Muchas menos mujeres africanas estarían infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) si tuvieran más poder económico y más control sobre su salud reproductiva, señalaron delegados en la 12 Conferencia Mundial sobre el Sida, que terminó hoy en esta ciudad.
Más de 25 por ciento de las mujeres de Africa subsahariana se exponen a la infección aunque 80 por ciento saben acerca del virus y están dispuestas a practicar el sexo seguro, según un estudio financiado por la Comisión Europea.
Lieve Francine, directora del programa contra el VIH/sida de la Comisión, dijo a la conferencia que la mayoría de los contagios de mujeres africanas se deben a la limitación de opciones y la disparidad de género, que las hace víctimas de violencia sexual, entre otras cosas.
"Si un hombre no desea usar condón, es muy difícil para una mujer oponerse a su voluntad", dijo.
En Tanzania, uno de los países abarcados por el estudio, 40 por ciento de las mujeres entrevistadas tuvieron una primera experiencia sexual violenta, principalmente a través de matrimonios forzados.
"La dependencia económica y la subordinación cultural ponen a las mujeres en una posición vulnerable. Sin poder económico, las mujeres no tienen paz y no pueden tomar decisiones para tomar las riendas de sus vidas", señaló Claire Mulanga, de la Sociedad para la Mujer y contra el Sida en Africa.
Además de la pobreza, costumbres como la poligamia y actitudes negativas de los hombres hacia los condones exponen a muchas mujeres al riesgo del VIH, agregó Judy Mwaura, de Mujeres contra el Sida, de Kenia.
La Organización Mundial de la Salud estimó que 11,7 millones de personas ya murieron de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en el mundo. De los 2,3 millones que fallecieron en 1997, 46 por ciento eran mujeres.
Las mujeres africanas también corren mayor riesgo de contraer el virus del sida debido a la violencia sexual que padecen en las guerras.
"Durante una guerra civil, la atmósfera conduce a la violencia contra las mujeres y a comportamientos de alto riesgo", explicó la delegada Idrissa Sow, de Suiza.
Las mujeres que han perdido a sus esposos o guardianes masculinos son a menudo atacadas sexualmente por soldados o refugiados, señaló Millicent Obaso, coordinadora de salud de la Cruz Roja Internacional para las regiones de los Grandes Lagos y Africa Oriental.
"Mujeres y niñas son vulnerables al abuso sexual (durante los conflictos) y se ven obligadas a someterse a cambio de cosas básicas como alimento y abrigo", agregó.
En el norte de Uganda, por ejemplo, un ejército rebelde opuesto al gobierno de Yoweri Museveni secuestró a más de 8.000 niños y adolescentes de 10 a 16 años desde 1986, y reclutó a los varones como combatientes y a las niñas como esclavas sexuales.
La violencia sexual también fue utilizada como arma en Somalia y Liberia, y más de 15.000 violaciones fueron denunciadas durante el genocidio ocurrido en Ruanda en 1994.
Aun en los campamentos de refugiados donde se alojan mujeres y niñas, la frecuencia de las violaciones es alta. En el campamento de Kigoma, Tanzania, que alberga a refugiados de Congo y Burundi, se denunciaron más de 250 violaciones en los últimos siete meses, según Obaso.
Se ha hecho muy poco por prevenir la propagación del VIH/sida en situaciones de conflicto, señaló.
"Sólo tras la crisis de 1994 en Ruanda, donde un estudio reveló una tasa de infección 10 veces superior a la de los años 80, se percibió la necesidad de cambiar de actitud", observó Obaso. (FIN/IPS/tra-en/ja/pm/ml/he-pr/98