ricas del mundo, con una fortuna personal estimada en 36.000 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/an/js/lp/if ip/98

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