Los débiles sistemas de seguridad de Africa convierten cada vez más al continente en un blanco fácil para el terrorismo internacional, como demostraron los ataques paralelos contra las embajadas de Estados Unidos en esta capital y la de Tanzania.
"La intensidad del terrorismo se vuelca desde Europa y Estados Unidos hacia Africa, donde aún hay muchos puntos débiles", dijo Okoye Obosi, de la Universidad de Nairobi, al comentar sobre los ataques con cochebombas contra las embajadas de Estados Unidos en Nairobi y Dar es Salaam.
Casos recientes en Argelia, Egipto y las bombas gemelas del viernes son indicaciones de una nueva tendencia de terrorismo que avanza hacia Africa. "Nairobi y Dar es Salaam eran puntos débiles, donde los terroristas sabían que podrían causar el mayor daño", aseguró el experto.
Las dos bombas explotaron simultáneamente cerca de las embajadas de Estados Unidos en ambos países, matando al menos a 210 personas e hiriendo a 5.000 personas. Se estima que cada cochebomba tuvo un potencial explosivo de seis toneladas.
Hasta ahora, hay poca información sobre los motivos para los ataques, aunque los dedos acusadores se dirigieron de inmediato hacia fundamentalistas islámicos.
Un sospechoso de origen árabe fue detenido en Kenia, y en Tanzania las autoridades detuvieron a 12 personas en relación con el ataque. Sus identidades no han sido reveladas.
En Kenia, los sentimientos anti-árabes y anti-islámicos comienzan en emerger. En autobuses, bares y mercados, las discusiones se centran en el ataque, y muchas personas exigen una acción firme contra árabes y musulmanes.
Los musulmanes comprenden alrededor de 10 por ciento de los 30 millones de habitantes de Kenia, mientras en Tanzania, los musulmanes son 35 por ciento de la población de más de 29 millones.
"Estos cobardes deben ser detenidos y tratados con severidad", dijo un residente de Nairobi.
"Si Estados Unidos es el blanco, fue estúpido, porque al final de cuentas el perdedor fue Kenia", agregó otro hombre.
Norman Nyazema, de la Universidad de Zimbabwe, dijo que Africa no debe convertirse en el nuevo terreno para el terrorismo contra Estados Unidos.
"No puedo entender la destrucción indiscriminada de la vida humana. Somos tan pobres aquí en Africa. Luchamos contra el VIH/sida y no queremos que algunas personas lleguen a pelear sus guerras en nuestro continente", alegó.
Estados Unidos e Israel indicaron que los bombardeos podrían estar relacionados al poderoso empresario saudita Osama bin Laden, quien amenazó con una guerra santa contra los intereses de Estados Unidos.
El analista político de Zimbabwe Thomas Deve también cree que fundamentalistas islámicos pueden estar detrás de los atentados. "Tanzania y Kenia tienen una fuerte presencia de musulmanes, de modo que la participación de ciudadanos no puede ser descartada. El ataque no habría sido posible sin asistencia local".
Los musulmanes son fuertes en Kenia y Tanzania, y hay "una posibilidad de que los ataques hayan sido organizados en el otro extremo (Estados Unidos), como forma de oponer los musulmanes contra los cristiano", dijo otro observador que no dio su nombre.
Pero Deve cree que los ataques podrían no llevar al empeoramiento de las relaciones musulmano-árabes-cristianas en Africa.
"Es política de hegemonía inspirada en valores islámicos. Los que sucede es que los musulmanes utilizan la fuerza para desplazar a los estadounidenses, de igual forma que los estadounidenses hacen con los árabes", alegó.
"Estos dos países fueron tomados como blanco por no hacer lo suficiente para ser antiestadounidenses como son algunos países musulmanes, de modo que no creo que los cristianos lo vean como un enfrentamiento de religiones. Ambos hacen negocios juntos", agregó Deve.
El analista político de Zimbabwe dijo que "el mensaje enviado a Estados Unidos es que necesita ser cuidadoso cuando trata con otros países. El hecho de que los responsables causaron tanto daño revela que nos encaminamos a tiempos más duros".
Obosi, de Kenia, alertó de que, mientras países de Estados Unidos puden adoptar una línea dura para someter a los responsables a la justicia, hay asuntos diplomáticos que no pueden dejarse de lado.
"Tratar con los árabes es riesgoso. Son impredecibles, y es necesario el tacto", dijo, aunque alertó que aún no hay certeza de que los responsables de los ataques con explosivos hayan sido árabes musulmanes. (FIN/IPS/tra-en/lm/ja/pm/lp/ip/98