/BOLETIN-DD HH/ KENIA: Los homosexuales son invisibles

Líderes africanos como el primer presidente de Kenia, Jomo Kenyatta, o el actual mandatario de Zimbabwe, Robert Mugabe, han afirmado que el sexo entre hombres es "antiafricano" y sólo ocurre en el continente cuando hay una perniciosa influencia occidental.

El actual presidente de Kenia, Daniel Arap Moi, está de acuerdo. "En este país no hay espacio para homosexuales ni lesbianas. La homosexualidad es contraria a las normas y tradiciones africanas y la religión la considera un pecado", dijo el mandatario en entrevista con el "Daily Nation".

Pero también es cierto que en el continente existen redes de hombres que tienen relaciones con otros hombres. Y en Kenia, donde la homosexualidad es un delito, ya comienzan a escucharse sus voces.

Es difícil precisar el número de este tipo de hombres. El psiquiatra Frank Njenga, quien participa en actividades del combate al sida, destacó que "una gran cantidad de hombres homosexuales fingen ser heterosexuales ante la sociedad, para poder encajar en ella".

En Kenia, al igual que en todos los países en desarrollo, las relaciones sexuales entre hombres tienen una influencia limitada pero muy precisa en las estadísticas de sida. Sin embargo, el impacto no se limita a los hombres y alcanza también a las mujeres con las cuales se casan para evitar la condena social.

De acuerdo con el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), menos de cinco por ciento de los casos registrados en Kenia son atribuibles a transmisión sexual entre hombres.

Pero estudios realizados por la Fundación de Investigación Médica Africana (AMREF) sobre la transmisión de sida entre los camioneros demostraron una importante actividad homosexual, en especial entre adultos y menores de 12 a 16 años.

Este tipo de investigaciones, sumadas a evidencias de carácter anecdótico, revelan que la homosexualidad en Kenia es más común de lo que se piensa.

AMREF trata de determinar cuáles son las vías de contagio del virus, con el fin de desarrollar estrategias para combatir la transmisión. Uno de los médicos de la organización, de apellido Nduba, comentó que "es necesario investigar la homosexualidad, pero preferimos apartar la vista de la realidad".

"El sexo entre hombres no sólo es frecuente entre los jóvenes, sino que también está de moda. Así como les gusta usar aros, se interesan por experimentar con relaciones homosexuales", aseguró el representante del Consorcio de Organizaciones no Gubernamentales para el sida, All an Ragi.

"Ya no se trata de una orientación personal, sino que forma parte de un 'estilo de vida lujoso' ", sostuvo.

Ragi dijo que el sexo entre hombres se practica en cárceles, cuarteles, internados y universidades de toda Kenia. Afirmó además que muchos hombres comparten su casa debido a necesidades afectivas y físicas, aunque parezca que lo hacen por motivos económicos.

Otro tipo de interacciones son más abiertas. No muy lejos de la Universidad de Nairobi, un grupo de jóvenes que se autocalifican como "gays" se reúnen en forma periódica.

Pero lo normal en Kenia es que los homosexuales traten de mantener su opción sexual en secreto.

El único lugar del país donde el tema es tratado abiertamente son algunas regiones costeras, donde incluso existe el matrimonio tradicional entre hombres precedido por un ritual similar al de las jóvenes, en el cual los jóvenes reciben capacitación para el matrimonio a cargo de un adulto experimentado.

En el resto del país, los homosexuales se consideran obligados a casarse con mujeres. Algunas de estas esposas están al tanto, pero otras no se enteran nunca. Y las que lo descubren recurren a especialistas en busca de consejo, esperan que su marido cambie con el tiempo o, si tienen recursos, los abandonan.

Aún no se ha precisado cuál es el riesgo que corren estas esposas de contraer sida de sus maridos.

Los tabúes relacionados con el sexo entre hombres limitan las iniciativas para impartirles educación y apoyo relacionado con la prevención del sida. Por esa razón, son muy pocos los que usan condón en forma regular. Y tampoco lo hacen con sus esposas, para evitar sospechas.

Con frecuencia, los contactos sexuales de este tipo de matrimonios son muy escasos, pero basta una relación para transmitir el virus, cuando no se usa preservativo.

Si bien las autoridades admiten el impacto de este tipo de conducta en la epidemia del sida, no existe un reconocimiento oficial sobre el papel de los homosexuales que pueden contraer o diseminar el VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida).

El asesor residente de ONUSIDA, George Tembo, reconoció que su organización aún no se ocupa de hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres. "Es difícil contactar a los homosexuales, es necesario que salgan de su escondite para poder atenderlos".

Un documento adoptado en forma unánime por el parlamento de Kenia en 1997 admite que "grupos como los salvavidas, vigilantes, soldados, prisioneros y choferes de camión pueden tener relaciones casuales dado que las circunstancias suelen mantenerlos separados de su pareja sexual habitual".

"Este factor los hace aún más vulnerables al sida", destacó ese documento.

Pero una funcionaria del Ministerio de Salud, Maina Kahindo, consideró que en el caso del sida, la homosexualidad "no debería consumir nuestros recursos", pues existen otro tipo de factores de riesgo "que afectan a la mayoría de nuestra población y por lo tanto son más urgentes". (FIN/PANOS/tra-en/wk/dds/lc-ml/hd-he/98) —— (*) IPS pone a disposición de sus suscriptores este material por un acuerdo de distribución con la institución internacional de comunicación Panos Features, de Londres

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