El pueblo de Nigeria aguarda los resultados de la autopsia del líder opositor Moshood Abiola, mientras 11 personas murieron hoy en esta ciudad en enfrentamientos con la policía, y cuatro en la ciudad universitaria de Ile Ife, elevando el número de víctimas a más de 70.
La autopsia de Abiola, símbolo de la oposición demócrata en Nigeria, fue iniciada este viernes en un lugar no divulgado, tras la llegada de un equipo de patólogos de Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña.
La muerte en la cárcel del líder, anunciada el martes por el gobierno militar, desató alzamientos populares. Muchos aguardaban su liberación, y creen que su fallecimiento puede haber sido provocado.
El político era considerado por gran parte de los nigerianos como la única alternativa hacia la democracia en este país africano rico en petróleo y con más de 100 millones de habitantes, que sólo tuvo 10 años de democracia desde la independencia de Gran Bretaña en 1960.
La declaración del gobierno indicó que Abiola murió de un ataque cartíaco mientras mantenía una reunión con autoridades nigerianas y de Estados Unidos para discutir sobre su posible liberación.
Abiola, supuesto ganador de las elecciones presidenciales de 1993, anuladas por los militares, fue detenido en junio de 1994 tras autoproclamarse presidente durante el gobierno dictatorial del fallecido general Sani Abacha, quien murió el 8 de junio tras un ataque cardíaco.
"Le haremos saber a la gente tan pronto como podamos, cualquiera sean los resultados que obtengamos", dijo el patólogo canadiense James Young, director del equipo extranjero, al llegar a esta ciudad.
Young dijo a los periodistas que su equipo enfocará el trabajo "con una mente amplia", y llegará a una "conclusión propia".
Mientras, el gobierno militar del presidente Abdulsalam Abubakar pospuso el anuncio de las medidas para lograr la restauración de la democracia.
Este jueves el Consejo de Gobierno Provisorio conmutó la pena de muerte de tres generales del ejército y tres civiles a entre 20 y 25 años de prisión. Los seis están acusados de planificar un golpe de Estado para desplazar a Abacha.
La familia de Abiola anunció que el sepelio del ex líder opositor, en un principio previsto para este viernes, sería pospuesto.
La ola de violencia se produjo en el sudoeste de Nigeria, una región poblada por el grupo étnico yoruba, al que pertenecía Abiola.
"La responsabilidad recae en el gobierno militar para convencer a los nigerianos y el resto del mundo de que no mataron al presidente electo Moshood Abiola", dijo Gani Fawehinmi, del Comité de Acción Conjunta sobre Nigeria (JACON), que agrupa a 55 grupos demócratas y organizaciones de los derechos humanos.
Si Abiola hubiera asumido la presidencia del país más poblado de Africa, el poder hubiera pasado por primera vez desde la independencia a los grupos yorubas del sur.
El poder político y militar en Nigeria ha sido dominado por el grupo étnico hausa/fulani, del norte. "Creo firmemente que la existencia de Nigeria como nación unida está cuestionada", dijo Fawehinmi.
El principal grupo de oposición, la Coalición Nacional Democrática (NADECO), sostuvo que "el gobierno militar ha ignorado sucesivamente todos los acuerdos para liberar a Abiola, hasta su muerte. La situación actual llama a una profunda reflexión sobre el futuro político de Nigeria".
Varios líderes religosos apelaron a la calma tras tres días de violencia. El obispo Sunday Mbang, de la Asociación Cristiana de Nigeria, hizo un llamado a la "sanidad" entre los políticos nigerianos. (FIN/IPS/tra-en/ro/mn/lp/ip hd/98