PERU: Sector pesquero en su peor momento

La pesca en Perú enfrenta una difícil coyuntura, en parte debido al fenómeno de El Niño, pero como consecuencia también de una captura desmedida y del escaso apoyo brindado a los pescadores artesanales.

Caída de la producción, descenso en el consumo y las exportaciones, depredación de la biomasa marina y embarcaciones obsoletas son algunos de los problemas que vive el sector pesquero, que anualmente recibe entre 2.000 y 3.000 jóvenes desempleados que buscan en el una fuente de trabajo.

En lo que va de este año, el sector ha descendido en 69 por ciento con relacion a igual período de 1997.

El Ministro de Pesqueria, Ludwing Meier, estima que la producción pesquera caerá en casi 35 por ciento hasta fin de año, sobre todo por la caída de la pesca industrial, subsector dedicado a la pesca de anchoveta para harina de pescado y de especies para enlatados y congelados para exportación.

El rubro de exportación será precisamente uno de los más afectados, ya que las autoridades esperan una reducción de unos 400 millones de dólares respecto de 1997.

El reconocimiento oficial de la crisis que afecta a la pesca se produce cuando empiezan a conocerse los dramáticos resultados del fenómeno de El Nino en varios sectores productivos. Los efectos en la agricultura, por ejemplo, redundarán en una mayor cantidad de alimentos importados.

Sin embargo, Meier indicó que las predicciones pesimistas podrían quedar sólo en eso si a partir de octubre, cuando culmine el desove y se levante la veda a varias especies, se restablecen los niveles promedio de pesca y se diversifica la extracción.

Una mayor pesca de calamar, por ejemplo, ayudaría a diversificar el procesamiento en tierra y la exportación a nuevos mercados, según el ministro.

"Lo importate es cuidar la biomasa hasta el desove", afirmó, pero agitó aún más las aguas, porque provocó la inmediata respuesta de los pescadores artesanales.

Víctor Rucana, secretario general de la Union de Pescadores Artesanales del Callao, principal puerto del país, reclamó al ministro un estudio sobre la biomasa, porque cada vez que se levanta la veda, las embarcaciones industriales pescan cantidades enormes, sin saber si existen las reservas necesarias.

Se estima que sólo en el mar del Callao, frente a Lima, pescan indiscriminadamente alrededor de 200 embarcaciones industriales, en su mayoría coreanas, dedicadas a la extracción de atún, anchoveta, langostinos y conchas de abanico, a las que nadie controla, según los pescadores artesanales.

A esto se sumó el fenómeno de El Nino, que provocó el alejamiento de muchas especies comerciales tradicionales debido al calentamiento de las aguas, la caída en más del 50 por ciento en el consumo de pescados y mariscos, y la destrucción de casi 200 desembarcaderos en el litoral.

Esta infraestructura es vital para la pesca artesanal, sector en el que trabajan unas 250.000 personas que operan alrededor de 5.000 lanchas, de las cuales casi la mitad son obsoletas y sólo pueden permanecer en alta mar seis horas como máximo.

Según Feliciano Chaname, secretario general de la Federación Nacional de Pescadores Artesanales del Perú, el 40 por ciento de las embarcaciones pesqueras artesanales se encuentran fuera de servicio, debido a los embates de El Niño.

Sus propietarios deben dedicarse al comercio ambulante o a la construcción, ante la imposibilidad de repararlas.

El sector artesanal aporta el 80 por ciento del total de pescados y mariscos que consume la poblacion de Perú. Sin embargo, casi todos los pescadores artesanales viven en pobreza extrema, con ingresos que no llegan a 200 dólares mensuales.

"Con el fenómeno de El Niño la situación se ha puesto peor", dijo Rucana. "Si antes sacábamos 40 soles diarios (13 dólares), ahora con las justas llegamos a los 15 soles (alrededor de cinco dolares)".

El Comite Ejecutivo de Reconstrucción del Fenómeno de El Niño, estudia la posibilidad de invertir unos de 2,3 millones de dólares en la rehabilitacion de un centenar de desembarcaderos afectados.

Por su lado, los pescadores artesanales pretenden lograr el apoyo del gubernamental Fondo de Desarrollo Pesquero para financiar la compra de 40 camiones frigoríficos, que les permitan librarse de los mayoristas y comercializar directamente el pescado extraído, abaratándolo y propiciando un mayor consumo.

Porque pese a la gran riqueza pesquera de Perú, el pescado sigue siendo un plato de lujo: un kilogramo de lenguado puede costar hasta 13 dólares y la corvina más de 20. A los pescadores artesanales se les paga a veces un sol (0,34 centavos de dólar) por 25 kilogramos de pescado.

"Existe la decisión política de apoyar el consumo de pescado y se está estudiando una propuesta para que el Estado compre directamente el producto a los pescadores artesanales, para ser distribuido en los comedores populares y clubes de madres", dijo Santiago Ludenha, funcionario del Ministerio de Pesquería.

Según estudios oficiales, el consumo interno cayó de 12 kilogramos anuales por habitante a menos de tres kilogramos en la actualidad. (FIN/IPS/zp/ag/if-en/98

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