La amenaza de extinción pesa sobre una décima parte de los árboles conocidos en todo el mundo, advirtieron tres organizaciones conservacionistas internacionales.
Los mayores peligros, que procden principalmente de la tala indiscriminada, de la agricultura, de la expansión de asentamientos, del pastoreo y de la quema, se concentran en más de 8.750 de las especies reconocidas, que oscilan entre 80.000 y 100.000.
La alarma fue propagada por representantes del Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación (WCMC), de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Unas 2.500 especies se encuentran bajo amenaza muy seria, previno Mark Collins, del WCMC. Esas especies están en peligro crítico y afrontan riesgo de extinción en una o dos generaciones, precisó.
Las tres entidades conservacionistas presentaron el martes pasado el libro "Lista de árboles amenazados en el mundo", preparado por el WCMC en colaboración con la Comisión de Supervivencia de Especies de la IUCN.
De algunas especies, consigna la publicación, solo queda un ejemplar en todo el mundo. De otras 18 especies únicamente se conservan árboles en jardines botánicos, pues han desaparecido de la vida silvestre.
Los ejemplares únicos son de "Carpinus putoensis", ubicado en la isla Putuo del archipiélago chino de Zhoushan, de "Holmskioldia gigas", localizado en la reserva Ngarama de Tanzania, y del "Dyiospyros angulata", que se encuentra en Mauricio.
El libro fue distribuido en Ginebra, donde sesiona esta semana el Foro Internacional sobre Bosques (FIB), una reunión multilateral que examina las medidas que los gobiernos pueden adoptar para afrontar la crisis forestal.
Un informe distribuido por la Organización de las Naciones Unidas con motivo de la reunión del FIB estimó en 11,3 millones de hectáreas la superficie de bosques, la mayoría tropicales, que se pierde cada año en el mundo.
En los trópicos se encuentran 80 por ciento de los árboles de todo el mundo. En seis países de esa región, Bolivia, Brasil, República Democrática del Congo, Indonesia, Malasia, México y Venezuela, se concentran 50 por ciento de las pérdidas anuales de bosques tropicales.
Sin embargo, observó Collins, no debe olvidarse que el comercio de madera es universal y que los patrones de consumo y de uso de la madera constituyen una cuestión mundial.
Las maderas que se compran en América del Norte o en Europa pueden afectar las especies del otro extremo del mundo, dedujo el experto del WCMC.
Los investigadores consultaron a las personas relacionadas con el sector forestal sobre las causas principales de la desaparición de los bosques.
Una cuarta parte de las respuestas identificó la tala como la amenaza más importante. Alrededor de una quinta parte de los árboles corren peligro por efecto de la agricultura, mientras que para otro 15 por ciento, el riesgo es la expansión de los asentamientos humanos.
Otras causas, en orden decreciente, de desaparición de los árboles son el pastoreo, la quema, las plantas invasoras, el manejo de los bosques, el uso local, la minería y la exploración y el turismo.
La situación es alarmante porque a la la pérdida de especies de árboles se suman los grandes incendios extendidos por todo el mundo en los últimos años, advirtió Jean-Paul Jeanrenaud, del WWF.
Esos fenómenos desmuestran que los bosques, de por sí manejados en general de manera deficiente, se encuentran bajo amenazas que nunca se habían visto, dijo.
La responsabilidad de tomar medidas corresponde a los gobiernos, pero también a las organizaciones no gubernamentales y los miembros singulares de la población, estimó Jeanrenaud.
Algunos gobiernos han asumido actitudes positivas, opinó el experto del WWF, como el compromiso de 22 países de proteger un mínimo de 10 por ciento de sus bosques para el 2000.
Se trata de Argentina, Armenia, Australia, Austria, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, China, Eslovaquia, Grecia, Lituania. Malawi, Mozambique, Nueva Zelandia, Nicaragua, Rumania, la República Rusa de Sakha, Túnez, Uzbekistán y Vietnam.
El gobierno de Holanda financió la preparación del libro sobre los árboles en extinción a través de la Dirección de Cooperación del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El responsable del área de cooperación para el desarrollo de la cancillería holandesa, Ton van der Zon, dijo que los programas de ese organismo favorecen la utilización sustentable de los bosques y la certificación de la madera tratada con esos criterios. (FIN/IPS/pc/ff/en/98