La frágil democracia se vio amenazada nuevamente en Paraguay, cuando un senador del gobernante Partido Colorado declaró que si "el parlamento hace ingobernable al país", el presidente electo, Raúl Cubas, podría disolverlo.
El autor de la amenaza fue Julio Rolando Elizeche, partidario del general Lino Oviedo, quien apuntó sus baterías contra la alianza entre el sector del Partido Colorado que lidera el vicepresidente electo, Luis María Argaña, y la oposición, que cuenta con mayoría en las dos cámaras del Congreso.
El Partido Colorado está escindido entre los seguidores de Oviedo y los de Argaña.
"Si nosotros los parlamentarios seguimos perjudicando a la República, alguien tiene que ponerle punto final a todo esto", dijo Elizeche este jueves.
Todos "nos damos cuenta de que desde el parlamento se está trabando permanentemente el despegue de la nación, me parece que el presidente tendría apoyo popular y de las Fuerzas Armadas, si es que lo necesita, y podría hacer que el mismo se disuelva", añadió.
En abril de 1996, cuando Oviedo se resistió a la orden de retiro firmada por el presidente Juan Carlos Wasmosy, Elizeche lo apoyó públicamente, mereciendo una amonestación de sus compañeros parlamentarios.
La amenaza de golpe fue apoyada por Enrique González Quintana, dirigente de UNACE, el movimiento de Oviedo dentro del Partido Colorado. "Lo que corresponde es que el pueblo juzgue la conducta de sus parlamentarios y luego si lo considera necesario que solicite al presidente que disuelva el Congreso", afirmó.
Otros dirigentes oviedistas se mostraron más cautelosos. "Los extremos nunca son convenientes, se debe buscar siempre el diálogo y tratar de consensuar las cosas", sostuvo Octavio Gómez, líder de la bancada oviedista en el senado.
El senador Marciano Torales, también oviedista, manifestó su desacuerdo, al indicar que "cnstitucionalmente no corresponde que el Presidente de la República disuelva el Parlamento Nacional".
La oposición y los sectores disidentes del Partido Colorado reaccionaron por su parte de manera airada ante la amenaza de golpe y anunciaron que solicitarán sanciones ejemplares para Elizeche.
"Algunos creen que la mejor manera de curar un dolor de cabeza es decapitando al paciente", dijo Nicanor Duarte Frutos, alto dirigente del sector argañista y aseguró que "la democracia sin demócratas pide a gritos la dictadura".
Duras críticas formuló también el parlamentario liberal Evelio Fernández Arévalos. "Se imaginan ustedes tirar al traste toda la República por la libertad de un hombre (Oviedo). Sócrates tomó la Cicuta para no violar las leyes de Atenas y acá pretenden hundir a Atenas para que se salve un solo hombre", manifestó.
"En el fondo es una tentación mesiánica, pero es muy difícil que se produzca", sentenció el parlamentario Luis Mauro, del opositor Encuentro Nacional, quien puntualizó que "de cualquier modo hay que estar atentos".
En el gobierno no se produjo ningún comentario oficial sobre la amenaza de disolución del parlamento propuesta por el senador oviedista. (FIN/IPS/ct/ag/ip/98