GUINEA BISSAU: Un tercio de la población huye de guerra civil

La ONU estima que un tercio del millón de habitantes de Guinea Bissau abandonaron sus hogares a causa del conflicto entre el gobierno de Joao Bernardo Vieira y las fuerzas del golpista Ansumane Mane, ex comandante del ejército.

Más de 200.000 de los 300.000 habitantes de Bissau, la capital, huyeron al interior del pequeño país de Africa occidental. Los combates también se extendieron fuera de la ciudad, obligando a miles más a abandonar sus viviendas.

Más de 10.000 personas cruzaron la frontera hacia la vecina Guinea, informó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Muchos se agolpan en el norte de Guinea Bissau y 5.000 huyeron a Senegal.

El país sufre una crisis humanitaria, advirtió la directora general de ACNUR, Sadako Ogata.

Los cancilleres de Angola y Portugal, Venancio de Moura y Jaime Gama, mediadores en el conflicto, anunciaron el lunes que los combates pronto llegarán a su fin.

Esta semana se reanudarán las negociaciones que representantes de ambos bandos mantuvieron el sábado 27 de junio en una fragata portuguesa, en la bahía de Bissau, explicaron. El canciller de Gambia, Sedat Jobe, también confirmó que está próxima una solución política.

Pero otras fuentes consideran improbable la rápida conclusión del conflicto porque ambos bandos pretenden ganar terreno antes del encuentro este miércoles en Abidjan, Costa de Marfil, de los cancilleres y ministros de Defensa de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (ECOWAS).

El encuentro analizará la solicitud de Vieira de enviar fuerzas de paz de ECOMOG, el brazo militar de ECOWAS, a Guinea Bissau.

El conflicto comenzó el 7 de junio, un día después de que Vieira intentara sustituir a Mane, acusándolo de vender armas a insurgentes de Senegal, en la zona austral de Casamance, que desde hace 15 años luchan por la independencia.

Senegal y Guinea enviaron cientos de soldados para respaldar a Vieira. El canciller senegalés Moustapha Niass dijo la semana pasada que están en juego intereses vitales de su país.

Aunque Guinea Bissau mantiene relaciones cordiales con sus vecinos más grandes y poderosos, parte de la población simpatiza con la insurgencia de Casamance.

Casamance formaba parte del protectorado portugués de Guinea Bissau antes de que Francia lo adquiriera en 1888, y la población de ambas partes de la frontera pertenece a los mismos grupos étnicos, e incluso a las mismas familias.

Así mismo, los insurgentes de Casamance ayudaron a Guinea Bissau en su cruenta guerra de independencia de Portugal, en 1974.

Para Senegal, sin embargo, el territorio austral es crucial para la agricultura, al ser una de las últimas provincias no afectadas por la desertización.

Si las fuerzas de Mane vencen a Vieira, se podría desatar una guerra entre Guinea Bissau y Senegal, advirtió el canciller Niass la semana pasada.

Muchos en ambos países creen que Vieira también vendió armas a los insurgentes de Casamance, e intenta utilizar a Mane como chivo expiatorio. El respaldo de Senegal al presidente no se debe a que sea un aliado cercano, sino a que ahora es vulnerable y fácil de controlar, aseguran algunos.

Vieira fue el vencedor de las primeras elecciones multipartidarias de Guinea Bissau en 1994, y aunque tiene el respaldo de la ONU, la Organización de Unidad Africana y los países industrializados, su popularidad dentro del país estaría decreciendo.

Vieira pertenece al Partido Africano de la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), en el poder desde la independencia y acusado de corrupción en reiteradas ocasiones.

Al grupo lo integran viejos dirigentes guerrilleros que salieron de la clandestinidad al vencer en la guerra contra Portugal en 1974. La mayoría no recibió una educación formal ni tiene experiencia política.

A pesar de tener una de las tierras más fértiles de Africa occidental, Guinea Bissau se mantiene casi en forma constante al borde del colapso económico.

En el último año, las fuerzas armadas se quejaron porque los sueldos de los soldados no se mantienen a la par de la creciente inflación, tras la conversión monetaria del peso al CFA, la moneda regional de Africa francófona.

El contrabando de armas y de marihuana era la única forma de supervivencia de los soldados, según una fuente independiente. Al parecer, la experiencia que los golpistas adquirieron en la guerra por la independencia no les sirvió de mucho.

Aunque el ejército de Senegal es más numeroso y está mejor equipado que los golpistas de Guinea Bissau, las fuerzas senegalesas no lograron avanzar.

Los combates fueron intensos en una base del ejército cerca de la zona de las misiones diplomáticas, y se cree que las embajadas de Estados Unidos y Francia fueron destruidas.

Los insurgentes controlan el aeropuerto de Bissau, la principal carretera de salida de la ciudad y la mayor parte del interior. Los soldados de Senegal controlan el centro de la capital, prácticamente abandonado por la población civil.

El ejército de Senegal abrió un frente nuevo desde una bahía sin confirmar a 50 kilómetros de Bissau y la fuerza aérea senegalesa está bombardeando dos pueblos en el norte, informaron fuentes de Dakar.

El ejército senegalés está avanzando con lentitud, pero metódicamente, para evitar caer en trampas, indicó un portavoz de la institución.

Senegal también utiliza el conflicto como oportunidad para atacar aldeas de Guinea Bissau que se cree albergan bases insurgentes de Casamance.

Mientras, portavoces de los insurgentes de Casamance y los golpistas de Guinea Bissau indicaron que se prestarán ayuda mutua. La semana pasada, los rebeldes de Casamance hicieron explotar un vehículo en la zona, matando a varios civiles.

Los ministros de ECOWAS se reunirán el miércoles para analizar la posibilidad de enviar fuerzas a Guinea Bissau, similares a las de ECOMOG que operan en Liberia y Sierra Leona. Pero no está claro si podrán ayudar.

El canciller de Gambia, Jobe, quien asegura estar en contacto con Mane, declaró el lunes que el líder insurgente aceptó la permanencia en el país de ECOMOG, fuerzas senegalesas y de Guinea Bissau, como partes integrantes de las fuerzas de paz.

Pero un portavoz de los golpistas, el comandante Bah Jessie, habría dicho a una radio europea que sus fuerzas se oponen a la intervención de ECOMOG. (FIN/IPS/tra-en/dh/mn/aq-lp/ip/98

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