El democristiano Jamil Mahuad, triunfador al parecer en las elecciones presidenciales del domingo en Ecuador, empezó este lunes a trabajar en privado en la conformación de su gobierno, mientras su rival Alvaro Noboa no ha admitido su derrota.
Mahuad obtuvo 51,3 por ciento de los votos emitidos, frente a 48,7 por ciento de Noboa, su único contrincante en la segunda ronda electoral, según proyecciones basadas en los primeros resultados del escrutinio y divulgadas por la televisión.
Esos cálculos reducen la ventaja de siete puntos porcentuales que las encuestas a boca de urna adjudicaron el domingo a Mahuad, candidato del partido Democracia Popular
El Tribunal Supremo Electoral proclamará los resultados oficialmente el miércoles. El vencdor en los comicios gobernará Ecuador desde el próximo 10 de agosto hasta el 15 de enero del 2003.
"Reconoceremos los resultados cuando sean oficiales", advirtió el ex comunista Alfredo Castillo, compañero de fórmula de Noboa, que fue postulado por el populista Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), del ex presidente Abdalá Bucaram.
Castillo reiteró su convicción en la victoria de la fórmula populista, que él y Noboa fundamentan en sus propios datos electorales.
Pero el ex ministro de la Presidencia Carlos Larreátegui advirtió que "gracias a la transparencia de la información obtenida y procesada por los medios de comunicación se han podido conocer los resultados, que son legítimos y auténticos".
Larreátegui y Blasco Peñaherrera, director de la encuestadora Market, pusieron en entredicho la seriedad del sondeo a boca de urna contratado por Noboa, que le atribuye 43 por ciento de los votos, sobre 40 por ciento de Mahuad.
La empresa contatada por Noboa no es conocida en el mercado ecuatoriano y el propio Tribunal Supremo Electoral aclaró que no la había concedido permiso para realizar su consulta a la salida de las urnas.
Los colaboradores más inmediatos de Mahuad dijeron temer que Noboa y sus partidarios intenten actos de violencia contra los tribunales electorales de las provincias.
El presidente interino Fabián Alarcón se anticipó a advertir a los candidatos que "no se permitirán actos que alteren la estabilidad" del país.
La prensa local reaccionó de manera diversa ante el resultado de los comicios. Diario Hoy, de Quito, tituló "Mahuad presidente", y afirmó en un editorial que la elección del democristiano ex alcalde de la capital "abre el Ecuador a la esperanza".
Para Hoy, el nuevo presidente "se encontrará con una realidad trágica, pero tendrá en sus manos la posibilidad de reconstrucción social, económica y moral del país".
El Comercio, también de Quito, fue más conservador: sólo dio a conocer los datos manejados, y agregó que "se espera que, de conservar la ventaja, como parece sucederá, Mahuad ponga en juego sus conocimientos y experiencia para afrontar la grave situación del país".
En una entrevista exclusiva para IPS, la primera después de que la Asociación de Canales de Televisión anunciara el domingo su triunfo, Mahuad convocó a los partidos políticos, con la excepción del PRE, a trabajar por la recuperación del país.
Ecuador sufre una caída de ingresos sin precedentes por la baja de los precios del petróleo a unos seis dólares el barril y por los embates del fenómeno climático de El Niño.
Ambos factores representaron, en conjunto, pérdidas por más de 2.000 millones de dólares, en una economía que tiene una fuerte dependencia de las exportaciones petroleras, agrícolas y pesqueras.
Sólo el sector camaronero, tercer rubro exportador, afronta perjuicios por más de 200 millones de dólares, porque las piscinas de crianza del crustáceo de las provincias costeras fueron destruidas por las inundaciones.
El gobierno provisorio de Fabián Alarcón ha soportado fuertes presiones de empleados públicos que reclaman el pago de salarios adeudados. Amenazas de huelga en hospitales y escuelas públicas pusieron a la empobrecida administración en jaque.
Así mismo, las elecciones evidenciaron una profunda división política del país por áreas geográficas. En efecto, Mahuad parece haber triunfado ampliamente en la sierra, y Noboa se habría impuesto con no menos holgura en la región costera. (FIN/IPS/amr/ff/ip/98