"Amaneció de golpe", una película que recrea el primero de los dos cruentos alzamientos militares de 1992 en Venezuela, podría haber sido sólo un filme que buscara el juicio de críticos y espectadores en festivales y salas de cine.
Pero la polémica sobre la última aventura del cineasta Carlos Azpúrua comenzó antes de la fecha de su estreno, el 16 de septiembre, porque se proyectará en la campaña para los comicios presidenciales de diciembre, en la que aparece como favorito el líder golpista de entonces, el militar retirado Hugo Chávez.
Antes de que comience a exhibirse simultáneamente en Caracas y otras cinco ciudades del país, la película participará en el Festival de Montreal, donde será proyectada el 2 de septiembre, dijo a IPS el presidente del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), Abdel Güerere.
Después seguirá su camino este año por los festivales de Biarritz, Mar del Plata, Huelva y La Habana.
"Nadie quería que esto pasara, estábamos tan mal, tan mal que fue la rabia", dice el personaje de Gertrudis, interpretado por Elba Escobar, una de las actrices venezolanas mejor consideradas por la crítica, en la frase final de la película, de 90 minutos.
Ella, en realidad, ha pasado la noche ajena a lo que sucedía, asistiendo a un familiar con un posible ataque de peritonitis, al que a lo largo de la cinta trata de llevarlo junto con su mujer a un hospital desde la empinada barriada pobre donde viven.
Gertrudis, espectadora y víctima de la situación, representa al pueblo junto con la esposa del enfermo, confiada siempre en que todo terminará bien y resignada ante cada fracaso de llegar a un hospital. Son los contrapuntos humanos de un guión donde nadie se salva y la cuestión radica en quien queda peor parado.
El libreto tiene la mano inconfundible de José Ignacio Cabrujas, definido alguna vez como la conciencia crítica de Venezuela, y terminó por ser su testamento, ya que el escritor falleció de un ataque cardiaco en 1995, a los 58 años.
Cabrujas fue autor de algunas de las telenovelas más emblemáticas del país, como "La señora de Cardenas", "La Dueña" o "La dama de rosa", piezas teatrales como "El día que me quieras", numerosos guiones cinematográficos, montajes de ópera y artículos de opinión de obligada lectura.
Azpúrua insiste en que la película no trata sobre el intento de golpe en sí mismo, sino que "habla de las emociones y reacciones de un conjunto de personas que se encuentran involucradas sin querer en el acontecimiento".
Pero mientras el director subraya que ni él, ni mucho menos Cabrujas, intentaron una apología del abortado alzamiento del 4 de febrero de 1992, también asegura que la película "expresa el dilema de una sociedad con una clase política que hizo degenerar el proyecto democrático del país".
Con esta posición, Azpúrua se acerca a su papel de diputado de Patria Para Todos, uno de los grupos que integran el Polo Patriótico que respalda la candidatura de Chávez, quien aspira llegar por las urnas a donde fracasó como líder de un alzamiento.
Azpúrua, conocido por documentales de denuncia como "Caño Mánamo" o "Amazonas, el negocio de este mundo", recibió 11 premios en festivales internacionales por "Disparen a Matar", su única obra de ficción hasta ahora.
"Amaneció de Golpe", la segunda película más cara de la historia del cine venezolano, detrás de "Aire Libre", estrenada el año pasado, tuvo un costo de 1,1 millones de dólares, en una coproducción de Canadá, México, España y Venezuela.
Güerere precisó que el proyecto se aprobó en 1995 y terminó de filmarse en 1996, pero problemas de posproducción hicieron que la cinta estuviera lista sólo en julio, por lo que su estreno coincide con la campaña electoral, donde algo imposible de imaginar hace tres años ahora sucede: Chávez es candidato en un proceso democrático.
Desde su posición de promotor del cine venezolano, el presidente del CNAC ve en la coincidencia una doble oportunidad.
El público venezolano, alejado durante mucho tiempo de las producciones locales, percibirá la alta calidad técnica y artística de la película y, al mismo tiempo, verá realzado el valor del cine como documento para la reflexión y el análisis de la realidad, afirmó.
Según Güerere, la película es polifémica, en el sentido de que la lectura de su contenido y de lo que quiere decir "depende de los valores del que la ve". Pero esto, que resulta un atributo para Güerere, es visto como un error por otros expertos.
"Una de las razones de que no sea una película lograda es el de sus múltiples lecturas, porque no amarra ninguna historia ni se casa con ningún punto de vista", dijo a IPS Robert Gómez.
"No condena ni justifica" y eso termina por debilitarla como película, arguyó Gómez, quien aseguró que pese al objetivo expresado por Azpúrua de hacer una obra política pero no al servicio de partido alguno, "el film se va a convertir en objeto de propaganda por el momento en que se estrena".
En "Amaneció de Golpe" hay una clara distinción entre la ficción y la parte documental de la propia asonada y de los 40 años de democracia, y Chávez sólo aparece en el momento de su televisada rendición que lo catapultó a la fama, pero sin usar la ya histórica frase de "por ahora".
Al margen de la intención del trabajo común de Azpúrua y Cabrujas -cuya muerte impidió que acompañara el traslado del guión a la filmación y viera el resultado final-, Gómez considera que al final el sello del escritor se impone sobre el del cineasta.
Su sonrisa, algunas veces complice y otras muchas amarga, sobre la identidad colectiva del venezolano, su manera de ser y de enfrentarse a las cosas, y la tragicomedia en que siempre se mueven sus personajes, junto con recursos propios de la telenovela, salpican la cinta y producen sus mejores momentos.
"El país se deprimió porque las relaciones humanas se deprimieron, viene a decirnos Cabrujas, la vía para contar lo que sucede es el desplome de las relaciones humanas entre las parejas", que esa noche sucumben mientras fuerzas leales y alzados se matan al lado y las balas rozan sus cabezas.
El "telón de fondo" del golpe no guarda fidelidad con los hechos de aquella noche y se mezclan acontecimientos del 4 de febrero con el segundo y también sangriento alzamiento de 1992, ocurrido el 27 de noviembre.
El centro de los ataques que atrapa a varias parejas que viven en las inmediaciones se coloca en la residencia presidencial de La Casona, lo que no fue real, con luchas cuerpo a cuerpo, que tampoco se produjeron. Y el único asesinado por los contrarios cuando está herido e inerme es un insurrecto, otra ficción.
Esos elementos son de los que más disgustaron de la película al ex presidente Carlos Andrés Pérez, objetivo de la asonada, quien comentó a "Séptimo Día", suplemento dominical del diario El Nacional, la falta de fidelidad a los hechos y que se ofrezca una imagen catastrofista del país y su gente.
En cambio, Chávez dijo a "Estampas", el semanario del diario El Universal, que "Amaneció de Golpe" era su película favorita, pero luego se negó a hacer más comentarios sobre la cinta, aparentemente alertado de que podría no favorecer su imagen.
Los exhibidores, preocupados por la reacción de sectores del público, pidieron a última hora que se inserte una frase sobreimpresa al final de la película en la que se destaque que cinco años después del alzamiento las cosas no han mejorado y la democracia sigue siendo la vía para resolver los problemas. (FIN/IPS/eg/ag/cr/98