Un grupo ONG lanzó una campaña mundial para prohibir la participación infantil en los conflictos bélicos, mientras la ONU estima que entre 300.000 y 500.000 niños combaten en ejércitos o grupos armados en el planeta.
"Con la presión del público y voluntad política, podemos detener esta práctica censurable", sostuvo Jo Becker, presidenta de la Coalición para Detener el Uso de Niños Soldados, que lanzó la campaña el martes.
"Los niños no se deben emplear para luchar en guerras de adultos", dijo Becker, y señaló que 44 países reclutan a menores de 18 años para servir en el ejército.
Entre los 44 se incluyen Alemania, Australia, Bangladesh Brasil, Canadá, Cuba, Estados Unidos, Gran Bretaña, Grecia, Holanda, India, Israel, Italia, Japón, México, Namibia, Pakistán y Polonia, pero no todos permiten que los menores de 18 años participen en los combates.
La coalición incluye a destacadas organizaciones no gubernamentales (ONG) como Human Rights Watch, Amnistía Internacional, Salven a los Niños y el Servicio Jesuita para los Refugiados.
La iniciativa pretende repetir el éxito del año pasado de una campaña, realizada por ONG, a favor de un tratado que prohíbe las minas antipersonales.
La Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres, integrada por más de 700 ONG, finalmente fue galardonada con el premio Nobel de la Paz de 1997.
La campaña contra la participación infantil en los conflictos bélicos, en estrecha colaboración con importantes agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), también defiende un protocolo opcional a la Convención de los Derechos del Niño que prohíbe el reclutamiento de menores de 18 años.
"El uso de los niños en las guerras viola toda norma existente de comportamiento humano civilizado", aseguró Stephen Lewis, vicedirector ejecutivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
"La comunidad internacional no puede perder más tiempo, debemos tomar medidas. El punto de partida es claramente la prohibición universal del reclutamiento militar de todo tipo, voluntario u obligatorio, por debajo de los 18 años", afirmó Lewis.
Emilio Hernández Xicara, reclutado a la fuerza para combatir en el ejército de Guatemala a los 14 años, dijo a la prensa que su vida era una pesadilla. "Nos pegaban constantemente, sin razón, sólo para mantenernos en un estado de terror", relató.
"Me obligaron a aprender la manera de luchar contra el enemigo, en una guerra que no entendía", añadió Hernández.
Los niños obligados a combatir deben recibir asilo político fuera de sus países, aseguró Becker, refiriéndose a casos de niños guatemaltecos asilados en Estados Unidos. La solicitud de asilo de Hernández está en consideración, añadió.
Entre 300.000 y 500.000 niños combaten en ejércitos y grupos armados de todo el mundo, según datos de la ONU. Las normas internacionales permiten el reclutamiento de niños de hasta 15 años, y Estados Unidos es uno de los países opuestos a elevar la edad mínima a los 18 años.
Desde 1994, un Grupo de Trabajo de la ONU intenta fijar nuevos estándares internacionales para proteger a los niños del horror de la guerra. El grupo prentende que se acepte un protocolo opcional a la Convención de los Derechos del Niño que elevaría la edad mínima de reclutamiento militar a los 18 años.
Estados Unidos es la única potencia que se niega a aceptar los 18 años como edad mínima para la participación en conflictos bélicos, indicó Human Rights Watch, con sede en Nueva York.
"Por desgracia, Estados Unidos impide por sí solo el avance de esta iniciativa fundamental", opinó Becker. Es paradójico que Washington se oponga al protocolo de una convención que ni siquiera ratificó, junto a países como Somalia, comentó.
El año pasado, Estados Unidos expresó su fuerte objeción a una resolución de la Asamblea General de la ONU que pide la prohibición de la participación de los niños en los ejércitos nacionales.
El entonces embajador de Estados Unidos ante la ONU, Seth Winnick, dijo a los delegados que su país permitía desde hace más de 50 años el alistamiento voluntario en las fuerzas armadas a los 17 años de edad, con el consentimiento de los padres, y que no preveía cambio alguno a esta práctica.
Dado que el Grupo de Trabajo de la ONU toma sus decisiones sólo por consenso, el protocolo deberá contar con la aceptación unánime de los países participantes. Pero Estados Unidos indicó que no aceptaría los 18 años como la edad mínima para el reclutamiento. (FIN/IPS/tra-en/td/aa/aq-lp/ip/98