El presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, aceptó hoy dialogar con un trío de delegados de la Unión Europea (UE) después que el grupo visite el miércoles a líderes políticos de la provincia separatista serbia de Kosovo.
La "troika" de representates de Gran Bretaña, Austria y Alemania, respectivamente ex, actual y futuros presidentes de la UE, se propone lograr un cese al fuego y rápidas conversaciones en Kosovo esta semana.
El enviado austríaco y jefe de la delegación Albert Rohan dijo que iría a Kosovo para reunirse con políticos albaneses, entre ellos el pacifista Ibrahim Rugova. No obstante, señaló que no se prevén encuentros con grupos insurgentes armados.
El grupo europeo debía reunirse este martes con el canciller yugoslavo, Zivadin Jovanovic. A la vez, un funcionario en la embajada austríaca anunció que Milosevic se reunirá con la troika el jueves.
La guerra en Kosovo, que ya lleva cinco meses, tuvo un costo de 500 vidas y desplazó a unas 150.000 personas.
El ejército de Serbia dice haber logrado importantes victorias sobre los albaneses de Kosovo que luchan por la independencia de la provincia. Además, afirma estar avanzando sobre una ruta estratégica que une Pristina, la capital, y la ciudad de Pec en el oeste.
Si pueden tomar la ruta, la victoria estimulará a los serbios a resistir los esfuerzos de la UE y Estados Unidos para forzar una solución pacífica. Otra ruta principal, entre Pristina y Prizren en el sudoeste, permanece bajo control insurgente.
Mientras, el Centro de Información Albanés de Kosovo denunció la acción militar de los serbios el fin de semana como parte de una estrategia para "aterrorizar a la población albanesa y destruir sus asentamientos como parte de una campaña de limpieza étnica en Kosovo".
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) afirma que la guerra desplazó a 107.000 personas de sus hogares y que la población entera de Orahovac, unas 20.000 personas, está desamparada, sin ayuda alimentaria ni médica.
Mientras, la autoridad de Rugova continúa debilitándose. La radio independiente serbia B92 informó sobre un creciente acercamiento entre los partidos políticos albaneses de Kosovo, incluyendo a grupos de oposición que boicotearon las elecciones del 22 de marzo ganadas por Rugova.
Según informaciones, estos grupos se reunieron el domingo para la fundación de un frente político común de respaldo a la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK), desafiando la voluntad de Rugova, y confirmar la voluntad de los albaneses de Ktiene la provincia para luchar por su independencia.
El comandante en jefe del UCK, Saban Salja, dijo el domingo al diario en lengua albanesa Koha Ditore que Rugova perdió credibilidad y que la solución diplomática no parece posible en el futuro próximo.
Además, Slaja hizo un llamado a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para que "intervenga antes de que sea demasiado tarde".
La dirigencia de la OTAN no está dispuesta a detener a las fuerzas serbias, y continúa respaldando las conversaciones. El canciller de Alemania, Klaus Kinkel, dijo que Bonn y París harán "otra detallada propuesta" para negociaciones directas.
Los partidos albaneses se rehúsan a mantener conversaciones hasta que se detenga la lucha y se retiren las fuerzas de seguridad serbias.
Belgrado se niega a ordenar un retiro, y a no ofrecer más que autonomía regional. Los albaneses conforman 90 por ciento de los 1,8 millones de habitantes de la provincia, y buscan poner fin al gobierno directo de Belgrado.
Un diplomático occidental instalado en Belgrado dijo a IPS que los grupos guerrilleros está divididos. Algunos quieren que Rugova los represente en las negociaciones, y otros que esté ausente como persona clave.
El segundo objetivo militar de los serbios, después de asegurar las rutas Pristina-Pec y Pristina-Prizren, podría ser difícil de alcanzar. Ahora intentan cercar a guerrilleros del UCK en su bastión de Malisevo, según autoridades serbias citadas el lunes por B92.
Unidades del UCK se retiraron al distrito montañoso de Malisevo después de un intento fracasado de desplazar a las unidades paramilitares serbias de Orahovac.
Según fuentes serbias, el UCK sufrió una fuerte derrota en la frontera norte con Albania, donde una columna de 1.000 hombres fue emboscada, con la pérdida de 100 combatientes.
Diplomáticos en Belgrado afirman que, mientras las perspectivas de un cese al fuego inmediato se desvanecen, la comunidad internacional podría optar por la contención.
Una opción es encontrar formas de reponer la "ley y el orden" en el norte de Albania, donde el UCK abiertamente entrena a sus fuerzas y donde hombres y armas se trasladan libremente a través de la frontera.
El enviado de Estados Unidos Chris Hill dijo a países de la OTAN la semana pasada que Albania necesita "ayuda inmediata" para ejercer el control del gobierno en áreas donde operan los guerrilleros del UCK.
El peligro de intensificadas operaciones militares yugoslavas a lo largo de la frontera de Albania y el vecino Montenegro plantea temores de que el conflicto superará la frontera de Kosovo.
Unidades paramilitares serbias, según informaciones, rodearon la localidad de Junik, cerca de la frontera con Albania, la cual está llena de refugiados y combatientes del UCK. (FIN/IPS/tra-en/vpz/mom/rj/lp/ip/98