Trabajar por la equidad de género desde la infancia fue el compromiso asumido por 150 expertos de 20 países de América Latina reunidos en México, luego de denunciar los abusos y la discriminación que sufren las niñas en la región.
Convocados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), los delegados de organismos oficiales y no gubernamentales se comprometieron a coordinar esfuerzos para establecer políticas públicas que garanticen los derechos y la igualdad de oportunidades entre niños y niñas.
Las desventajas de las niñas figuran entre las realidades más lacerantes de la región, señalaron los delegados reunidos de miércoles a viernes en el encuentro "Nuestras niñas, derecho a la equidad desde la infancia".
Y es que en la mayoría de los países latinoamericanos, las menores de edad son consideradas seres inferiores, útiles sólo para tareas domésticas, indicaron.
"Invertir en las niñas significa invertir en el desarrollo humano y prepararlas para que participen en condiciones iguales a los varones en todos los espacios", señaló Carlos Cuentas Zavala, representante de UNICEF para México y Cuba.
Para acabar con la discriminación de las menores, los participantes anunciaron que realizarán estudios conjuntos dirigidos a identificar con mayor precisión las brechas de género y las particulares limitaciones en los campos de la educación, la salud y el trabajo, así como indagar las características de la violencia que ellas sufren.
Es prioritario promover la apertura de espacios que permitan a las niñas ejercer su derecho de expresión y participación, sugirió Cuentas Zavala, tras mencionar la influencia del marco cultural y jurídico en la persistencia e incluso legitimación de las desventajas de las niñas.
En México, país que fue tomado como ejemplo y base de análisis en el encuentro, se denunció que existen problemas legales que favorecen los abusos y la violación de los derechos de las menores.
Así lo reconoció Laura Salinas, asesora del Programa Nacional de la Mujer de México, quien indicó que la violencia intrafamiliar y el hostigamieto sexual son penados por ley y son causal de divorcio únicamente en el estado sureño de Oaxaca y en la capital, mientras en el resto del país existe vacío legal sobre esos asuntos.
El director del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de México, Mario Luis Fuentes, se pronunció por una urgente revisión de las leyes a fin de que en todos los estados del país se tipifique como delitos graves la violencia intrafamiliar, la pornografía y la explotación infantil.
Fuentes aseguró que el fenómeno de la prostitucion de niñas está tomando dimensiones preocupantes, sobre todo en ciudades mexicanas como Acapulco, Cancún y Tijuana.
Se calcula que unas 500.000 niñas se embarazan cada año en México, y que muchas de ellas mueren por complicaciones del parto.
Sesenta por ciento de las 6.000 mujeres muertas por violencia que registró un estudio de la Fundación Mexicana para la Salud tenían menos de 13 años.
La Fundación indicó que de cada 10 menores agredidos en diversas circunstancias, siete son niñas. Los mayores casos de violencia en México se registran, como ocurre en gran parte de América Latina, dentro de la familia.
La misma fuente reveló que alrededor de 25.000 niños y niñas de México sufren cotidianamente maltrato físico o psicológico, la mayoría de las veces por sus padres y personas cercanas a ellos.
Según la pediatra brasileña Raquel Misquier, la violencia intrafamiliar no guarda relación de clase social. Se trata de un padecimiento común entre 30 y 50 por ciento de las familias latinoamericanas, afirmó.
Otro tema tratado en la cita "Nuestras niñas, derecho a la igualdad desde la infancia" fue el trabajo infantil en condiciones de desigualdad y explotación.
Datos de la Comisión Económica para América Latina indican que actualmente 17,5 millones de menores latinoamericanos buscan el sustento en las calles.
De ese grupo, las niñas son las que llevan todas las de perder. Están destinadas a una mayor exclusión, marginación y abuso. Además, reciben por sus actividades menor remuneración que los varones de su misma edad, indicaron los expertos.
A pesar de ello, se lanzan a buscar empleo, empujadas por la desigualdad social y la pobreza.
Una encuesta sobre trabajo infantil en México, realizada en mayo en las principales ciudades del país, comprobó que de los 114.497 menores que laboran entonces en las calles, 34.247 son niñas y 18 por ciento no llegaban a los seis años de edad.
La socióloga nicaragüense Alicia Irazábal comentó a IPS que en América Latina casi siempre las niñas son destinadas a tareas domésticas de larga jornada, con salario exiguo y escasa o nula protección social.
Esas circunstancias, precisó, les resta oportunidad de acceder a la educación y lograr su desarrollo personal, en contradicción con la Declaración de Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas.
A pesar de declaraciones y compromisos y más allá de ciertos avances, la situación de la infancia es todavía alarmante en América Latina, especialmente para las niñas, puntualizaron los participantes en el seminario.
Con esos argumentos, los representantes de América Latina y la UNICEF prometieron trabajar en conjunto y abrir un proceso permanente de reflexión, análisis y discusión sobre el tema. (FIN/IPS/rr/ff/hd/98