La detención de nueve policías de la capital de México que secuestraron y violaron a tres mujeres jóvenes fue la gota que derramó el vaso en la cuestionada política de seguridad pública del alcalde Cuahutémoc Cárdenas.
El caso, que costará el cargo a varios jefes policiales y modificaría algunos planes de suguridad según indicaron este sábado diputados capitalinos, es uno más en la larga cadena que Cárdenas, líder del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), no ha podido cortar en siete meses de gestión.
El hecho fue calificado de bárbaro y vergonzoso por las autoridades locales, a las que la población considera incapaces de enfrentar la delincuencia, según encuestas realizadas por diarios y centros de investigación.
Desde que Cárdenas asumió en diciembre pasado como alcalde de la capital mexicana con un discurso que ofrecía resolver los problemas de inseguridad y corrupción policial, se registraron 110 asaltos a bancos -más que en todo 1997-, un promedio de dos asesinatos por día y cuatro mujeres fueron violadas.
Además, el alcalde debió pedir la renuncia de seis jefes de la policía nombrados por sus colaboradores, luego que se comprobó que tenían antecedentes de corrupción y que incluso algunos participaron en secuestros e integraron cuerpos de seguridad acusados de violaciones de los derechos humanos.
Una encuesta realizada en junio por el diario Reforma reveló que 91 por ciento de los habitantes de la capital consideran regular o mala la actuación de la policía durante la gestión de Cárdenas y 75 por ciento desconfía algo o mucho de ese cuerpo.
La gestión en materia de seguridad está provocando un rápido deterioro de la imagen de Cárdenas, quien no oculta su intención de postularse como candidato a la Presidencia en el año 2000, tras dos intentos fallidos, adviertieron los observadores.
El caso de las violaciones causó conmoción en la capital mexicana y provocó fuertes reacciones de organizaciones que se ocupan de la situación de la mujer.
"Esta nueva histortia de terror pone a prueba al gobierno de la capital que ahora debe desmostrar que es capaz de aplicar la ley y reformar los cuerpos de seguridad", dijo Patricia Olamendi, directora de la organización no gubernamental ProMujer.
Según los relatos de las jóvenes, de 13, 15 y 18 años, los violadores las tuvieron encerradas durante cuatro días en las caballerizas de un destacamento de la policía montada.
Su drama comenzó cuando le preguntaron una dirección a un grupo de policías y éstos se ofrecieron a llevarlas. Pero el vehículo en que se subieron no las condujo no a la dirección deseada, sino a las caballerizas.
Las tres víctimas lograr huir en la madrugada del jueves, siendo luego auxiliadas por otros policías que las encontraron semidesnudas.
"No habrá protección ni impunidad para quienes resulten responsables de estos gravísimos delitos", aseguró Cárdenas. "Se demandará que la justicia sea expedita y los responsables sean castigados de manera ejemplar con la circunstancia agravante de que se trata de servidores públicos".
Cada año son violadas en la capital mexicana unas 1.400 mujeres, según cifras oficiales, mientras los policías son acusados de más de 40.000 delitos, especialmente de robos y extorsión.
Colaboradores de Cárdenas indican que hacen todo lo posible por luchar contra la delincuencia y mejorar a la policía, pero advierten que la tarea es muy amplia y requiere de mucho tiempo.
En tanto, la Procuraduría General sostiene que deberán pasar tres o cuatro años más para renovar los cuerpos de seguridad. En México, una persona puede trabajar como policía luego de cumplir un curso de formación de menos de seis meses.
Los agentes de nivel básico, que en su mayoría sólo cuentan con educación primaria, reciben un salario mensual de unos 320 dólares. (FIN/IPS/dc/ag/ip-hd/98