Las inversiones en América Latina de grandes empresas españolas han registrado un "boom" sin precedentes en los últimos años, al tiempo que Japón se está colocando como uno de los más activos inversores extranjeros en esta región, pese a la crisis económica que conoce.
La estabilidad económica y política alcanzada globalmente por el subcontinente en los años 90, y sus potencialidades de crecimiento, explican el nuevo interés de las principales potencias del mundo en invertir en América Latina.
España se ha colocado en el pelotón de vanguardia entre los inversores privados extranjeros en la región en esta década.
En 1997, América Latina absorbió 55 por ciento (más de 7.000 millones de dólares) de los 13.000 millones de dólares invertidos por empresas hispanas en el exterior, según recuerda una informe especial elaborado por el diario uruguayo El Observador.
En 1990, el flujo de capitales privados españoles hacia América Latina había alcanzado 260 millones de dólares, un nivel 26 veces inferior al del año pasado.
Un estudio del Ministerio de Economía español citado por El Observador dice que el abandono de las actitudes proteccionistas y la propia consolidación económica española figuran entre los factores que impulsaron la radicación masiva de capitales de ese país europeo en el subcontinente desde fines de los años 80.
También destaca las afinidades culturales y la antigüedad de las relaciones económicas bilaterales.
Los sectores de las finanzas, la energía, las comunicaciones, la construcción y el transporte han sido los preferidos por los capitalistas españoles, mientras los países donde mayor volumen de inversiones han radicado fueron Argentina, México, Chile, Brasil, Colombia, Venezuela y Uruguay.
Globalmente, el Mercosur figura como la subregión que más atrae a los inversores hispanos, por la importancia de sus dos socios mayores (Argentina y Brasil) y por su funcionamiento como bloque, uno de los más dinámicos del mundo.
En el sector financiero, los dos principales bancos españoles – el Santander y el Bilbao-Vizcaya- llevan invertidos en total cerca de 2.500 millones de dólares en América Latina.
El Santander dispone de 1.200 sucursales en la región y está entre los principales bancos de Chile, México y Venezuela, al tiempo que ha marcado presencia en el mercado de los fondos de pensión privados de Argentina y Uruguay.
El Bilbao-Vizcaya, que cuenta con 1.300 sucursales comerciales en toda América Latina, tiene en esta región 28 por ciento de sus activos y 59 por ciento de su personal. A mediados de este mes, la institución anunció que piensa más que duplicar sus activos en la región, que pasarían de 33.000 a 74.000 millones de dólares.
En el área energética, Endesa, líder de la producción y la distribución de electricidad en España, ha adquirido total o parcialmente el capital de empresas argentinas, brasileñas y centroamericanas.
En Brasil, la firma es parte de un consorcio internacional que ganó la adjudicación del 70 por ciento de la Compañía de Electricidad del estado de Río de Janeiro.
En cuanto a Unión Fenosa, invirtió en el sector eléctrico de Argentina y Bolivia, ganó la licitación para la distribución de gas en el interior de Uruguay y estima facturar 52 millones de dólares este año por actividades de consultoría en varios países. La firma tiene sus bases regionales en México y Uruguay.
Telefónica Española, una de las principales empresas de telecomunicaciones de Europa, que ya controla a CTC de Chile y Telefónica de Argentina, acaba de adquirir la mayoría del capital de la Compañia Riograndense de Telecomunicaciones en Brasil.
También en este último país, es candidata a adquirir la mayoría del capital accionario de Telebras, la mayor empresa de telecomunicaciones de América Latina, cuya privatización fue autorizada por el parlamento brasileño pero debe superar aún obstáculos políticos.
En América Central y México, Telefónica tendrá participación en diversos negocios del sector de las telecomunicaciones gracias a la alianza que concluyó con la firma MCI Worldcom.
En lo que respecta a las perspectivas de las inversiones de Japón en América Latina, dirigentes políticos y empresariales de alto nivel de siete países de la región participan esta semana de un encuentro bilateral promovido por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Exim Bank de Tokio.
"América Latina necesita de mucho capital pues se ha convertido en uno de los mercados emergentes más prometedores del mundo", declaró un alto funcionario del Exim Bank al abrir la reunión, en la que participan los presidentes de Perú, Alberto Fujimori, y de Uruguay, Julio Sanguinetti, así como el secretario de Hacienda de México, Angel Gurría.
La inversión directa japonesa en América Latina alzanzó 5.400 millones de dólares en marzo de 1998, 36 por ciento más que en el mismo mes del año anterior. Brasil, México y Argentina son los países que han captado más volumen de inversión del país asiático. (FIN/IPS/dg/ag/if/98