El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, sostuvo hoy que su gobierno se acerca a un acuerdo con los palestinos por el retiro de tropas de Cisjordania.
Netanyahu dijo que "casi cerramos las brechas" entre Israel y Estados Unidos sobre las obligaciones israelíes. Pero, agregó, "lo único que detiene el proceso es la negativa palestina a cumplir los compromisos que hicieron repetidamente durante cinco años".
Pero su actitud optimista difiere del punto de vista de la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Madeleine Albright.
El viernes, en una señal de que sus mediadores no habían logrado un acercamiento de las partes, Albright dijo que dudaba sobre las posibilidades de alcanzar un acuerdo si ambas partes no negociaban directamente sobre una lista de diferencias pequeñas pero significativas que han impedido un pacto.
Sin embargo, el asesor de Netanyahu David Bar-Illan dijo que no habría reuniones bilaterales por el momento, dado que el primer negociador palestino Mahmoud Abbas acompañó al líder Yasser Arafat en un viaje de tres días a China.
El llamado de Albright a negociaciones directas se produjo después que conversaciones entre mediadores de Estados Unidos y palestinos no lograran producir avances en temas claves.
Durante esas reuniones, los palestinos rechazaron las "modificaciones" de Israel sobre una iniciativa de Washington por la cual Israel cedería un 13 por ciento adicional de territorio de Cisjordania a los palestinos en un período de 12 años.
A cambio, los palestinos acordarían implementar varias medidas de seguridad de forma que el cumplimiento sea supervisado, incluyendo el retiro de armas ilegales y la reducción del tamaño del cuerpo de policía palestina, que según Israel tiene varios miles de efectivos más que los estipulados en los tratados de paz.
Los palestinos aceptaron el plan semanas atrás. Pero Netanyahu, bajo presión de autoridades de seguridad israelíes y partidos de su gobierno de coalición, intentó modificar la iniciativa de Estados Unidos.
La iniciativa proponía reducir la cantidad de territorio que Israel entregaría a control palestino e incluir el cumplimiento de obligaciones palestinas específicas.
La propuesta de negociaciones directas no tiene buenas perspecitvas de lograr un acuerdo antes de fines de julio, cuando el parlamento israelí entre en el receso de verano.
Analistas indican que es poco posible que Netanyahu pueda tomar grandes decisiones sobre el retiro de tropas mientras la Knesset esté en receso.
La necesidad de alcanzar un acuerdo antes del fin del período de sesiones de la Knesset generó un sentido de urgencia en Jerusalén.
La semana pasada, dos ministros claves del gabinete, el ministro de Defensa Yitzhak Mordechai y de Comercio e Industria Natan Sharansky, hicieron un llamado al primer ministro a adoptar una medida antes de que la Knesset inicie el receso el 30 de julio.
Los llamados se produjeron después de semanas en que un acuerdo sobre el retiro de tropas parecía inminente, pero no se lograba por alguna nueva idea o disputa de último momento. Durante un tiempo, Netanyahu tuvo la idea de un referendo nacional, para luego descartarla.
Ahora, el primer ministro israelí pretende que los palestinos transformen su carta nacional, confisquen armas ilegales, encarcelen a unos 200 palestinos sospechosos de participar en el asesinato de israelíes, y extraditen a otros 36 requeridos por Israel.
El ciclo de suspenso y desencanto alcanzó el punto más alto la semana pasada, cuando el presidente Ezer Weizman acusó a Netanyahu de bloquear el proceso sin la intención de retirar las tropas.
El domingo, Israel pareció apoyar la idea de Estados Unidos de realizar conversaciones directas, probablemente entre Mordechai y Abbas.
El secretario del gabinete israelí Danny Naveh dijo que conversaciones directas impedirían que los palestinos se "ocultaran tras ideas estadounidenses" para evitar el cumplimiento de sus compromisos.
Los palestinos se mostraron más escépticos sobre la idea, acusando a Israel de utilizar el llamado de Albright a discusiones bilaterales como una táctica de bloqueo. "Este es un intento de perder tiempo", dijo el asesor de Arafat Ahmed Tibi a la Radio Ejército de Israel.
Una de las modificaciones que busca Israel es la creación de un "Area D" en cuatro por ciento del 13 por ciento de territorio cisjordano que quedaría bajo control palestino, dijo Bar-Illan. Es esta área, los palestinos tendrían un control nominal, pero restringido en ciertos edificios.
Cisjordania ya está dividida en una maraña de áreas A, B y C. Los palestinos tienen el control total del área A, que comprende ocho ciudades y constituye tres por ciento de Cisjordania.
El área B, 24 por ciento del territorio, está bajo control conjunto israelí-palestino. El resto, 73 por ciento, está bajo control total de Israel.
Israel también demanda que la Autoridad Palestina confisque miles de armas no registradas, reduzca a 30.000 el tamaño de su fuerza policial, que ahora tiene unos 40.000 efectivos, y detenga lo que califica como una incitación contra Israel oficialmente tolerada.
"Lo que queremos es un plan de acción que nos indique que los palestinos está cumpliendo con su deber", dijo Bar-Illan.
Los palestinos afirman que esas salvaguardias ya estaban previstas en la iniciativa de Estados Unidos, la cual incluye un comité palestino-israelí para supervisar que los palestinos cumplan sus obligaciones.
"Los estadounidenses serán el árbitro", dijo el negociador palestino Saeb Erekat. "Supervisarán el tema de la confiscación de armas, el número de policías, y la extradición. Todas estas cosas que los israelíes demandan son parte de la propuesta estaodunidense". (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/lp/ip98