El proceso de concentración de medios de comunicación en Argentina, básicamente dominados por dos grupos económicos, es considerado por periodistas la principal amenaza a la libertad de expresión.
Según una investigación realizada por la Universidad Austral y la encuestadora Sofres Ibope sobre la base de consultas a 131 periodistas, 81,7 por ciento cree que su libertad de expresión está amenazada por la concentración de la propiedad de los medios.
La misma razón está detrás del sorpresivo cierre del diario Perfil, ocurrido el 31 de julio después de apenas tres meses de circulación, según más de 300 trabajadores despedidos que mantienen ocupadas las instalaciónes del rotativo.
Los argumentos para el cierre intempestivo fueron el bajo nivel de ventas (unos 30.000 ejemplares) para un diario que se proponía llegar a ser en dos años el de mayor circulación del país. Pero los periodistas que allí trabajaban sospechan otras razones.
La Editorial Perfil, que cuenta con una decena de revistas además del diario cerrado, habría recibido en julio una oferta de compra por parte de la Editorial Atlántida, que tiene otra decena de revistas e integra el mayor grupo multimedios de Argentina.
Una ex periodista de Perfil que reclamó reserva de su identidad reveló a IPS que el director y dueño del periódico, Jorge Fontevecchia, se había reunido días antes del cierre con directivos del Citicorp Equity Investment (CEI), que en marzo absorbió la editorial Atlántida.
Tras la reunión, Fontevecchia, que se jactaba de la independencia de su nuevo diario, reclamó a la sección Economía frenar información relativa al CEI y postergar la publicación de un artículo sobre el próximo cierre de una de las revistas de la Editorial Atlántida.
Ante la denuncia de los periodistas despedidos, Fontevecchia no negó haberse reunido con miembros del grupo multimedios, y también lo admitieron los dueños del CEI, aunque por el momento prefirieron no dar detalles acerca de los motivos del acercamiento.
La fuente consultada estimó que el CEI habría propuesto comprar la Editorial Perfil a cambio del cierre del periódico. Ante esta amenaza, los periodistas de las revistas de la editorial temen una eventual fusión que declararía a muchos de ellos como prescindibles.
En la primera semana de este mes, mientras los trabajadores del diario Perfil mantienen ocupadas las oficinas del periódico, los trabajadores de las revistas de la editorial se sumaron a las asambleas y a las protestas de los despedidos.
El CEI es una sociedad inversora de capital argentino y extranjero que tiene como principal accionista al Citibank.
Asociado también a Telefonica Internacional, tiene la mayoría accionaria de Telefónica de Argentina y controla empresas de televisión por aire, cable, radios, revistas y periódicos más que ningún otro grupo multimedios.
A través de Telefónica también es parte de una serie de empresas de telefonía, radiollamadas, televisión satelital y otros servicios de telecomunicaciones.
De los cinco canales de aire que hay en Buenos Aires, uno está bajo control estatal (ATC) y otro, el 13, pertenece al Grupo Clarín, editor del diario del mismo nombre y dueño de la empresa de televisión por cable Multicanal. Los tres restantes están bajo dominio del CEI. Se trata de Telefé, Canal 9 y América TV.
El CEI controla, además, siete canales del interior de Argentina, una radio perteneciente a uno de los canales adquiridos, 20 por ciento de la empresa de Torneos y Competencias, que tiene los derechos de televisación del fútbol y otros medios de comunicación, y domina Cablevisión y VCC, dos compañías de cable.
Una de sus últimas adquisiciones había sido la Editorial Atlántida, perteneciente a la familia Vigil, que maneja una docena de revistas. La mayoría de esas publicaciones tenía su versión en la editorial competidora, Perfil, que ahora podría ser absorbida de manera de controlar el mercado.
Desde que comenzó este proceso, legisladores del oficialismo y de la oposición, asisten azorados a la concentración de la propiedad de los medios.
Apenas aciertan a prometer que debatirán e investigarán si el CEI, que se extiende como un verdadero pulpo, está incurriendo en oligopolio, con el peligro que ese fenómeno implica cuando se trata de medios de comunicación. (FIN/IPS/mv/mj/cr/98
