El virtual presidente electo de Ecuador, el democristiano Jamil Mahuad, comenzó analizar las medidas urgentes que tomará a partir del 10 de agosto, aunque el Tribunal Supremo Electoral aún no ha concluido el escrutinio de la segunda vuelta electoral del domingo.
Mahuad analizó con sus asesores económicos la crisis fiscal, uno de los problemas sobre los cuales deberá tomar medidas urgentes, según todos los expertos. Ecuador tiene un déficit de siete por ciento del producto interno bruto.
Mahuad descartó la posibilidad de devaluar y reiteró que buscará la estabilidad mediante un sistema de bandas cambiarias. También dijo que tomará medidas inmediatas para mejorar la recaudación de impuestos y conseguir créditos externos para cubrir el déficit.
En Ecuador, la evasión fiscal se estima en alrededor del 50 por ciento, mientras el Impuesto al Valor Agregado es del 10 por ciento, uno de los más bajos de América Latina.
La próxima semana llegarán al país expertos internacionales que analizarán la crisis económica con Mahuad, señalaron fuentes cercanas al aparente ganador de las elecciones. Tras esas reuniones viajará a Estados Unidos, donde presentará los planes de gobierno a inversionistas internacionales.
Mahuad dijo que a esa reunión llevará planes concretos y no generalidades, para gestionar inmediato apoyo al país, y fue enfático en señalar que la deuda externa será uno de los puntos cruciales de las conversaciones.
Ya planteó la necesidad de reprogramar los pagos de la deuda, porque Ecuador no puede seguir consumiendo el 50 por ciento de su presupuesto en este servicio.
El caos económico se instaló en Ecuador poco antes de la segunda ronda de las elecciones presidenciales de este domingo.
El presidente interino Fabián Alarcón dispuso el 25 de junio un recorte al subsidio del gas de uso doméstico, pero dio marcha atrás 48 horas más tarde y derogó la medida para evitar que fuera utilizada en la campaña electoral.
Alarcón fue presionado por instituciones financieras internacionales que amenazaron con dejar de negociar con Ecuador si no se corregían las cuentas fiscales y se reducían los subsidios, pero el gobierno no estuvo preparado para implantar un nuevo sistema, dijeron a IPS fuentes del sector privado.
La primera reacción a la marcha atrás del régimen fue el desplome de los títulos de deuda de Ecuador que se transan en el mercado internacional.
El precio de venta del gas al público es unas cinco veces menor que el costo de la producción a cargo del estado. El Ministerio de Finanzas anunció el 25 de junio que el precio se cuadruplicaría, así como el establecimiento de un subsidio para el consumo de gas del sector más pobre de la población.
El objetivo de la medida derogada dos días después era vertir unos 100 millones de dólares a las agotadas arcas fiscales. En un año de Alarcón al frente del gobierno, las cuentas públicas de pasaron del equilibrio a un déficit proyectado para este año del siete por ciento del producto interno bruto.
Ecuador sufre una caída de ingresos sin precedentes por la baja de los precios del petróleo a unos seis dólares el barril y por los embates del fenómeno climático de El Niño.
Ambos factores representaron, en conjunto, pérdidas por más de 2.000 millones de dólares, en una economía que tiene una fuerte dependencia de las exportaciones petroleras, agrícolas y pesqueras.
Solo el sector camaronero, tercer rubro exportador, afronta pérdidas por más de 200 millones de dólares, porque las piscinas de crianza del crustáceo que existen en las provincias costeras fueron destruidas por las inundaciones.
Mientras tanto, la inflación no ha podido ser contenida. En junio cerró con más del 2,9 por ciento, y la acumulada desde enero asciende a 22 por ciento.
El gobierno todavía sostenía a principios de año la posibilidad de cerrar 1998 con una inflación menor a 30 por ciento, pero las proyecciones actuales prevén que podría superar el 40 por ciento. (FIN/IPS/amr/ag-mj/ip-if/98
