La propuesta de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de canjear los soldados que tienen prisioneros por presos políticos del grupo es controvertida pero viable, afirmaron algunos expertos.
Para Augusto Ramírez, ex canciller y miembro de la Comisión Nacional de Conciliación (CNC), lo ideal sería que el canje fuera resultado de la culminación del proceso de paz, pero se pueden establecer mecanismos para que el hecho se produzca a través de "acuerdos serios entre las partes".
Ramírez dijo a IPS que en 1985 se produjo una amnistía de guerrilleros previa al proceso de paz con el Movimiento 19 de Abril (M-19) que se frustró en esa ocasión y terminó con una tragedia.
En esa oportunidad, el M-19, hoy un partido político legal, ocupó el Palacio de Justicia para denunciar el incumplimiento de los acuerdos por parte del gobierno y fue atacado por el ejército con un saldo de cerca de 100 muertos entre magistrados, funcionarios judiciales e insurgentes.
Ramírez deduce, por el contenido de la carta del líder de las FARC, Manuel Marulanda, también conocido como Tirofijo, y por conversaciones que mantuvo con la cúpula de la organización, que "ellos sinceramente buscan la paz por medio de una negociación".
Afirmó, no obstante, que el país va a tener que iniciar lo que algunos denominan "la tregua de la palabra", es decir, "no seguir agrediéndose verbalmente los unos a los otros".
Ramírez, ex representante de la Organización de las Naciones Unidas en el proceso de paz de El Salvador, dijo también el viernes que las partes tendrán que empezar a hacer demostraciones de paz, porque "desarrollar conversaciones en medio de la guerra va a ser complicado".
El delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC) para Colombia, Pierre Gassman, explicó que el canje de guerrilleros presos por soldados no está admitido en el derecho internacional humanitario, "pero sí por algunas normas para guerras externas e internas".
"Suponemos que en Colombia debe haber una decisión jurídica que permita el cambio de los soldados retenidos por presos políticos", afirmó Gassman.
Según algunos analistas, el canje de soldados retenidos por presos políticos no es viable, porque el término "prisionero de guerra" no esta contemplado en el sistema jurídico.
Pero otros afirman que es posible aprobar una ley de indulto o amnistía para los presos políticos en el marco de un proceso de diálogo con la insurgencia.
Alfredo Rangel, asesor de Seguridad Nacional del saliente gobierno de Ernesto Samper, dijo que "el problema no es jurídico sino político" ya que es posible aprobar un indulto para los guerrilleros. Pero las consecuencias que éste canje podrían tener para el Estado son impredecibles, advirtió.
Las FARC pidieron al Congreso tramitar una ley que permita canjear sus presos por los miembros de las Fuerzas Armadas que tienen retenidos, que superarían los 200.
La propuesta fue protocolizada por Marulanda en una carta enviada este jueves al presidente del Congreso, Fabio Valencia.
Marulanda pidió al Congreso que, "en un gesto humanitario" y en nombre de los familiares de soldados y guerrilleros, tramite la ley que permita el canje.
"Estamos convencidos de que si aceptan nuestra propuesta y la convierten en ley de la República muy pronto saldrán los soldados de las montañas y los guerrilleros de las cárceles", afirma el jefe de las FARC.
Marulanda indicó que éste sería el comienzo para crear el ambiente "necesario para alcanzar la paz" y pidió a los congresistas no ser "inferiores a este propósito".
Valencia indicó que el congreso estará dispuesto a colaborar en materia de paz, pero que el asunto está a cargo exclusivamente del presidente Pastrana.
Víctor Ricardo, asesor de paz, afirmó al tomar posesión de su cargo que el gobierno de Pastrana, que comenzó el 7 de agosto, estudiaba la posibilidad de que el canje, planteada por algunos portavoces de las FARC.
Entre los prisioneros de las FARC figuran 61 militares retenidos en marzo en un ataque del grupo insurgente a una base del ejército en las selvas del Caguan, en el sur, y 134 capturados en la escalada de comienzos de agosto en Meta y Guaviare, en el sureste.
Según organismos de seguridad, las FARC tienen en las cárceles del país 735 guerrilleros, pero el mayor interés estaría en liberar a 12 de sus principales cuadros.
El detenido más importante sería Yezid Arteta, del Estado Mayor de las FARC, considerado el hombre de confianza de Manuel Briceño y el segundo al mando en la cúpula de la organización.
También figuran Raúl Suárez, jefe del frente 54, Ever Ortiz, al mando del frente 45, Ignacio González, coordinador de grupos urbanos en Cundinamarca (centro), Daniel Pinto y Jairo González. (FIN/IPS/yf/mj/ip hd/98