BRASIL: Mosca blanca moviliza a científicos ante daños agrícolas

La mosca blanca, una de las peores plagas agrícolas del siglo, es objeto de un esfuerzo de emergencia de centros de investigaciones en Brasil y de los entomólogos que se reúnen en congreso nacional la semana próxima.

El insecto, presente en 18 de los 26 estados brasileños, ya provocó pérdidas estimadas en 700 millones de dólares por la estatal Empresa Brasileña de Investigaciones Agropecuarias (Embrapa), que busca coordinar una acción conjunta.

La mosca blanca, cuyo nombre científico es Bemisia argentifolii, fue identificada hace más de un siglo, pero merecía escasa atención porque afectaba pocas especies y no constituía una amenaza grave para la producción agrícola.

Pero por alguna transformación se hizo más agresiva y amplió su área de acción. Hoy se sabe que ataca a más de 700 tipos de plantas y se disemina rápidamente por el mundo, reduciendo la producción agrícola en miles de millones de dólares.

Algodón, numerosas frutas, legumbres y hortalizas son los principales blancos del insecto en Brasil, donde proliferó sobre todo en la región noreste, que frecuentemente sufre también pérdidas agrícolas por sequías prolongadas, como la de este año.

Su gran reproducción y capacidad de desplazamiento, de siete kilómetros por día, formando "nubes de insectos", hacen que muchos la consideren "la plaga del siglo".

La lucha en Brasil, en lo inmediato, consistirá en combinar el uso de veneno y el control biológico, buscando contener su expansión, dijo la entomóloga Maria Regina Vilarinho, del Centro de Recursos Genéticos y Biotecnología, uno de las decenas de institutos coordinados por Embrapa.

La plaga ya fue tema de un seminario internacional que reunió hace tres meses a unos 300 expertos en Fortaleza, en el noreste de Brasil. Los investigadores recomendaron un "manejo integrado", con uso de varios medios para controlar el problema.

No se prevé su erradicación en el futuro inmediato. Estados Unidos "ya convive con esta plaga hace 12 años", observó Vilarinho, porque la mosca adquiere rápida resistencia a nuevos productos químicos empleados en combatirla.

El investigador estadounidense David Akkey estimó en al menos 2.000 millones de dólares las pérdidas provocadas en su país por la mosca blanca, aunque en algunas regiones se la considera controlada.

La pequeña mosca blanca, de ocho a nueve milímetros de largo, vive de tres a cuatro semanas en temperaturas cercanas a 25 grados. Chupa la savia de las plantas, provocando su muerte o baja producción y también transporta virus dañinos para la agricultura.

De esa forma, en Brasil ha generado pérdidas que varían de 30 a 100 por ciento en frutas y hortalizas. El algodón perdió cotización en el mercado debido a que sus fibras fueron alteradas por la plaga.

La mosca será objeto de discusión en el XVII Congreso Brasileño de Entomología, que se realizará en Río de Janeiro del domingo al viernes próximos, con la asistencia de unos 1.500 científicos e investigadores de todo el mundo y 1.025 estudios.

Prestará atención también a otros insectos, como la langosta, que ataca a la agricultura en el centro y el oeste de Brasil.

Su presidente, Eurpedes Barsanulfo Menezes, profesor de la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro, es un experto en termes, que en su opinión constituyen el gran peligro del próximo milenio, y mencionó los daños que están provocando en el sur de Estados Unidos, evaluados en 1.000 millones de dólares al año.

Pero son muchos los insectos benéficos, cuya existencia permite un equilibrio biológico e incluso el control de las plagas, y también serán objeto de atención en el Congreso, señaló el científico. (FIN/IPS/mo/ag/if-en/98

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