La industria azucarera de Nicaragua, que estuvo dominada durante más de un siglo por empresarios nacionales, comienza a cambiar su fisonomía con la irrupción de poderosos grupos de inversionistas extranjeros.
Uno de estos nuevos inversionistas es el grupo Pantaleón, considerado el más poderoso del ramo azucarero en Guatemala, que posee en la actualidad 70 por ciento de las acciones del ingenio Monte Rosa, el tercero más importante del país.
El otro es el consorcio británico E.D.&F.Man, con más de 200 años en la actividad azucarera mundial, dueño de más de 40 por ciento del ingenio Agroinsa, el segundo del país.
En 1996, las exportaciones de azúcar de Nicaragua representaron 33.7 millones de dólares, cifra que en 1997 aumentó a 54,8 millones de dólares. Se trata del segundo rubro de exportación de productos tradicionales del país centroamericano.
Las ventas de azúcar al exterior representaron 18,1 por ciento de las exportaciones tradicionales en 1997, según el Centro de Trámites de Exportacion (CETREX).
Nicaragua resulta atractiva para los inversionistas extranjeros por varios factores ligados a la producción, comercialización y exportación del azúcar, según expertos.
"El precio de la tierra agrícola en Nicaragua está por debajo de Guatemala y El Salvador", afirmó Raúl Lacayo, ex propietario del Monte Rosa, controlado ahora por el grupo guatemalteco Pantaleón.
Según sus estimaciones, la manzana (0,7042 hectáreas) de tierra agrícola se cotiza en Nicaragua a 2.500 dólares, mientras en El Salvador y Guatemala se vende hasta en 8.000.
Además, los cultivos de caña nicaragüenses están más cerca de la planta industrial, lo cual redunda en menores costos, explicó Lacayo.
"En El Salvador, por ejemplo, los ingenios deben trasladar la caña unos 150 kilómetros de distancia, mientras en el caso del ingenio nicaragüense Monte Rosa, los plantíos no están a más de 15 kilómetros de distancia", señaló.
La industria azucarera nacional se compone de seis ingenios privados, y tres de ellos cuentan con inversión extranjera, de acuerdo con datos oficiales.
En la última zafra (1997-1998) se produjeron casi 793.800 toneladas de azúcar, cantidad menor a la meta planteada de 820.000 toneladas, como consecuencia del fenómeno climático de El Niño.
Nicaragua exporta casi 50 por ciento de su producción, principalmente al mercado norteamericano. El mercado nicaragüense consume el resto al precio más barato de América Central (20,56 dólares por cien kilogramos).
Las inversiones de E.D.&F.Man, con oficinas en 60 países y más de 3.700 empleados, representan una de las más importantes en el istmo.
"La inversión en Nicaragua es la segunda más alta en América Central, solo superada por la inversión en Guatemala", dijo a IPS Luis Martin, representante del consorcio británico.
"En un futuro podría llegar a ser nuestra inversión más importante en la región, no solo por las oportunidades que existen aquí, sino también por las oportunidades futuras relacionadas con el proceso de unificación del istmo", añadió.
En este país, donde la inversión extranjera fue casi nula la pasada década, E.D.&F.Man radicó unos 100 millones de dólares en los rubros azucarero, arrocero y financiero.
Por su parte, el guatemalteco grupo Pantaleón compró a Lacayo la totalidad del ingenio Monte Rosa, por alrededor de 20 millones de dólares.
Pantaleón tiene previsto invertir a corto plazo más de cuatro millones de dólares para aumentar el área de siembra, la capacidad de producción, y, luego, cogenerar al menos 10 megavatios, según Lacayo.
"Hay interés en desarrollar plenamente el potencial del ingenio, y se le ven grandes perspectivas a la zona de Chinandega, ya que no hay ningún cultivo que haya llenado el vacío que dejó el algodón", dijo Lacayo.
Chinandega, departamento ubicado a más de 150 kilómetros al occidente de esta capital, vivió en los años 70 un auge algodonero, pero miles de manzanas de tierra están hoy ociosas ante el declive del cultivo.
Según las estimaciones de Lacayo, hay alrededor de 300.000 manzanas de tierras otrora algodoneras ociosas.
"La caña se perfila como producto alterno, aunque nunca va a tener esos volúmenes", señaló Lacayo. Como máximo, estimó, unas 80.000 manzanas podrían dedicarse al cultivo azucarero.
El mayor ingenio azucarero del país, el San Antonio, sigue en manos del grupo económico nacional más poderoso, el de la familia Pellas, cuya actividad económica en Nicaragua se remonta a más de 150 años.
El San Antonio, propiedad de la Nicaragua Sugar Estates Limited, se fundó en 1890 y fue confiscado por el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional en los años 80.
Fue devuelto a sus propietarios en 1992 por el gobierno de Violeta Chamorro, y hoy es el mayor productor de azúcar con un total de casi cuatro millones de quintales.
Mauricio Díaz, ex embajador en Guatemala (1994-1998), explicó que Nicaragua resulta atractiva para el inversionista centroamericano y extranjero por las oportunidades y los índices relativos de seguridad.
"Nicaragua se ha convertido en un atractivo por razones comparativas importantes, una de ellas su relativa seguridad ciudadana", señaló Díaz.
"Nosotros ofrecemos un país donde la gente puede circular libremente, donde no tenemos una industria del crimen organizado, ni una industria del secuestro", añadió. (FIN/IPS/rf/mj/if/98