Intereses comerciales y un caso de posible censura de publicidad en Uruguay se colaron en el debate ambiental sobre la contrucción del puente más largo del mundo con el que este país y Argentina planean unirse a través del Río de la Plata.
El tratado para la construcción del puente de 42 kilómetros, a un costo de aproximado a los 862 millones de dólares, es discutido por los parlamentos de los dos países con el marco de un debate sobre la magnitud del impacto ambiental de la obra.
Según el proyecto, las cabeceras del puente estarán ubicadas en Punta Lara, próximo a Buenos Aires, capital de Argentina, y Punta de los Patos, cerca de la ciudad uruguaya de Colonia, 190 kilómetos al oeste de Montevideo.
El tratado tiene "una serie de puntos negros porque entrega poderes a una comisión que es la que va a negociar con la empresa que gane la licitación y que será la que evalúe el impacto ambiental", dijo este jueves a IPS Silvia Ribeiro, de la organización ambientalista Ríos Vivos.
"Eso es inaceptable, porque no existe un informe independiente en el que los los ciudadanos puedan conocer los riesgos ambientales del puente para que luego se decida si se construye", señaló Ribeiro.
Tanto en Uruguay como en Argentina, dirigentes políticos de centroizquierda se han prounciado contra la construcción en las actuales condiciones.
Al debate político y ambientalista se sumó ahora una puja comercial, a través de Buquebús, una empresa que opera en forma casi monopólica un servicio fluvial de transporte entre Argentina y Uruguay.
Buquebús tiene líneas entre Buenos Aires y Montevideo y entre la capital argentina y Piriápolis, 90 kilómetros al este de Montevideo y 60 kilómetros al oeste de Punta del Este, principal centro turístico para los argentinos de alto poder adquisitivo.
El sábado 11, durante la televisación en Uruguay del partido por el tercer puesto del campeonato mundial de fútbol en Francia, Buquebús emitió un aviso para alertar sobre el riesgo de construcción del puente.
Durante 60 segundos, la publicidad mostró bañistas y un ambiente bucólico en el Río de la Plata. Sobre la imagen se agregó luego mediante computación un puente y a continuación se mostró un dramático secado del río y los efectos negativos de ese hecho sobre la fauna y la flora.
"Buquebús en defensa de la ecología", decía una voz detrás de las imágenes que también muestran el puerto de Buenos Aires convertido en un bañado.
Al día siguiente, antes de la emisión del partido final por el mundial, el delegado uruguayo ante la Comisión Binacional, José Serrato, advirtió a dos canales de televisión que, de continuar emitiendo los avisos, iniciaría acciones legales.
El Canal 12 aceptó la intimación, pero el canal 10 emitió la publicidad.
Serrato dijo a IPS que considera plantear una demanda penal en función del artículo 19 de la ley de prensa.
Esa norma indica que comete difamación quien divulgue "a sabiendas noticias falsas que ocasionan una grave alteración a la tranquilidad pública o un grave perjuicio a los intereses económicos del estado o a su crédito exterior".
"Lo que hice no fue censura, sino la defensa del interés general por el grave perjucio que la publicidad pueda ocasionar al estado", arguyó Serrato.
Serrato valoró la publicidad como "una falsedad grosera" y por ello tampoco descartó una demanda civil por daños y perjucios contra la empresa cuyo presidente es el argentino Juan Carlos López Mena.
Alberto Anelo, de la empresa de publicidad que realizó el comercial, dijo que "las economías de Buquebús no se verían afectadas por la construcción del puente" y además "la puerta del río es una posibilidad sobre la que Buquebús quiere alertar".
Anelo añadió que lo que le causaría perjuicios a la empresa es que la ubicación del puente pudiera afectar la navegación en la salida del Río de la Plata.
El publicitario señaló que las imágenes del comercial representan estudios del Instituto Argentino del Desarrollo Sustentable y el Derecho Ambiental (Inardes) que preside César Gigena Lamas.
En un comunicado, Buquebús expresó su "sorpresa" por la situación generada y dijo que sólo procuró divulgar "información científica realizada por computación digitada en la que se informaba sobre las consecuencias ecológicas" del puente.
Serrato replicó que la justicia de Argentina archivó una denuncia penal del Inardes contra la delegación de ese país en la Comisión Binacional.
Nadie debería sentirse afectado comercialmente por la construcción del puente que sólo traerá beneficios a los ciudadanos de ambos países, agregó.
El funcionario recordó que después de la construción del túnel bajo el canal de la Mancha el tránsito entre Francia y Gran Bretaña aumentó 50 por ciento, disminuyó el precio del viaje fluvial y se le dio mejor servicio a lo pasajeros. "Eso es bueno para los usuarios", explicó.
Ribeiro dijo que la publicidad de Buquebús "puede ser una exageración" y señaló que ésta "defiende sus intereses comerciales"
Pero advirtió que, por su parte, la Comisión Binacional "tiene una deuda con el público, ya que se ha manejado en forma propagandística sobre el problema ambiental, sin estudios que en forma independiente puedan explicar los riesgos verdaderos". (FIN/IPS/rr/mj/en/98