Julio fue el mes más cálido registrado en todo el mundo, según estadísticas citadas por el vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, junto a otras evidencias sobre el recalentamiento de la Tierra.
"Este fue el julio más caluroso en la historia del mundo desde que se llevan registros modernos", dijo Gore el lunes en conferencia de prensa. Además, indicó, este julio no sólo fue el julio más cálido, sino el mes más cálido de toda la historia.
Según los nuevos datos del Centro Nacional de Datos Cilmáticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica del Departamento de Comercio de Estados Unidos, la temperatura mundial promedio en julio fue 16,5 grados Celsuis o 61,7 grados Fahrenheit.
Las altas temperaturas en julio no fueron una excepción, sino que continuaron una tendencia registrada en los últimos años, incluyendo 1997, que fue "el más cálido en los registros", dijo Gore.
A la vez, cada mes de 1998 registró una nueva marca de temperatura mundial promedio para ese mes.
"No es necesario ser científico para saber que este verano fue peligrosamente caluroso", dijo el vicepresidente, quien anunció la creación de los primeros centros federales de investigación destinados al estudio de los riesgos ambientales y la forma en que afectan la salud de los niños.
Los efectos del calor fueron evidentes en varias partes del mundo. En Estados Unidos, una de las áreas más afectadas ha sido el estado sureño de Texas, que este verano tuvo 29 días consecutivos de temperaturas por encima de los 37,77 grados Celsius.
El excesivo calor en el estado se cobró al menos 119 vidas, según Gore, quien hizo un llamado al Congreso de Estados Unidos a entregar fondos para investigación e incentivos impositivos propuestos por la Casa Blanca para estimular las emisiones de gases con efecto invernadero a través de mayor eficiencia energética y tecnologías "limpias".
Sin embargo, miembros conservadores del Congreso de Estados Unidos y las industrias del petróleo, el carbón y el gas han luchado contra los esfuerzos por reducir las emisiones, alegando que la medida dañaría la economía y que aún no hay suficientes evidencias del recalentamiento planetario.
"¿Cuánta evidencia más necesitamos para saber que el recalentamiento mundial es real y que está ahí?", preguntó Gore.
"Con nuevas tecnologías podemos encontrar soluciones sensibles y aplicables, y hacer crecer nuestra economía a la vez que encaramos" los problemas planteados por el recalentamiento mundial, dijo Gore.
Sin embargo, "el Congreso se niega a financiar nuestro programa de investigación e incentivos impositivos para alcanzar estas metas", denunció.
La oposición conservadora va más allá del paquete de incentivos propuesto por la administración del presidente Bill Clinton, y también está en contra de un protocolo firmado este año en Kyoto para reducir las emisiones de seis gases invernadero seis por ciento entre el 2008 y el 2012.
El grupo de presión anti-Kyoto afirma que si los países en desarrollo no se comprometen a fijar límites de reducción, Estados Unidos estará en desventaja competitiva económicamente.
Mientras, investigadores han destacado que el recalentamiento planetario promueve fenómenos como la contaminación del aire que empeora los problemas de salud, especialmente entre grupos vulnerables como los niños. Los nuevos centros de investigación de Gore enfocarán este tema.
"Nuestros niños son nuestro recurso más preciado, y debemos hacer todo lo que podemos para darles un ambiente sano y saludable", dijo Gore.
"Estos nuevos centros de investigación asegurarán que nuestros esfuerzos para prevenir el asma y proteger a los niños contra pesticidas y otros riesgos ambientales estén guiados por la mejor ciencia", agregó.
Fondos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Servicios Humanos y de Salud (HHS) financiarán Centros de Investigación de Excelencia en Salud Ambiental Infantil en ocho destacadas instituciones de Estados Unidos. (FIN/IPS/tra-en/kb/lp/en/98