Familiares de las víctimas de la Operación Albania, en que fueron asesinados 12 jóvenes en 1987, dijeron que el ex dictador Augusto Pinochet debería ser enjuiciado, como responsable político del sistema de represión que se implantó en Chile.
Los familiares de los 12 miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) valoraron la labor del juez especial que investiga el caso, Hugo Dolmestch, e hicieron un llamado el martes pasado a la comunidad internacional para que respalde su labor.
El magistrado citó a declarar, como inculpado, al general retirado Hugo Salas Wenzel, director en 1987 de la Central Nacional de Informaciones (CNI), que llevó a cabo la Operación Albania entre el 15 y 16 de junio de 1987.
La acción represiva, conocida también como "Matanza de Corpus Cristi", consistió en cuatro operativos realizados en menos de 18 horas en cuatro lugares diferentes de Santiago por miembros del Ejército y policías adscritos a la CNI.
Dolmestch se hizo cargo en abril del proceso que estuvo retenido 11 años en la justicia militar y el 27 de julio formuló cargos contra cuatro oficiales del Ejército y uno de la policía de Carabineros, implicados en siete de los 12 crímenes.
"Tememos maniobras que entorpezcan el proceso, e incluso que el juez Dolmestch pueda ser amedrentado, porque los inculpados son de mucha notoriedad", señaló Adriana Pohoresky, madre de Ignacio Valenzuela, el primer asesinado en la operación.
Pohoresky recordó que autoridades dictatoriales de la época, como el ministro de la Secretaría de Gobierno, Francisco Javier Cuadra, y el procurador Ambrosio Rodríguez, se confabularon para hacer aparecer las muertes como consecuencia de enfrentamientos armados entre guerrilleros del FPMR y la CNI.
El general Fernando Torres Silva, fiscal del Ejército, avaló también la versión del enfrentamiento, luego de que Salas Wenzel se reuniera el 19 de junio con Pinochet para entregarle un informe de los hechos, agregaron los familiares.
"Hasta donde pueda llegar el proceso será un hecho fáctico. Pero hasta donde debiera: hasta las últimas consecuencias, hasta el máximo responsable de los 12 crímenes", indicó Pohoresky.
"Este máximo responsable es Pinochet, como jefe del gobierno. Este fue un crimen político, no fue un asesinato pasional", puntualizó Raquel Arias, hermana de uno de los tres asesinados en el tercero de los cuatro operativos de la CNI.
Pinochet, quien el 11 de marzo último dejó la comandancia del Ejército tras casi 25 años para asumir como senador vitalicio, era no sólo el jefe de gobierno, sino también el superior castrense de los jefes de la CNI.
"En la Operación Albania hubo al parecer dos objetivos: desarticular al FPMR, que ganaba creciente apoyo, y al mismo tiempo imponer el miedo a la población con el terrorismo de Estado", señaló Jorge Cabrera, padre de la víctima más joven de la Operación Albania.
Su hija, Esther Cabrera, de 22 años, fue baleada junto a otros seis miembros del FPMR en una casa de la calle Pedro Donoso del municipio de Recoleta, en el sector centro-norte de Santiago.
Todas las víctimas de la calle Pedro Donoso fueron detenidas previamente por agentes de la CNI, torturadas en los cuarteles de esa organización represiva y luego llevadas al lugar, donde fueron baleadas a mansalva, indicó Cabrera. (FIN/IPS/ggr/ag/hd/98