Las cooperativas de ahorro y crédito de América Central lograron un notable incremento en sus activos en 1997 gracias a una agresiva política de captación del ahorro nacional y la modernización del sistema.
Países como Honduras y Guatemala, con crecimientos de sus activos entre 1996 y 1997 de 44,6 y el 39,4 por ciento, respectivamente, constituyen un ejemplo palpable del vigor desarrollado por el sistema cooperativo en los últimos años.
Los activos de los seis países de América Central aumentaron en conjunto de 674,1 millones a 857,8 millones de dólares entre 1996 y 1997, dijo a IPS el gerente de la Confederación Latinoamericana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Colac), Adalberto Espinales.
Mientras tanto, los 17 países de América Latina afiliados a la Colac aumentaron sus activos de 8.105,7 millones de dólares a 8.684,8 millones de dólares entre 1996 y 1997, lo cual representa un crecimiento de 7,4 por ciento.
Espinales indicó que, en términos generales, los activos de las cooperativas de América Latina han mantenido un crecimiento constante en los últimos años, pero que en el caso de América Central su éxito actual "en notable" y obedece a la combinación de un conjunto de factores.
"Luego del impasse ocurrido en la década de 1980, debido a la crisis política que padecia América Central, la Colac estimuló e impulsó al movimiento cooperativo a abandonar la dependencia financiera externa y su modalidad de organización de círculo cerrado", explicó.
La captación de ahorro nacional fue una de las primeras medidas adoptadas para disminuir la dependencia financiera externa, dijo Espinales.
Eso se combinó con el ofrecimiento de diferentes modalidades de crédito a sus afiliados y la ampliación del sistema a sectores profesionales con mayores recursos económicos, agregó.
Espinales puso como ejemplo de lo acertado de esas directivas el caso de Guatemala, donde las cooperativas afiliadas a Colac representan 20 por ciento de los asociados, pero controlan 80 por ciento de los activos totales existentes en el sistema cooperativo de ese país.
La captación de ahorro nacional, sobre la base de un aumento de las utilidades pagados a los depositantes, permitió a las cooperativas el manejo de una importante cartera de crédito "que le permiten el desarrollo sostenido de sus operaciones", indicó el funcionario.
Las 6.067 cooperativas de ahorro y crédito afiliadas a Colac llegaron a 4.079,3 millones de dólares en depósitos consolidados de sus ahorristas a finales de 1997.
La liberación de la economía mundial y de América Latina en particular también contribuyó a que el movimiento cooperativo redefiniera su estrategia, impulsara la modernización tecnológica, la diversificación de sus operaciones y la supervisión del sistema, subrayó Espinales.
"Del sistema de círculo cerrado que le daba una vida limitada a las cooperativas, el sistema se va orientando hacia sectores con potencial de ahorro y crédito que permitan expandir el sistema y competir con las instituciones tradicionales", afirmó.
Entre otros sectores hacia donde las cooperativas de ahorro y crédito han orientado sus políticas de crédito figura el de pequeñas y medianas empresas, que producen cerca de 12 por ciento del producto interno bruto de América Latina.
Espinales explicó que no se trata de sostener económicamente a ese sector, sino de otorgarle condiciones de crédito que no pueden obtener en la banca formal, que generalmente orienta sus créditos hacia los grandes proyectos.
"Si un pequeño o mediano empresario acude a un cooperativa de ahorro y crédito y solicita dinero para desarrollar un proyecto, la misión de esa cooperativa es apoyarlo", acotó Espinales.
Tras indicar que "esa es la función social" que debe cumplir una cooperativa, el gerente de Colac advirtió que además de los aspectos financieros de sus afiliados esa organización procura que las cooperativas "retomen los principios y valores" en que se fundamenta el sistema.
"Se trata de retomar el concepto de solidaridad y la función social" que anima la constitución del sistema de cooperativas de ahorro y crédito desde sus inicios, precisó Espinales al indicar que para tales efectos Colac constituyó una fundación encargada de velar por esos principios.
La educación que imparte Colac a sus afiliados incluye aspectos relacionados con el funcionamiento del sistema, el mercadeo y "el concepto de solidaridad social en que se basa el sistema", dijo Espinales. (FIN/IPS/sh/mj/if dv/98