Los ajustes en México al presupuesto del Estado para enfrentar la caída de precios del petróleo paralizan 42 proyectos de exploración de crudo y disminuyen tres años las reservas de hidrocarburos.
La empresa Pemex absorbió 1.000 millones de dólares de los recortes presupuestarios, 25 por ciento del total, ordenados por el gobierno de Ernesto Zedillo en enero, marzo y el miércoles, indicaron este viernes portavoces de la firma estatal.
Con menos dinero, la empresa renuncia a la búsqueda de nuevas reservas, calculadas hoy en 60.160 millones de barrilles, nivel que cubre 40 años de demanda.
Se estima que las reservas bajarán al finalizar 1998 a 58.500 millones de barrilles, con lo que relación reserva-producción caerá a 37 o 38 años.
No es la primera vez que el gobierno recurre a Pemex, una de las pocas empresas de su tipo en el mundo que no ha sido privatizada, para equilibrar las finanzas del Estado, ya sea obligándola a efectuar ahorros o a entregar sus utilidadades.
Directivos de la empresa rompieron en octubre su tradicional silencio en materia de relaciones con el gobierno y demandaron un trato fiscal justo, mayores posibilidades de inversión, autonomía administrativa e independencia frente a los vaivenes políticos.
Según datos oficiales, alrededor de 90 por ciento de las utilidades de Pemex van directamente a la Secretaría (ministerio) de Hacienda. La empresa no puede definir nuevas inversiones ni disponer del dinero que produce.
Pemex debería ser tratada como una agencia del Estado y no una extensión del gobierno federal, señaló en octubre Adrián Lajous, director de la empresa cuya producción diaria suma más de tres millones de barriles.
A Pemex se le pide resultados como empresa, aún cuando su tratamiento fiscal ha sido "muy cruel", añadió el entonces secretario (ministro) de Energía, Jesús Reyes Heroles.
Su sucesor, Luis Téllez, prometió el jueves que, siempre que el gobierno no disponga otra cosa, la petrolera estatal redoblará en los próximos años sus esfuerzos para descubrir nuevas reservas y reposicionarse como empresa.
Además de los recortes en proyectos de exploración, Pemex suspenderá este año la construcción de algunos ductos y varios trabajos de reparación de infraestructura.
Si los precios del petróleo, producto que financia 40 por ciento del presupuesto del Estado mexicano, no aumentan hasta promediar 11,50 dólares por barril (precio calculado por el gobierno) es posible que las finanzas de Pemex sufran nuevos recortes, advierten los analistas.
Organizaciones empresariales mexicanas recomiendan al gobierno recurrir al incremento de tarifas de servicios públicos si la crisis continúa y tomar medidas para privatizar el sector petrolero.
En el primer semestre del año el precio es fue de 10,64 por ciento, 4,3 dólares menos que el estimado al momento de diseñar el presupuesto de 1998.
Téllez sostuvo que a partir del tercer trimestre del año habrá un sensible incremento en los precios internacionales del petróleo, pues, según él, terminará la acumulación de inventarios, habrá una reducción de la oferta y aumentará la demanda.
En contraste, la Agencia Internacional de Energía afirmó en su informe mensual, difundido esta semana, que no encuentra razones para vislumbrar un próximo incremento en los precios del crudo.
La Agencia indica que hay un nivel récord de almacenamiento de petróleo en los países consumidores, continúa deprimida la demanda debido a la crisis asiática y los miembros de la Organización de Paises Exportadores de Petróleo no respetan sus cuotas de producción.
Pero Téllez cree que el futuro es positivo, pues confía en que la reducción pactada entre la OPEP y algunos productores independientes, entre ellos México, se respetará plenamente. (FIN/IPS/dc/mj/if en/98
