Agricultores de Africa occidental cultivan con éxito plantas aromáticas para escapar de la inseguridad del mercado internacional de cultivos tradicionales.
"El desarrollo de plantas aromáticas se convirtió en una alternativa. Es difícil estimar cuánto nos ha beneficiado la producción de esencia de toronjil", dijo Eusebe Amegah, especialista en agricultura en esta capital.
Los cambios en los precios del mercado mundial hicieron demasiado riesgosa la producción de banano, mangos, algodón, aceite de palma, té, café, cacao y sésamo, aunque sean importantes fuentes de divisas, agregó.
Grupos de campesinos y cooperativas producen aceites y esencias aromáticas a partir de hojas, para venderlos en negocios informales y fábricas de bebidas y alimentos lácteos, donde se utilizan en refrescos, helados y yogures.
Los mayores clientes son fábricas de jabón y la avanzada industria de cosméticos de Africa occidental, que utiliza las esencias en cremas, perfumes y variados productos de belleza.
El sector aún está en sus comienzos. La firma canadiense Legault, Grusole y Associates Inc. reveló en un estudio de mercado de 1995 que la producción local de aceites aromáticos en Benín, Togo y Ghana está muy por debajo de las 400 toneladas que el mercado interno necesita cada año.
Ahora algunas agencias internacionales ayudan a los granjeros a adquirir las prensas necesarias para extraer aceites aromáticos, y otros asisten investigaciones en el terreno.
El Centro de Investigación Internacional para el Desarrollo (IDRC), institución canadiense, ha respaldado a investigadores en cuatro universidades en Togo, Benín, Ghana y Canadá, para que preparen un proyecto para la creación de pequeñas empresas de producción y comercialización de esencias de plantas locales.
La Agencia Internacional de Desarrollo de Canadá (CIDA) entregó préstamos para la instalación de 16 destilerías, con una capacidad de 6.000 litros cada uno, para respaldar a 641 agricultores en Ghana. Además, planifica instalar 300 prensas a ser utilizadas por 5.000 agricultores.
En Togo, unos 150 pequeños agricultores en tres cooperativas, incluyendo un grupo de mujeres, están involucrados en la producción de esencias.
Una de las cooperativas tiene una unidad piloto de extracción de aceites, y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) financiará el equipamiento de otras dos a partir de este año.
"La idea es estimular a los agricultores para que adquieran la capacidad necesaria para extraer aceites de varias plantas como té de Gambia, albahaca, y toronjil", dijo el coordinador del proyecto, Honore Kossi Koumaglo, quien también es investigador en el Laboratorio de Extractos y Perfumes Naturales en la Universidad de Benín, en Lomé.
Casi la totalidad de las esencias naturales en Togo, Ghana y Benín aún son importadas de Europa, Asia y América del Norte. Togo, por ejemplo, gasta entre uno y 1,5 millones de dólares estadounidenseses cada año en la importación de unas 40 toneladas de productos aromáticos.
La asistencia internacional recibida permitió a los tres países iniciar la capcitación de personas para la extracción de esencias de varias plantas.
Investigaciones hechas en Togo revelan que, con buenas lluvias, una hectárea puede producir unos 720 kilogramos de aceite de toronjil, que se vende a un promedio de entre 10 y 12 dólares el kilogramo, con lo que un agricultor podría obtener hasta 7.200 dólares. La ganancia neta es unos 3.000 dólares.
"Con el tiempo, el proyecto regional nos permitirá instalar muchas unidades de extracción y encontrar un mercado exportador para esencias como eucalipto y albahaca", dijo Koumaglo.
Un kilogramo de esencia de albahaca se vende a entre 50 y 100 dólares, de modo que "lo que necesitan los agricultores africanos es organizarse entre ellos para capturar este nuevo mercado".
Aquellos que se volcaron al sector ya experimentan la diferencia en su calidad de vida. "El dinero que hicimos con las esencias no permitió comprar una bomba de agua, porque el agua es un gran problema en nuestra área", dijo Marie Louise Sename, de la cooperativa Kayido-Kpedji.
"Si seguimos adelante, mañana podremos instalar un dispensario en nuestro poblado", agregó. (FIN/IPS/tra-en/htby/nrn/kb/lp/dv/98