La inscripción hoy del ex comandante golpista Hugo Chávez como aspirante a la Presidencia completó un abanico de 11 candidaturas para las elecciones del 6 de diciembre en Venezuela, consideradas las más cruciales en cuatro décadas de democracia.
Antes de esos comicios, el 8 de noviembre se escogerán los miembros del Congreso que sesionará desde enero de 1999, así como los gobernadores de los 23 estados, en una suerte de elecciones "primarias" respecto de las presidenciales de diciembre.
Marca el carácter crucial de los comicios el agotamiento de los partidos, que dio alas a cuatro candidaturas independientes, y el "fenómeno Chávez", que convierte la elección en pulseada entre democracia y autoritarismo, según varios analistas.
Ello en virtud de que la candidatura de Chávez ha prendido en los estratos populares y de que el aspirante encabeza desde marzo todas las encuestas de intenciones de voto, a considerable distancia de sus rivales.
Chávez fue líder de la cruenta y fallida sublevación de unidades del ejercito en febrero de 1992, contra el entonces presidente socialdemócrata Carlos Andrés Pérez, y este viernes al inscribirse reivindicó esa acción.
"Debajo del saco y la corbata soy un soldado, pero un soldado civilista. Vengo de los caminos de la violencia, pero ha llegado el momento de la paz", dijo al presentar su candidatura, recondando que plantea convocar una asamblea constituyente.
Chávez enfiló sus baterías contra el presidente Rafael Caldera, socialcristiano independiente que desde febrero de 1992 se convirtió en favorito para los comicios que lo llevaron al poder en diciembre de 1993, y cuyo partido Convergencia es la única formación parlamentaria que todavía no tiene abanderado.
"En manos de Caldera se perdió la vieja república, y ahora se trata de fundar una nueva que busque alternativas al salvaje modelo económico neoliberal", dijo Chávez, cuya organización política se llama Movimiento Quinta República.
El primer candidato en inscribirse esta semana fue Henrique Salas, empresario de tendencia socialcristiana en ascenso en las encuestas, ex gobernador del estado industrial de Carabobo, al oeste de Caracas.
Con su novel grupo, Proyecto Venezuela, Salas promete impulsar "las Tres D": descentralización "para acercar el poder a la gente", despartidización "para mejorar la administración pública" y desmarginalización "para redinamizar la economía".
Irene Sáez, quien fue exitosa alcaldesa de un municipio caraqueño y Miss Universo en 1981, es la abanderada del partido socialcristiano Copei -segunda fuerza parlamentaria- y de otros grupos, de centroderecha y centroizquierda. Reinó en las encuestas en 1997 pero ha descendido en los últimos meses.
Sáez promete gerencia eficaz convocando a los técnicos más preparados para dirigir organismos y empresas estatales, comenzando por el gigante Petróleos de Venezuela (PDVSA), y se ofrece como candidata de la juventud al pedir a los viejos líderes políticos "que se vayan a jugar con sus nietos".
Claudio Fermín, quien se apartó del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD) que lo llevó como candidato en 1993, ocupa el cuarto lugar en las encuestas y figuradamente ofreció "ponerle una bomba" a los controles y a la "permisería", para derrotar la corrupción y dinamizar el aparato productivo.
AD, primera fuerza parlamentaria y el partido dominante en Venezuela el último medio siglo, lanzó como candidato a su jefe, Luis Alfaro, a los 76 años el de mayor edad entre los aspirantes. Está rezagado en las encuestas, pero remontar con ayuda de la aceitada maquinaria de AD y sus fuertes liderazgos regionales,
Alfaro se presenta como abanderado "del respeto a las instituciones y de un gran acuerdo nacional" para superar la crisis económica y social.
Venezuela efectuó ajustes macroeconómicos pactados con el Fondo Monetario Internacional en 1989 y 1996, pese a lo cual su dependencia del ingreso petrolero se mantiene y los indicadores sociales muestran una continua caída del nivel de vida de la población en las dos últimas décadas.
Miguel Rodríguez, ministro de Planificación en la segunda presidencia de Pérez (1989-1993) y "cerebro" de su programa de ajustes que hizo crecer el producto interno bruto en 1991 y 1992, se inscribió como abanderado del grupo Apertura, liderado por el ex mandatario.
Pérez fundó ese grupo luego de que AD lo expulsó de sus filas en 1994, y actualmente cumple arresto domiciliario mientras se le sigue un proceso por supuesto enriquecimiento ilícito.
Rodríguez se ufana de ser el único candidato con un programa económico coherente. "Yo digo cómo salir de la crisis", subrayó.
Otros candidatos, prácticamente sin figuración alguna en las encuestas, son el parlamentario independiente Gonzalo Pérez Hernández, el empresario Ignacio Quintana y el jefe de un grupo anticomunista, Alejandro Peña.
También se presentan dos militares retirados, defensores de la institucionalidad durante las asonadas de febrero y noviembre de 1992. Se trata del general Oswaldo Sujú y el vicealmirante Radamés Muñoz, ex ministro de la Defensa, ambos sin respaldo popular, según las encuestas.
Este viernes se divulgó un estudio de la firma Consultores 21, encargado por seis grandes empresas privadas. Lo encabeza Chávez con 37 por ciento, seguido por Salas, con 20, Sáez, con 17, Fermín, con seis, y Alfaro, con cuatro. El resto reúnen dos por ciento y los indecisos suman 14 por ciento.
Otro sondeo, de la firma Datanálisis, encargado por un diario y una televisora de Caracas, dio la semana pasada a Chávez 42 por ciento de las intenciones de voto, seguido por Salas con 20, Sáez con 16, Fermín con seis y Alfaro con cinco por ciento. (FIN/IPS/jz/mj/ip/98