El presidente Alberto Fujimori y la mayoría de los sectores políticos de Perú manifestaron optimismo ante las perspectivas que abre el triunfo del democristiano Jamil Mahuad en las elecciones presidenciales de Ecuador para un rápido acuerdo de paz entre los dos países.
Fujimori anuncio que asistirá a la toma de mando de Mahuad, el 10 de agosto, y expresó confianza en que poco después se firme el tratado que los dos países comenzaron a negociar luego de la guerra fronteriza que libraron entre enero y marzo de 1995.
Perú y Ecuador, unidos durante el imperio Inca y en gran parte de la etapa de colonización española, mantienen un antiguo litigio fronterizo que este siglo los enfrentó en varias guerras, la más grave de las cuales se desarrolló en 1941.
Un tratado de "Paz, Amistad y Límites" firmado en 1942 demarcó una frontera de 1.500 kilómetros, pero la colocación de los hitos fue interrumpida en 1950, cuando faltaban señalar sólo 68 kilómetros en una abrupta zona selvática, que sería escenario de guerra en 1981 y 1995.
La intervención diplomática de Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos logro detener el fuego en la última guerra y sentar en la mesa de negociaciones a los representantes de Ecuador y Perú, para que resuelvan sus discrepancias sobre la aplicación del tratado de 1942.
El acuerdo patrocinado por esos cuatro países garantes incluye la definición de la línea demarcatoria en los tramos inconclusos, situados en la cordillera del Cóndor, y también un convenio para la navegación y comercio de Ecuador por el río Amazonas, y un programa de integración económica en la zona de frontera .
El buscado acuerdo de paz se consideraba inminente meses atrás, pues se creía que el presidente interino de Ecuador, Fabián Alarcón, estaba dispuesto a firmarlo antes de entregar el mando, para despejar el camino a su sucesor.
Pero finalmente, la resolución del asunto se dejó en manos del vencedor en las elecciones presidenciales ecuatorianas, concluidas el domingo, en segunda ronda.
Los candidatos presidenciales ecuatorianos evitaron en la campaña electoral toda declaración belicista, disipando temores de observadores peruanos, en Lima se cree que el cambio de gobierno en Quito no comprometerá las negociaciones de paz.
El canciller peruano Carlos Ferrero manifestó confianza en que el nuevo mandatario ecuatoriano prosiga la línea de Alarcón "para llegar este mismo año a una solución definitiva".
El ex diplomático peruano Harold Forsyth, amigo personal de Mahuad, triunfador aparentemente en los comicios del domingo, recomendó prudencia en las conversaciones. Pero recordó que las declaraciones realizadas el año pasado por Mahuad sobre las conversaciones de paz fueron "muy positivas y alentadoras".
La legisladora Lourdes Flores, del opositor Partido Popular Cristiano, quién asistió a las elecciones ecuatorianas como observadora invitada por la Organización de Estados Americanos, consideró indicio positivo que Mahuad se propusiera ratificar en su cargo al canciller José Ayala.
"No olvidemos la excelente disposición mostrada por el canciller Ayala en las conversaciones, y su sincera búsqueda un acuerdo de paz", comento Flores.
Pero no todos los políticos peruanos denotan optimismo sobre el curso de las negociaciones de paz con Ecuador, y algunos opositores, como el parlamentario Fernando Olivera, tal vez reflejen en su posición el parecer de los más duros y desconfiados "halcones" de las Fuerzas Armadas de este país.
"Mahuad deberá pasar de la palabra a los hechos, pues Ecuador habla mucho de paz, pero sigue creando nuevas unidades militares en la línea de frontera con Perú y, a pesar de su grave crisis económica, sigue negociando la adquisición de aviones de guerra", dijo Olivera.
Olivera se opone incluso a la integración comercial y vial de Perú con Ecuador, promovida por los cuatro gobiernos que patrocinan las negociaciones diplomáticas bilaterales.
Estados Unidos encabeza un conjunto de países del Norte industrial dispuestos a aportar 2.000 millones de dólares para obras de integración en las zonas de frontera peruano-ecuatoriana, si los dos países contendientes ponen fin a su largo conflicto territorial.
Según Olivera, Perú no debe dejarse convencer por las ofertas de cooperación formuladas por Estados Unidos, que en su opinión buscan favorecer los planes de expansión territorial de Ecuador.
"Las carreteras propuestas serán usadas por Ecuador para penetrar y tener presencia económica en la zona territorial peruana que siempre ha sido ambicionó dicho país", advirtió Olivera en junio.
En su opinión, para evitar la "penetración de Ecuador", Perú no debe aceptar el libre tránsito de naves ecuatorianas en los tramos en territorio peruano de los ríos afluentes del Amazonas que nacen en el país vecino.
El derecho de libre navegación por el Amazonas es una importante aspiración geopolítica ecuatoriana, que le permitiría conectar su región oriental con el océano Atlántico, y forma parte del texto del tratado ecuatoriano-peruano de 1942. (FIN/IPS/al/ff/ip/98