/BOLETIN-DD HH/

Campesinos desplazados por la violencia se reunieron con el presidente de Colombia, Andrés Pastrana, mientras surgen denuncias de que los paramilitares que los expulsaron de sus hogares son financiados por transnacionales mineras.

Ocho delegados de unos 5.000 desplazados, la mayoría refugiados en la ciudad de Barrancabermeja, en el noreste de este país, se reunieron el jueves con Pastrana para exponerles la situación que sufren hace 60 días.

Los campesinos, procedentes del departamento de Bolívar, en el norte de Colombia, denunciaron que debieron abandonar sus viviendas ante las amenazas de grupos paramilitares que los consideran colaboradores de la guerrilla.

Tras dos horas de reunión, se acordó iniciar el viernes en Barrancabermeja un proceso de recolección de denuncias y propuestas de los desplazados en esta ciudad.

Pastrana pidió a los representantes de los desplazados "un poco de paciencia", porque, dijo, el problema que afrontan no es de fácil solución.

El desplazamiento interno es, según la directora de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, Almudena Mazarraza, uno de los principales problemas que causa el conflicto.

Más de un millón de colombianos abandonaron por la fuerza sus hogares debido a la guerra en la última década, según diversos informes.

Mientras la comisión se reunía con Pastrana, otros 250 desplazados ocuparon en Bogotá la Plaza de Bolívar para pedir al Congreso ubicado enfrente una audiencia con el fin de exponer su situación.

Para evitar la ocupación de la Catedral, a un costado de la plaza, las autoridades eclesiásticas ordenaron su cierre.

Los campesinos denunciaron que multinacionales dedicadas a la explotación del oro en el sur del departamento de Bolívar son las responsables de la creación y financiamiento de los grupos paramilitares que los expulsaron de sus viviendas.

Los campesinos no dieron nombres, pero indicaron que empresas de Estados Unidos y Gran Bretaña patrocinan a los paramilitares para apoderarse, mediante la intimidación, de los terrenos donde se ubican los yacimientos.

"Hacemos presencia en el Congreso para decirle una vez más al gobierno que ya llevamos dos meses en esta situación y no hemos recibido ninguna atención", dijo Edgar Quiroga, líder de los desplazados.

Quiroga afirmó que no abandonarán la capital hasta lograr que se les garanticen condiciones mínimas de seguridad. (FIN/IPS/yf/mj/hd/98

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