Los países no alineados apelaron a la comunidad internacional para que acuda en auxilio de los sectores forestales de las naciones asiáticas afectadas por la crisis económica.
Un representante del Movimiento de Países No Alineados y China (NOAL), el embajador indonesio Arizal Effendi, transmitió la inquietud derivada de la relación entre la actual crisis financiera en varias partes del mundo y la supervivencia de los bosques.
Effendi pidió una intervención del Foro Intergubernamental sobre Bosques (FIB) que comenzó el lunes pasado en Ginebra un período de dos semanas de sesiones.
El FIB y otras instituciones relacionadas deberían realizar esfuerzos para estudiar, controlar y crear planes de prevención destinados a aliviar la situación de los países forestales alcanzados por la crisis, dijo el representante de los no alineados.
En pocos meses, muchas de las más dinámicas economías de Asia del este y del sudeste cayeron en una recesión que afecta seriamente los avances hacia la utilización sustentable de los bosques para el comercio forestal, advirtió el NOAL.
El FIB tiene por misión estudiar la concertación de un consenso sobre mecanismos internacionales, tales como instrumentos legalmente vinculantes, que permitan alcanzar el objetivo de la utilización sustentable de los bosques.
La pérdida anual de bosques tropicales asciende a 12,6 millones de hectáreas. Debido a las plantaciones de reforestación en otras regiones, la pérdida total en el mundo se reduce a 11,3 millones de hectáreas, equivalentes a la superficie de Honduras.
Las cifras de 1980, cuando se perdieron 12,8 millones de bosques tropicales, demuestra que la tendencia a la destrucción forestal se mantiene en la práctica sin variantes.
El NOAL expresó preocupación especial por la situación de la mayoría de los países en desarrollo, englobados en la categoría de "baja cubierta boscosa", en los que habita la mayoría de la población mundial.
Los países de baja cubierta boscosa dependen de otras naciones para atender sus necesidades de productos y servicios forestales, incluidos madera, leña y fibra.
La comunidad mundial debe tener en cuenta el grave impacto del comercio y de otros aspectos de las políticas económicas y comerciales internacionales sobre los esfuerzos de esos países por ampliar y rehabilitar su cubierta boscosa, dijo el NOAL.
Los no alineados recordaron que uno de sus objetivos principales en materia de comercio y ambiente es el estímulo a todos los países para que intercambien productos procedentes de bosques manejados de forma sustentable.
El papel del comercio internacional de productos forestales resulta importante para la promoción de la utilización sustentable de los bosques, insistió Effendi.
El NOAL elogió a la Organización Mundial del Comercio (OMC), institución intergubernamental que promueve la liberalización de la economía y del intercambio, porque alienta a sus estados miembros a reducir las barreras arancelarias y no arancelarias en el comercio forestal.
En ese empeño, advirtió el NOAL, la OMC debe concentrarse en detener la proliferación de nuevas barreras al comercio de productos forestales, como las empleadas para restringir las exportaciones de los países en desarrollo.
En materia de financiación, los no alineados recordaron los compromisos asumidos de aportar recursos financieros nuevos y adicionales a los países en desarrollo para permitirles utilizar, conservar y desarrollar sus recursos forestales.
La asistencia debe concentrarse no solo en los países con extensos bosques tropicales lluviosos sino también en aquellos con baja cubierta boscosa que necesitan rehabilitar los bosques deteriorados y las tierras áridas y aumentar la oferta de productos forestales para atender la demanda creciente.
El grupo de no alineados constató con preocupación que en la actualidad el flujo de asistencia al desarrollo destinado a actividades forestales alcanza apenas a una cuarta parte del monto estimado por la Agenda 21, el compromiso asumido en la Cumbre de Rio de Janeiro de 1991. (FIN/IPS/pc/mj/en/98