/REPETICION/ DESARME: Human Rights Watch cuestiona a EEUU uso de armas láser

Un arma láser que el Pentágono desarrolla para impedir la visión al enemigo debilita una prohibición internacional sobre el láser enceguecedor que hoy entró en vigor, advirtió un grupo de derechos humanos de Estados Unidos.

En una carta al Secretario de Defensa, William Cohen, Human Rights Watch (HRW) declaró que las investigaciones en curso sobre un arma encandilante plantean serias preguntas sobre el cumplimiento de Estados Unidos con el espíritu de la nueva convención.

"La diferencia entre un láser encandilante y uno enceguecedor sigue siendo desconcertantemente confusa", sostuvo la carta firmada por el director ejecutivo de HRW, Joost Hiltermann.

"Tememos que las armas calificadas como encandilantes puedan ser usadas para enceguecer intencionalmente, y proliferen en todo el mundo", alertó la carta.

Los láser militares y su posible aplicación no letal han sido foco de la investigación del Pentágono (Departamento de Defensa) durante años.

A medida que la preocupación por sus posibles usos aumentó durante los últimos años, varios países lideraron esfuerzos por prohibir armas láser diseñadas para enceguecer a soldados enemigos.

El IV Protocolo de la Convención sobre Armas Convencionales entró en vigor este jueves, tras su ratificación por parte de 20 países miembros.

Estados Unidos se opuso al protocolo en el momento de su concepción y promoción por parte de Suecia, en 1980. El Pentágono investigaba un arma llamada Sistema de Contramedida Láser cuando en 1995 se lanzaron en Viena las conversaciones sobre el protocolo.

El Sistema consiste en un rifle portable de 18 kilogramos que, en palabras del consultor de HRW William Arkin, "lanzo un rayo capaz de quemar retinas humanas" en el radio de un kilómetro.

El sistema láser es capaz de enceguecer al operador de binoculares, visores de rifles y otros aparatos ópticos mientras mira a través de ellos.

En vísperas de las conversaciones de Viena, sin embargo, el entonces jefe del Pentágono William Perry revirtió la posición de Estados Unidos, y propuso una nueva política que prohibía el uso de láser diseñados para causar ceguera permanente. A la vez, respaldó las negociaciones para prohibir el uso de estas armas.

Como resultado, Washington jugó un papel esencial en la adopción del Protocolo IV, y varios programas de investigación fueron cancelados.

Desde entonces, autoridades militares aseguraron a activistas que el Pentágono está comprometido contra las armas láser enceguecedoras. Pero estas declaraciones no fueron suficientes para HRW, que mantuvo la preocupación por el número de armas láser aún en desarrollo.

"Calificados como láser 'encandilantes' o productores de láser deslumbrantes, tienen como función primaria atacar los ojos humanos, y están pensados para misiones antipersonales", dijo la carta dirigida a Cohen.

"Aunque estas estas armas no violan la redacción del Protocolo IV, existe un peligro real de que estas armas quiten el sentido a la prohibición del láser enceguecedor", agregó.

Además, la misiva destaca que algunos láser encandilantes descritos como "seguros para los ojos" dañan partes del ojo, según han dicho médicos militares, y que expertos creen que el láser que puede encandilar también puede enceguecer, dependiendo de las circunstancias en que su utilice.

Estados Unidos no está solo en el desarrollo de estas armas. A comienzos de 1995, China las promocionaba como arma antipersonal. Un informe del servicio de inteligencia de Estados Unidos de 1996 obtenido por HRW encontró que "Rusia lidera al mundo en el desarrollo de armas láser enceguecedoras" y que Jordania había importado un láser encandilante.

HRW presentó una lista de nueve programas de encandilantes en investigación por las fuerzas armadas, algunos de los cuales son simples modificaciones de los que originalmente fueron pensados como armas enceguecedoras.

Además, el grupo de derechos humanos dijo estar preocupado porque estas armas ya están siendo ofrecidas a cuerpos de policía y podrían estar disponibles para la venta comercial.

"En un ejemplo notable, una empresa con sede en California, Light Solutions, está desarrollando un 'láser verde' antiterrorista para el ejército a pedido del Servicio de Secretaría de Estados Unidos", destacó.

Este láser, un programa secreto, es desarrollado para defender a la Casa Blanca y otros edificios del gobierno en Washington de alquien que pueda emplear un avión liviano o un helicóptero en un ataque, dijo la carta del grupo.

HRW pidió a Cohen que entregue detalles adicionales sobre los programas láser existentes, aclare la diferencia entre láser enceguecedor y encandilante, y explique cómo el Pentágono asegurará que los encandilantes no serán utilizados para enceguecer, aunque sea temporalmente.

Además, exigió confirmación de que Washington no intenta socavar la carta o el espíritu del Protocolo IV. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/lp/98

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