Unos seis millones de alumnos de las escuelas públicas de Kenia no reciben clases desde el miércoles a causa de una huelga nacional de 260.000 maestros que rechazan el plan del gobierno de retirar aumentos salariales otorgados el año pasado.
La huelga fue declarada ilegal por el ministro de Trabajo, Joseph Ngutu, quien alegó que los maestros no le entregaron un anuncio formal de la medida.
El gobierno planifica introducir en el parlamento el Proyecto de Enmienda que otorga al Ministerio de Educación la potestad de "rechazar cualquier remuneración recomendada que no se acomode a la gestión económica".
En una poco habitual conferencia de prensa, esta semana 30 parlamentarios de la gobernante Unión Nacional Africana de Kenia (KANU) y la oposición anunciaron que impedirán la aprobación del proyecto.
El grupo de parlamentarios dijo que el cuerpo legislativo "no debe ser utilizado para enmendar la ley para tratar retroactivamente disputas ya solucionadas".
Mientras, los maestros se mantienen firmes en la medida. Ambrose Adongo, secretario general de la Unión Nacional de Maestros de Kenisa (KNUT), denunció que "altos funcionarios públicos aún viven en el lujo", y exigió que el gobierno satisfaga las demandas salariales.
El gobierno dijo que no pagará la segunda parte del salario de los maestros, aún no entregada este mes. El ministro de Educación, Stephen Kalonzo Musyoka, dijo que "los maestros deben aprender a ser tolerantes y permitir que el parlamento debata sobre el proyecto, en lugar exigir su retiro en esta etapa".
En noviembre, el gobierno entregó a los maestros un aumento del salario y los beneficios de entre 150 y 200 por ciento. Los aumentos debían ser implementados en cinco fases entre 1997 y el 2000.
Analistas políticos afirman que resulta claro que el gobierno entregó el aumento en la carrera electoral para las elecciones de diciembre, con el fin de ganar votos. Los maestros habían realizado una huelga de 11 días el año pasado para lograr el aumento.
El gobierno encuentra difícil cumplir su propia promesa. El último informe del Banco Central de Kenia (CBK), destacó que el Producto Interno Bruto (PIB) se redujo durante los tres primeros meses de 1998.
El CBK reveló que el nivel real del PIB decayó a 1,9 por ciento en el año fiscal finalizado en marzo, a partir de 2,3 por ciento en 1997. La caída de la economía se atribuyó al deterioro de la infraestructura, la reducción del turismo y los alzamientos de los trabajadores.
El martes, el grupo parlamentario de KANU recomendó congelar todos los aumentos salariales para el sector público. Mientras el CBK predice un crecimento de 2,7 para este año, otros analistas creen que el crecimiento será negativo.
El presidente Daniel Arap Moi, quien presidió la reunión del martes, anunció que reducirá a la mitad su salario para dar el ejemplo durante la crisis económica. Los salarios de los ministros se reducirán 30 por ciento.
Grupos de la oposición política, sindicatos y organizaciones cívicas se sumaron a los maestros en las críticas al gobierno por negarse a retirar el proyecto de ley, y por conducir al país a otra crisis laboral.
En una declaración, el director de la Comisión de Derechos Humanos de Kenia, Maina Kiai, exigió al gobierno que se disculpara por "pauperizar a los maestros" cuando la economía crecía. (FIN/IPS/tra-en/pn/pm/lp/lb ip/98