El opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), de México, obtuvo el domingo su segunda gobernación, mientras el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) arrebató a la derecha el control político del estado más grande del país.
Los resultados oficiales preliminares de las elecciones de la víspera y encuestas a boca de urna indican que el centroizquierdista PRD ganó la gobernación del central estado de Zacatecas, mientras que el PRI conservó el control de Durango y lo recuperó en Chihuahua, en el norte.
La jornada electoral, realizada en tres de los 32 estados del país, fue considerada por observadores un examen previo a los comicios presidenciales del 2000, tanto en el desempeño de los partidos como en la limpieza del proceso .
En la primera materia, el PRD demostró que mantiene tendencia ascendente, un año después de lograr la gobernación de la capital. En cuanto al PRI, que gobierna el país desde 1929, parece desmentir con su triunfo en Chihuaha y Durango a quienes creen que se trata de un partido en decadencia.
El conservador Partido Acción Nacional (PAN) atribuyó su derrota en Chihuaha, un estado que gobernaba desde 1992, al desgaste que implica el ejercicio del poder. El PAN aún controla cinco estados.
En cuanto a la organización de los comicios, los tres principales partidos reconocieron que fue relativamente justa, aunque el PRD y el PAN acusaron al PRI de comprar votos.
Los resultados electorales han sido tradicionalmente impugnados en México, pero las denuncias de irregularidades disminuyen desde la instalación del gobierno de Ernesto Zedillo.
Este lunes se cumplen 10 años de lo que la oposición consideró "la peor afrenta a la democracia", cuando Carlos Salinas (1988- 1994), del PRI, se proclamó vencedor en comicios presidenciales calificados de fraudulentos por sus adversarios.
La oposición asegura que el vencedor de las elecciones de 1888 fue en realidad Cuauhtémoc Cárdenas, líder del PRD y ahora gobernador de la capital.
Hubo entonces papeletas de votación perdidas y una misteriosa falla en los sistema de cómputo. Salinas triunfó por escaso margen y los hechos provocaron una ola de movilizaciones pocas veces registrada en la historia de México.
La conquista de comicios cada vez más limpios y el progresivo avance de los opositores fue logrado quizá gracias al "fraude del 88", sostiene el politólogo Jorge Catañeda.
Luego de las elecciones en Zacatecas, Durango y Chihuhua, tres distritos que reúnen a 6,2 por ciento de la población mexicana, se votará este año en otros nueve estados.
Los tres principales partidos anunciaron que en cada una de esas instancias jugarán sus mejores cartas, pensando en los comicios del 2000, cuando Zedillo termine su gestión de seis años.
México cuenta con el único sistema federal de América Latina que cada año y en diferentes meses realiza elecciones de gobernadores, diputados locales y presidentes municipales.
Hasta principios de los años 80, el PRI controló el poder en los 32 estados del país. Ahora, sin embargo, siete estados son gobernados por la oposición, al igual que decenas de municipios. Además, el oficialismo perdió su mayoría en la Cámara de Diputados.
A pesar de los avances y vaticinios de la oposición, "el PRI demuestra que no está muerto, que se recupera y que sin duda será la primera opción electoral del 2000", afirmó el presidente del partido gobernante, Mariano Palacios.
Palacios opinó que algunos candidatos a gobernador, como Ricardo Monreal, quien acaba de ganar por el PRD el estado de Zacatecas, "se separararon del PRI sólo por ambiciones electorales".
Para los comicios presidenciales del 2000, el PRD postularía nuevamente a Cárdenas, o al diputado Porfirio Muñoz, ambos ex dirigentes del PRI.
De parte del PAN, el candidato que suena con fuerza para la presidencia es el gobernador del central estado de Guanajuato, Vicente Fox, mientras que en el PRI, el gobernador de Puebla (vecino a la capital federal), Manuel Bartlett, y el de Tabasco (sur), Roberto Madrazo, han manifestado su intención de presentarse como aspirantes. (FIN/IPS/dc/ff/ip/98