La propuesta gubernamental de crear una compañía pública para manejar los préstamos bancarios no redituables en Malasia levanta sospechas de que solo ayudará a los deudores con conexiones políticas.
El gobierno dice que la proyectada Compañía de Gestión de Activos (CGA), con un capital inicial de 60 millones de dólares, tendrá la función de rescatar a los bancos del país, aquejados por préstamos no redituables (con incumplimiento grave en los plazos de pago).
La iniciativa prevé que los bancos se desembaracen de los préstamos "improductivos", pues les comprará esas deudas al valor del mercado. Luego, la CGA maximizará el monto recuperable, rehabilitando la operativa de los deudores y refinanciando los préstamos, si fuera necesario.
La cantidad de préstamos no redituables casi se duplicó desde finales de 1997, llegando en mayo a 8,5 por ciento de todos los préstamos bancarios, y alcanzando una deuda total de unos 8.600 millones de dólares.
Pero algunos analistas dicen que la situación empeorará, y este tipo de deudas aumentará en 1999 a entre 22 y 37 por ciento del total de los préstamos bancarios de este país, según distintas proyecciones.
Ciertos observadores sospechan que no habrá transparencia en la gestión de la CGA.
"En principio es un buen mecanismo, pero el problema está en la práctica. ¿Cómo se evalúa lo que es un precio justo por los préstamos? ¿Se va a difundir la identidad de los prestatarios a los que se les conceden reducciones en las deudas?", comentó el economista Subramaniam Pillay.
Los políticos de la oposición se quejan porque se intenta apresurar el trámite parlamentario del proyecto de ley para la creación de esta nueva empresa estatal.
El líder opositor Lim Kit Siang dijo que los legisladores recibieron la propuesta sólo un par de días antes de su debate parlamentario, cuando se tendría que haber dado más tiempo para consultar a expertos en la materia. Agregó que está participando en el debate bajo protesta.
El viceministro de Finanzas, Affifuddin Omar afirmó que el proyecto de ley de la CGA es una legislación simple que tiene precedentes en Estados Unidos y México. Es necesario actuar de manera urgente, dijo al comparar la economía del país con un paciente en estado crítico.
Pero Lim replicó: "En febrero de 1996 el gabinete decidió que los legisladores deben recibir todos los proyectos de ley con al menos dos semanas de anticipación a su debate en el parlamento. ¿Por qué no se ha respetado esta decisión del gabinete?".
El político opositor dijo que en la iniciativa falta "una división revisora de fraude y de aplicación de las normas, para asegurar que no haya abusos de poder, incumplimiento delicitivo de obligaciones, fraude y malversación de fondos en la CGA".
Lim observó que una provisión de ese tipo, que se encuentra en leyes similares en Estados Unidos, es importante para poder investigar y procesar casos de fraude e incumplimiento delictivo de obligaciones.
Si se mantienen todas las estipulaciones del actual proyecto de ley, la CGA tendrá inmensos poderes, incluido el de tomar un activo o deuda de cualquier empresa y gestionarlo, financiarlo o transferirlo.
En un comunicado de prensa, Lim citó a un crítico no identificado cuya opinión es que "el proyecto asegurará el salvataje de los individuos y compañías que están más expuestos a los bancos".
"Estas son, otra vez, sólo las compañías en el Valle de Klang (alrededor de la capital, Kuala Lumpur). Y dado que quienes están más expuestos a los bancos son los amigos y parientes de los allegados al poder, probablemente serán ellos los que se beneficiarán", dijo el crítico citado.
De acuerdo con el proyecto de ley, el ministro de Finanzas designará a la junta de directores de la compañía, compuesta por un presidente no ejecutivo, un director de gestión, dos funcionarios del gobierno federal, tres representantes del sector privado y dos de la comunidad internacional
Para financiar la compra de los préstamos no redituables, la CGA intentará recaudar 6.000 millones de dólares mediante la venta de bonos.
De ese total, se espera obtener 2.000 millones de dólares en el mercado internacional de capitales, y el resto de fuentes domésticas.
A fines de este mes, el ministro de Finanzas, Anwar Ibrahim, y el ministro de Funciones Especiales, Daim Zainuddin, visitarán los principales centros financieros internacionales para promover y comercializar los bonos de la CGA, cuyo pago es garantizado por el estado.
Se espera que estos valores sean vendidos principalmente en Estados Unidos, aunque parte de ellos pueden ser colocados en Europa y Asia. Aún no se ha decidido su precio y condiciones de tenencia.
No es claro qué recepción tendrán los bonos. En lo que respecta a los compradores malasios, activistas sociales temen que con los limitados recursos disponibles en este momento, el gobierno se vea tentado a usar el fondo de jubilación de los trabajadores, administrado por el estado.
El Fondo de Previsión de los Empleados (FPE), el tercero más grande de su tipo en Asia, con activos de unos 31.200 millones de dólares, ya fue utilizado para préstamos destinados a proyectos onerosos, como el nuevo aeropuerto internacional de Kuala Lumpur y una acería aquejada por problemas.
Como resultado, los dividendos del FPE en 1997 cayeron a 6,7 por ciento, significativamente menos que el dividendo anual del ocho por ciento a que se habían acostumbrado los trabajadores en tiempos mejores.
"La junta directiva del FPE debe ser consciente de la creciente inquietud del público respecto de la política y las decisiones de inversiones del fondo. Se debe garantizar que no se destina un sólo centavo a rescatar operaciones o megaproyectos", observó el opositor Lim.
Algunos analistas dicen que los bonos emitidos por la CGA pueden ser atractivos para los inversores internacionales, ya que Malasia no ha tratado de obtener fondos mediante bonos desde 1990.
Sin embargo, el influyente servicio a inversores Moody's de Nueva York dijo que podría bajar la calificación crediticia que le asignó a Malasia debido a su crecimiento económico negativo. También alertó que, mientras se incrementan las tasas de interés, aumentan los préstamos no redituables en el país.
Por cuarta vez en nueve meses se anunció una reducción en el pronóstico de crecimiento económico del país.
El propio ministro Anwar informó que se espera una contracción de la economía de entre uno y dos por ciento en 1998, la primera recesión en 13 años. Otros analistas esperan una contracción en la economía de entre tres y siete por ciento.
El economista Subramaniam considera que el éxito de la CGA dependerá de factores no económicos. "El problema principal es de confianza", explicó.
En su opinión, la falta de supervisión ha permitido que a pesar de reiterados rescates, determinados bancos locales de importancia, tales como el Banco Bumiputra, incurran en pérdidas de cientos de millones de dólares, y en préstamos no redituables.
La CGA debe tener integridad, agregó Subramaniam. "Cuando uno le compra a los bancos préstamos no redituables, la confianza y la integridad son importantes". (FIN/IPS/tra-en/an/di-mj/if/98