Un comité de la ONU propuso la creación de una nueva Organización Financiera Mundial (OFM) que proteja a los países en desarrollo de crisis futuras y brinde estabilidad económica mediante una acción regulatoria.
La nueva agencia ayudaría a "cerrar la brecha en la estructura existente del sistema financiero supervisando y regulando los flujos de capital privado", dijo Nurul Islam, presidente del Comité de Planificación para el Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La propuesta formó parte de un informe sobre las lecciones a aprender de la crisis económica asiática.
Entre otras funciones, la OFM "fijaría las normas para las agencias de crédito y reglas para la creación y operación de sistemas internacionales de bancarrotas", señaló el Comité al Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC).
Seth Winnick, representante de Estados Unidos, criticó la propuesta afirmando que las instituciones de Bretton Woods, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), son "totalmente capaces de hacer frente al desafío planteado por la actual crisis financiera".
Johanees Wedenig, de Austria, en representación de los 15 miembros de la Unión Europea (UE), se hizo eco de la oposición de Washington. Europa está "convencida de que la gama de funciones propuestas para la nueva organización, podrían, de ser necesario, ser absorbidas por las estructuras existentes".
Japón también sostuvo que la organización "se superpone a las funciones de organizaciones existentes, en gran medida", según dijo el delegado de ese país ante la ONU Hideki Ito.
Defendiendo la propuesta, Islam subrayó que la OFM estaría integrada mayoritariamente por el sector privado, y, a diferencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), intentaría asegurar que el sector privado "ayude a soportar la carga" de crisis futuras.
"Estas funciones no son propias del FMI", dijo Islam, y agregó que es poco posible que la institución financiera alguna vez agregue las funciones propuestas a su carta fundacional.
Islam reconoció que algunas de las medidas regulatorias que la OFM podría adoptar son desarrolladas por algunos organismos, pero en una base ad-hoc que no protege a los países más pobres ubicados en el "extremo receptor" de flujos de capital volátiles y no integran organizaciones existentes.
Bagas Hapsoro, de Indonesia, en representación del Grupo de los 77, integrado por 132 países en desarrollo, se mostró más abierto a la propuesta.
Hapsoro dijo que un párrafo sobre la forma en que la OFM aseguraría que prestamistas extranjeros privados se involucraran en la resolución de las crisis está "muy cerca de nuestros corazones".
Dos semanas antes de la crisis financiera que comenzó a golpear a las economías del sudeste de Asia en julio, el Banco Mundial predijo el crecimiento en la región, y auguró que se mantendría durante el próximo milenio, destacó Bagas.
Bagas dijo entender la hostilidad de otros miembros hacia el plan, porque "siguen la línea del FMI", pero agregó que todas las naciones deben hacer más para explorar el tema. "Detener la discusión es muy ingenuo, creo que podemos encontrar un término medio".
El comité hizo una propuesta similar en relación a una nueva organización financiera en su informe de 1997 a ECOSOC, pero esta "no obtuvo mucha atención", indicó Islam, y dijo no estar sorprendido por la hostil reacción a la propuesta, porque la gente "siempre tiene miedo de una idea nueva".
Fuentes de la ONU dijeron a IPS que la propuesta de la OFM enfrenta un largo y arduo proceso en el que miembros de la ONU intentarán plantear el tema ante comités y grupos de trabajo del organismo internacional. (FIN/IPS/tra-en/lb-fah/mk/lp/ip if/98