La tasa de fertilidad de las adolescentes de Jamaica se redujo más de 35 por ciento en los últimos 20 años, gracias a la labor de organizaciones que promueven la planificación familiar y el uso de métodos anticonceptivos.
En 1975 nacieron 137 bebés por cada 1.000 mujeres entre 15 y 19 años, pero la cifra descendió a 122 en 1982 y a 88 a fines de 1997.
"Claro que la cifra sigue siendo elevada, y aún intentamos bajarla, pero creo que debemos comparar lo que ocurría en las décadas de 1970 y 1980 con lo que sucede ahora", dijo Pamela McNeil, directora del Centro dad de continuar su educación, y después del parto, son asistidas para volver al sistema regular de enseñanza.
"Veintidós mil de estas jóvenes volvieron al sistema de enseñanza", señaló McNeil. "Nos jactamos de que sólo 1,4 por ciento de las adolescentes quedan embarazadas por segunda vez".
Un estudio reveló que 70 por ciento de los hijos de las jóvenes que pasaron por los centros ya son adolescentes que asisten a la enseñanza secundaria y no hubo ningún embarazo en este grupo, agregó.
"Estoy muy orgullosa de mi hija. Es evidente que no va a repetir mis errores", dijo Opal Thompson, de 30 años, quien recibió la ayuda del centro cuando quedó embarazada siendo adolescente.
Pero aunque la tendencia es motivo de regocijo, los técnicos advierten que en comparación con otros países, la fertilidad de las adolescentes jamaiquinas sigue siendo elevada.
En la vecina Trinidad y Tobago se producen 51 nacimientos por cada 1.000 adolescentes, y en Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, la cifra asciende a 53 por cada 1.000 mujeres.
"Necesitamos cinco o seis años más para decir que el problema se solucionó. Debemos lidiar con la pobreza, el hacinamiento y los problemas sociales, como la falta de educación y de acceso al empleo", sostuvo McNeil.
El desempleo en Jamaica asciende a 16,5 por ciento de la población económicamente activa.
Algunos técnicos atribuyen el descenso de los casos de embarazo adolescente a que cada vez más jóvenes se dan cuenta de que la educación es la única vía de ascenso social para ellos. Por eso, se esfuerzan por terminar sus estudios antes de tener hijos.
"Ahora es mayor el número de adolescentes que procuran tener estudios terciarios. El embarazo limita esa posibilidad", dijo Janet Davis, directora de información del Consejo Nacional de Planificación Familiar.
En los últimos años, el Consejo concentró su atención en el creciente uso de métodos anticonceptivos de la población. Pero algunas mujeres no utilizan los anticonceptivos orales debido a los posibles riesgos para su salud, reales o imaginarios.
Así mismo, a pesar de las numerosas campañas de educación que fomentan el uso de preservativos, la mayoría de los hombres no lo acepta con facilidad debido a la creencia culturalmente arraigada de que deben engendrar muchos hijos y de que la planificación familiar es cuestión exclusiva de las mujeres.
Pero funcionarios del Consejo aseguran que no cederán en su iniciativa para limitar el número de embarazos adolescentes.
"El próximo quinquenio será crucial para la campaña nacional de planificación familiar. Para el año 2000, el programa ofrecerá a gran cantidad de usuarios una variedad mayor de métodos anticonceptivos y de opciones de planificación familiar", anunció el organismo. (FIN/IPS/tra-en/ms/cb/aq-ml/pr/98